Natasha Rothwell: el esperado regreso de la entrañable Belinda en la tercera temporada de ‘The White Lotus’

Todas las reflexiones universales que encierra la oscura comedia The White Lotus se reflejan en su condición de relato cíclico, comenta la actriz Natasha Rothwell (Kansas, EE UU, 44 años). Su personaje, la entrañable Belinda que aparecía en la primera temporada, cuando el proyecto todavía era considerado una miniserie, regresa junto a un grupo nuevo de huéspedes a la tercera tanda de episodios, que la plataforma Max sigue estrenando cada semana.

01:21

Tráiler 'The White Lotus'

Para la intérprete estadounidense, de 44 años, uno de los atractivos de la que ahora es una serie antológica es comprobar cómo abraza el mito de Sísifo, personaje de la mitología griega condenado a subir una y otra vez una pesada roca por una montaña. Al principio de cada temporada, un grupo de trabajadores de un hotel de lujo da la bienvenida a sus nuevos clientes. Ocho capítulos después, les dice adiós para recibir a otros, con independencia de lo que haya ocurrido entre medias (que es mucho, aunque las tramas se cuezan a fuego lento). Como es ya tradición en la serie, no todos regresan con vida. “Esa estructura da la sensación al espectador de que solo está presenciando una parte de una historia que continúa más allá de lo que se ve en pantalla”, dice la actriz durante un descanso del rodaje de estos nuevos capítulos, a principios de 2024 en Phuket (Tailandia), lugar al que viajó EL PAÍS invitado por la plataforma.

En el origen de la serie, Belinda era una de esas trabajadoras de un espléndido resort de Hawái que no podía decir lo que realmente pensaba de todos esos personajes que le rodeaban, por miedo a perder su trabajo. “Era la voz de aquellos que no tienen voz, pero sin necesidad de decir nada”, explica Rothwell. Mike White, creador de The White Lotus, consideró que al personaje le quedaba mucho por decir. Y que ella era la persona perfecta para regresar a la serie y mantener a la trama vinculada con el relato original, como ocurrió en la segunda temporada con la hilarante Tanya de Jennifer Coolidge. En esta ocasión, Belinda llega a este hotel tailandés en un rol más cercano al de cliente. Su intención es observar y tomar notas sobre los altos estándares de calidad del recinto, mientras se prepara para lanzar su propio negocio en la industria del bienestar, como soñaba al principio de la serie. Este nuevo entorno y contexto permiten que tanto el guion como la actriz muestren nuevas facetas del personaje. Es desde el principio uno de los favoritos de la audiencia.

“Esta vez, el conflicto de los personajes nace al viajar a un lugar en donde buscan conectar con su lado espiritual y, en cambio, se encuentran con que deben enfrentarse a sus impulsos más primarios”, define White, también durante un descanso del rodaje. Natasha Rothwell emplea una curiosa metáfora para explicar cómo ha sido volver a trabajar con él: “Es como dormir tu manta favorita”, comenta. “Es interesante meterse en el mismo personaje por segunda vez, pero lo que es realmente una delicia es estar en el mismo barco que él maneja. Es el más hábil en este tipo de narrativa que desarrolla la serie: personajes ricos en emociones, historias complejas, con matices y con moraleja. Y es todo un alquimista de actores, sabe cómo crear repartos con química”.

Su compañera de reparto Carrie Coon (La edad dorada, The Leftovers), una de las actrices que se incorpora en esta tercera temporada, le dio una descripción de cómo se siente un actor al encarnar al mismo personaje de nuevo. “Dijo que es como ponerse un traje de baño mojado: te queda bien y empiezas a moverte. Aunque te vas a sentir genial, va a ser un poco complicado al principio”, recuerda Rothwell.

“Esta temporada veremos a Belinda explorar quién es. Y esa idea de fe y espiritualidad que impregna toda esta temporada va a estar reflejada en ella”, comenta la estadounidense. No es una nueva Belinda, es la misma en su esencia más pura. Porque una de esas moralejas de The White Lotus recuerda que no importa lo lejos que viajes, tu realidad interior será prácticamente la misma. “De hecho, cuando cambias de aires es cuando eres más fiel a ti mismo. Al menos a mí me pasó”, argumenta. “Cuando era veinteañera, me fui un año entero a vivir a Tokio. Pensé que iba a ser genial y que iba a huir de mis problemas. En realidad, me sentí como un pez fuera del agua, y a la vez me conocí mejor que nunca”, comenta Rothwell.

“Creo que el público, de la misma manera que se identificó con Belinda en la primera temporada, va a ver en ella a una especie de oasis entre gente no muy agradable. El arco argumental del personaje es coherente en ese sentido. Ella es un lugar seguro en el que el público puede apoyarse siempre”, dice Rothwell. Para la intérprete estadounidense, que su personaje incorpore esta vez tantos matices nuevos es una bendición: “No es algo sencillo de encontrar siendo una mujer negra en Hollywood, donde muchos de nuestros personajes están tan limitados en lo que se refiere a mostrar emociones más complejas”, confiesa. Durante cinco temporadas, fue una de las protagonistas de Insecure, también en HBO / Max, con un personaje hilarante, que llevaba la comedia al extremo. “Para muchos mandamases de la industria era lo único que sabía hacer. Así que Mike y The White Lotus me salvaron en cierto modo”, asegura.