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Ana Aslan: "Ignoro si el Gerovital se usa para combatir el absentismo laboral"

Además de los políticos, que dirigen las delegaciones gubernamentales y debaten el Plan Internacional de Acción sobre la Vejez, la Asamblea Mundial de la ONU sobre el Envejecimiento, que entró ayer, lunes, en su segunda y última semana, reúne en Viena a numerosos científicos y gerontólogos de todo el mundo, entre ellos la célebre doctora rumana Ana Aslan, 85 años, creadora del Gerovital y directora general del Instituto Nacional de Gerontología y Geriatría de Rumanía, quien enfurece cuando se le pregunta sobre una supuesta utilización del preparado para combatir el absentismo laboral en su país.

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Ana Aslan, depositaria de las esperanzas de rejuvenecimiento de cientos de miles de personas en todo el mundo, es una enjuta anciana de 85 años que avanza muy derecha, como si estuviera hecha de una sola pieza, dejando tras de sí una estela de perfume de violetas.La doctora Aslan, que toma Gerovital desde hace treinta años, representa la edad que tiene. La lleva mejor que algunos de sus coetáneos y peor que otros, pero alegra su ancianidad con un ligero camisero de florecitas azules que deja ver un triángulo de encaje blanco por el hueco traicionero de un botón desabrochado. Un alto moño entretejido de cabellos canos y rubios remata su cabeza, flanqueada por pendientes de oro y realzada con un discreto toque de carmín en los labios.

"Retardar el proceso de envejecimiento previniendo la invalidez y la aparición de enfermedades" es el objetivo del Gérovital, un preparado compuesto basado en la procaína, una sustancia química que actúa a nivel celular "como si fuera una vitamina", pero sin serlo, explica la doctora rumana a EL PAIS.

La procaína tiene efectos benéficos sobre la arteriosclerosis cerebral, estimula la memoria, alivia el reumatismo, detiene la caída del cabello, estimula su crecimiento y provoca su repigmentación, afirma la doctora Aslan, partidaria de un tratamiento individualizado en función del estado de salud y la edad del paciente.

Panacea o placebo

Los detractores del Gerovital reciben con escepticismo esta avalancha de cualidades. Algunos creen que el preparado rumano hace sentirse mejor, "sin que ello signifique una mejora física real", y otros llegan a decir que se trata de un placebo."Uno no puede encontrarse mejor psicológicamente sin estarlo también físicamente", dice Ana Aslan, ligeramente irritada. Para ella, que comenzó a investigar con procaína en 1945, el único peligro del Gerovital es que "al sentirse uno mejor se cometan excesos de imprudencias". El Gerovital, admite, actúa "principalmente sobre el estado psíquico" y "sobre todo contra la depresión".

El Gerovital, que se administra en clínicas residenciales junto al mar Negro o en bellos parajes rumanos, se ha convertido en una importante fuente de ingresos para este país aquejado de graves dificultades económicas. Su descubridora, sin embargo, se muestra reticente a comentar los aspectos económicos del tratamiento. "Yo no me meto en las cuestiones comerciales. No sé ni los precios que se pagan muchas veces; yo no saco provecho de ello".

Veinte mil extranjeros, la mayoría de países capitalistas, siguieron tratamiento de Gerovital en Rumanía en 1981, afirma la doctora Aslan. Los pacientes de países socialistas se someten a otro tipo de acuerdos de intercambio de enfermos, ya que el tratamiento se paga en divisas.

¿Y los rumanos? Los rumanos tienen, según la doctora Aslan, las mismas oportunidades que los extranjeros de someterse a un tratamiento de Gerovital, y además gratuitamente. En Rumanía existen 144 centros de prevención, muchos de ellos en fábricas, que atienden un total de 16.000 casos. Los obreros tratados con Gerovital "están más sanos, son más aptos y tienen más gusto por el trabajo". La gerontóloga rumana da de nuevo muestras de irritación cuando se le pregunta si el Gerovital es utilizado para combatir el absentismo laboral. "No, no, no; yo no me ocupo de eso". Los trabajadores rumanos pueden tomar Gerovital si quieren y pueden trabajar más si quieren.

Utilización preventiva

Ana Aslan recomienda una utilización preventiva del Gerovital a partir de los 40 o 45 años, cuando comienzan a aparecer enfermedades crónicas y modificaciones endocrinas". Su receta para conservar la salud y prolongar la juventud al máximo incluye también un régimen alimenticio que comprende una disminución del número de calorías en función de la edad, una reducción de grasas y azúcar y una dieta equilibrada "tanto con carne como con verduras", con proteínas y vitaminas.La voz de la doctora Aslan se altera ligeramente cuando se menciona la política alimenticia de Rumanía, que curiosamente presenta coincidencias con el régimen que ella misma preconiza. El presidente Nicolae Ceaucescu ha dado muestras de una verdadera obsesión por reglamentar la dieta de sus compatriotas en leyes y decretos. En el mes de julio, el Comité Político del Partido Comunista rumano ha aprobado un proyecto de programa de alimentación científica de la población, que establece el número de calorías que debe tomar un rumano en función de su edad, sexo, esfuerzo físico aportado a la patria y hábitos culturales.

Dado el mal abastecimiento de víveres de Rumanía, donde la carne, la leche, el azúcar y el aceite son productos escasos, entre otros, el plan alimenticio ha sido acogido reticentemente por una población temerosa de ver recortada todavía más su ya escasa dieta en nombre de una alimentación más sana.

La doctora Aslan niega tener algo que ver con la política alimenticia de su país y puntualiza que para ella se consulta a los científicos del Instituto de Nutrición Rumano. "A mí no se me consulta para la política respecto a los ancianos", dice.

Ana Aslan recuerda nombres de importantes personalidades extranjeras que han tomado Gerovital -Miguel Angel Asturias (denominado también el caso Asturias), Tito, Adenauer, De Gaulle-, pero ha olvidado en nombre del secreto profesional los nombres de los dirigentes rumanos que han acudido a su preparado cuando están fatigados.

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