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El ex rey afgano une a la oposición antitalibán

La Alianza del Norte y el monarca Mohamed Zahir Shah crean un Consejo de Unidad Nacional

La oposición al régimen talibán y el ex rey de Afganistán Mohamed Zahir Shah sellaron ayer en Roma un acuerdo para crear un Consejo de Unidad Nacional capaz de integrar a todas las fuerzas del país y de encontrar una salida política y militar a la actual crisis. El Consejo será el organismo encargado de convocar la Asamblea de Ancianos y Notables (Loya Jirga), que a su vez elegirá al jefe del Estado y un Gobierno provisional. Yosnu Kanuni, jefe de la delegación de la Alianza del Norte -la coalición que combate desde hace cinco años a los talibán y controla una pequeña franja de territorio al norte del país y varias bolsas aisladas en el centro-, declaró que el acuerdo representa 'el inicio de una nueva era' para Afganistán.

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Tres días de intensas negociaciones entre comandantes guerrilleros (casi todos pertenecientes a las etnias minoritarias de Afganistán), jefes de las tribus del país y el ex rey Mohamed Zahir Shah, en la residencia romana de este último, han dado finalmente fruto. Yosnu Kanuni, que el sábado se mostraba reacio a otorgar a Zahir Shah un papel demasiado relevante en el proceso de reagrupar a las fuerzas antitalibán, calificaba ayer de 'histórico' el acuerdo alcanzado para la reunión de la asamblea afgana, del que daba cuenta un comunicado difundido a última hora de la mañana.

Kanuni dijo que el Consejo Supremo deberá estar abierto a todas las componentes afganas, incluidos los talibán, si en un determinado momento se decidieran a formar parte de él. En el comunicado se fija el carácter de este Consejo, que 'representa al pueblo afgano', dotado de capacidad para tomar decisiones sobre todas las cuestiones esenciales y única institución legitimada para hacerlo.

Representantes de los comandantes guerrilleros y de todas las tribus del país regresarán a Roma en el plazo de un par de semanas para proceder a la elección de los 120 miembros del Consejo de Unidad Nacional, según declaró ayer Hedayat Amin Arsala, uno de los portavoces del ex monarca afgano.

El Consejo Supremo tendrá como misión inmediata la convocatoria de la Asamblea de Ancianos y Notables en Afganistán (Loya Jirga), a la que corresponderá nombrar un jefe de Estado, quien a su vez procederá a la elección del Gobierno provisional. En caso de que sea imposible convocar la Asamblea, el propio Consejo procederá a designar al jefe del Estado y al Ejecutivo. La Loya Jirga se convoca en situaciones de extrema importancia. En 1941, esta Asamblea ratificó la neutralidad del país en la II Guerra Mundial.

El acuerdo alcanzado en Roma tuvo una inmediata repercusión ayer en Afganistán, donde representantes de los talibán (pertenecientes, como el ex rey afgano, a la etnia pasthún, mayoritaria en el país) se mostraron por primera vez dispuestos a compartir el poder con representantes de otras etnias y fuerzas políticas en tres de las 32 provincias afganas. Noticias procedentes de Peshawar, la ciudad paquistaní más próxima a Afganistán, hablaban de la decisión de los talibán de convocar la reunión de notables y ancianos para compartir el poder en las provincias de Paktika, Paktia y Khost.

La formación del Consejo de Unidad Nacional puede considerarse como un éxito personal de Mohamed Zahir Shah, de 86 años de edad, rey de Afganistán hasta 1973, cuando un golpe de Estado encabezado por su primo le derrocó mientras se encontraba de vacaciones en Ischia, una isla cercana a Nápoles. El soberano, que se vio obligado a abdicar en agosto de ese mismo año, lleva tiempo intentando que sea convocada la Loya Jirga con la esperanza de lograr una cierta normalización política en Afganistán. Desde su exilio romano (vive en un chalé no demasiado lujoso en el barrio residencial de Olgiata, al norte de la capital), Zahir Shah ha manejado los hilos de la resistencia en el exilio y ha celebrado reuniones con la oposición desde los noventa. La urgencia por formar un bloque político y militar capaz de desalojar a los talibán se hizo evidente en 1999, y en enero, Zahir Shah reunió en Roma a 77 representantes de la oposición.

Los últimos acontecimientos han precipitado las cosas, y el explícito apoyo de Estados Unidos, transmitido al ex rey por la delegación de congresistas que le visitó el domingo, ha servido de catalizador para poner en marcha un Consejo de Unidad Nacional que hace unos meses parecía un sueño imposible.

La vida de Mohamed Zahir Shah, nacido el 15 de octubre de 1914 en Kabul, ha estado marcada por la historia turbulenta de su país. Su precipitada ascensión al trono afgano, el 8 de noviembre de 1933, estuvo forzada por los acontecimientos. Su padre, el rey, fue asesinado y el joven Zahir hubo de sucederle a los 19 años de edad. El joven monarca sólo tomó las riendas del país a partir de 1964, cuando logró desalojar del Gobierno a sucesivos tíos, el último de los cuales, Muhamad Daud, aprovecharía un viaje del soberano a Italia en 1973 para organizar un golpe de Estado, proclamar la República y colocarse al frente de ella con el título de presidente. Los pequeños logros democráticos de Zahir Shah -una Constitución que excluía a los miembros de la familia real del Gobierno e instituía un Parlamento, elecciones libres y una relativa tolerancia política- se desvanecieron tras el golpe de 1973.

Afganos vestidos con uniformes de la época del rey Zahir Shah esperan en Roma el final de la reunión del monarca con la oposición antitalibán.
Afganos vestidos con uniformes de la época del rey Zahir Shah esperan en Roma el final de la reunión del monarca con la oposición antitalibán.ASSOCIATED PRESS

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