Un detenido en España iba a suicidarse con una bomba en la Embajada de EE UU en París
Agentes de la CIA vienen a Madrid para recoger documentación y conocer las pesquisas
El argelino Mohamed Belazziz, detenido en España la semana pasada, y el tunecino Nizar Trabelsi, en prisión en Francia, eran los dos elegidos para inmolarse en la primavera próxima como hombres bomba en sendos atentados contra la embajada y un centro cultural de Estados Unidos en París. Según fuentes policiales, ambos convivieron durante dos semanas en España tras recibir órdenes de 'activarse' del franco-argelino Djamel Bhegal. Éste ha confesado en París que la organización de Osama Bin Laden le ordenó en Afganistán que preparase atentados contra intereses de EE UU en Europa.
El tunecino Trabelsi es la pieza del puzzle que ha permitido cuadrar la trama de una amplia red terrorista islámica en Europa. Las armas, explosivos y sobre todo los documentos hallados tras su detención en Uccle (Bélgica), el pasado 13 de septiembre, han sido definitivos. Trebelsi y el francés convertido al islam Jerôme Courtellier, Selman, detenido el mismo día, estaban acusados de formar un grupo que 'proyectaba cometer acciones terroristas contra la Embajada de Estados Unidos en París'.
La conexión quedó más clara tras las declaraciones de Djamel Beghal, de 36 años, interceptado en los Emiratos Árabes Unidos cuando intentaba volar a Francia vía Marruecos y Madrid. Éste aseguró después de ser extraditado a Francia que Nizar Trabelsi era uno de los elegidos para perpetrar los atentados suicidas en el corazón de París, según el diario Libération. Beghal contó que había estado en octubre de 2000 en Afganistán, donde contactó con Zine el Abidin, Abou Zoubaydah, una de las personas de confianza de Osama Bin Laden, el cual le ordenó preparar atentados suicidas contra intereses norteamericanos en Francia.
'Por dios y por la patria'
El encargo lo recibió posteriormente Trabelsi, considerado por las policías de España, Francia y Bélgica y por varias agencias de Estados Unidos como 'un estrecho colaborador de Bin Laden'. Trabelsi supuestamente también tenía la misión de buscar a otro simpatizante de la causa para que se convirtiera en suicida.
La conexión de Belazziz con esta trama ha llegado después de que la Comisaría General de Información de la policía española atara todos los cabos y revisara la documentación aprehendida a la célula del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate desarticulada en distintos puntos de España.
Belazziz tuvo a Trabelsi alojado en su casa de Cascante (Navarra) durante las dos últimas semanas de agosto pasado. El detenido en Navarra, según las fuentes consultadas, ya conocía la fecha aproximada de su suicidio terrorista, la primavera de 2002, y estaba despidiéndose del mundo y de su madre a través de su diario: 'Te pido perdón, madre; pido perdón a todos, a quienes traté mal (...). Perdonad si he pecado', escribe para decir a continuación: 'Voy a morir por Dios y por la patria (...) Morir por dios y por la patria es lo máximo que se puede hacer'.
El plan contra la Embajada de Estados Unidos era el siguiente, según aseguran fuentes policiales: Trabelsi o Belazziz se iban a pegar al cuerpo un chaleco cargado de explosivos e iban a intentar entrar en la sede diplomática con la excusa de que iban a tramitar un visado. En el caso de que no lo consiguieran, tenían un plan B, consistente en tratar de entrar por la fuerza y activar el explosivo lo más dentro posible del edificio de la Rue Boissy-d'Anglas de París. Incluso tenían un tercer plan de contingencia: colocar un coche bomba. Uno iba a ir a por la Embajada y el otro a por el centro cultural, aunque la decisión final no parecía tomada.
Envío de documentos
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos ya tenían referencias sobre estos planes, que ahora se han concretado. Por ello han mostrado 'un interés muy especial' por conocer la operación española. El lunes pasado las autoridades de EE UU recibieron el visto bueno de la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios para acceder a toda la documentación confiscada a la célula salafista desarticulada. Parte de la documentación ya ha sido remitida.
Además, varios agentes de la CIA se encuentran en España para seguir de cerca las investigaciones y ya han celebrado varias reuniones con responsables policiales españoles. Los funcionarios de la inteligencia exterior de EE UU incluso han solicitado interrogar a los detenidos, como también lo ha pedido la policía argelina, aunque de momento no se les ha permitido. Las dos misiones norteamericanas pretenden hallar algún indicio o pista que pudiera relacionar a los detenidos con el ataque contra EE UU del 11 de septiembre. De hecho, la comisión rogatoria es ampliación de la cursada tras los atentados contra las embajadas de Kenia y Tanzania, en agosto de 1998.
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