'El rey es imprescindible para la estabilidad y la unidad de Afganistán'
Hedayat Amin Arsala cree firmemente en el proceso de Roma. Arsala es el ex ministro de Asuntos Exteriores del último Gobierno afgano antes de que sus miembros se tiraran los trastos a la cabeza y destruyeran Kabul (1993-1994). El proceso de Roma es la iniciativa para que el ex rey Mohamed Zahir Shah encabece una transición hacia la paz con la concurrencia de todos los grupos étnicos y políticos de Afganistán.
Arsala ha encabezado la delegación enviada a Pakistán por el ex monarca para buscar el respaldo de ese país. 'Han aceptado que el rey es imprescindible para la estabilidad y la unidad de Afganistán', asegura este economista de formación, educado en EE UU, donde vive hoy en día y que tras participar activamente en la expulsión de los soviéticos, dejó la política.
'Una vez que hayamos izado nuestra bandera en Afganistán, llegarán las deserciones'
Pregunta. ¿Pueden ponerse de acuerdo los afganos con el precedente de lo que ocurrió tras la salida de los soviéticos?
Respuesta. La razón de ello fue que el resto del mundo dejó de lado a Afganistán. Eso permitió un vacío de poder, animado por los países vecinos que, de acuerdo con sus intereses, muy distintos de los del pueblo afgano, animaban a uno o a otro grupo.
P. ¿Eso ha cambiado ahora?
R. Espero que haya cambiado y que la comunidad internacional en su conjunto se implique en la solución, que los países vecinos tengan un papel más constructivo.
P. ¿Ha obtenido garantías al respecto durante sus reuniones con las autoridades paquistaníes?
R. Nos hemos reunido con el presidente Musharraf y con el ministro de Exteriores, Sattar. Nos han dicho que han cambiado su política y que quieren empezar desde el principio. Se han dado cuenta de que Afganistán debe tener un Gobierno aceptable para su pueblo, por el interés no sólo de los afganos sino también de los paquistaníes, los iraníes y otros vecinos, y del resto del mundo. También han aceptado el importante papel que su majestad Zahir Shah puede jugar en este proceso.
P. Y del lado afgano, ¿qué contactos ha hecho?
R. Me he reunido con algunas personas que tienen peso, pero no en el contexto de las negociaciones porque esas discusiones se están llevando a cabo en Roma y mi visita se dirigía a las autoridades paquistaníes.
P. ¿Y cuánto han avanzado? ¿Es cierto que Estados Unidos les está metiendo prisa para que anuncien una alternativa a los talibanes?
R. El entendimiento político lleva tiempo, no es fácil. Es fácil luchar, e incluso parar la lucha, pero sentarse alrededor de una mesa y llegar a un acuerdo es más complicado. Tengo la sensación de que estamos acercándonos a una estructura política que puede ayudar a resolver el problema.
P. ¿En qué consiste?
R. El rey, a la cabeza, y después no quiero dar nombres, pero lo que ya se ha dicho: la Alianza del Norte, partidos políticos y, también, individuos relevantes. Personas a las que los afganos respeten.
P. ¿Incluidos los talibanes moderados?
R. Cualquiera que apoye la iniciativa debería esperarse que participe.
P. ¿Ha hablado de ello con el ministro talibán de Exteriores?
R. No, no sé que esté interesado.
P. Fuentes del entorno del rey han asegurado que se ha puesto en contacto con ustedes no sé si por teléfono o directamente...
R. No estoy al tanto.
P. ¿A qué se debe que no se hayan producido deserciones importantes entre los talibanes tal como se esperaba?
R. A que aún no hay una alternativa establecida con la que llenar el vacío. Una vez que hayamos izado nuestra bandera dentro de Afganistán, llegarán en tropel.
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