‘La luz que no puedes ver’ y el resplandor de las conexiones humanas en medio de la guerra

Marie-Laure es una joven francesa ciega que huye con su padre del París ocupado por los nazis con un valioso y poderoso diamante. Ambos se refugian en casa del tío abuelo de Marie, un veterano de guerra miembro de la resistencia francesa que realiza transmisiones clandestinas de radio. Werner es un soldado alemán entrenado para rastrear emisiones de radio ilegales. Una emisora de onda corta conectará a los dos jóvenes en la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial. Su historia de supervivencia es la que narra La luz que no puedes ver, la miniserie de cuatro episodios de Netflix que adapta la novela con la que Anthony Doerr ganó el premio Pulitzer en 2015.

Steven Knight (Peaky Blinders) es el encargado de adaptar esta historia sobre el poder de la conexión y la resiliencia humana. Para el director Shawn Levy, realizador de comedias como Noche en el museo, películas de acción como Free Guy y El proyecto Adam y uno de los directores principales de la serie Stranger Things, esta era su primera experiencia en un drama de época. “Leí el libro por gusto y me pareció cautivador, precioso y lleno de ideas y emoción. Me encantaba la oportunidad de hacer algo visualmente lujoso, pero también contar una historia de personajes y muy emotiva con ideas con las que yo conectaba”, explicaba el director en una entrevista con EL PAÍS por videollamada a finales de agosto.

Al afrontar una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial, lo más complicado para Levy fue representar de forma verosímil el tiempo y el espacio en el que transcurre la acción. “Necesité más investigación y trabajo de preproducción. Yo hago Stranger Things, que también es una serie de época, pero es más fácil porque yo vivía en los ochenta, pero no viví en Europa en los años treinta y cuarenta”, resume. La serie recrea la llegada de los nazis a París y una Saint-Malo con el ejército alemán a punto de cruzar sus murallas. Aunque La luz que no puedes ver no es una serie bélica, la guerra está muy presente. “Es un cliché y cualquier director te dirá lo mismo, pero es muy divertido para un director pintar en un campo enorme. Los efectos visuales y el espectáculo que se monta para recrear una guerra es gigante. Me permitió pintar con pinceladas grandes, pero también te fuerza a recrear las cosas de una forma que respete la historia”, explica el director.

Parte fundamental de la serie son sus personajes y los actores que se encargan de llevarlos a la pantalla. Para el papel protagonista de Marie-Laure, Levy quería actrices, una niña y una joven, que fueran ciegas o con una importante discapacidad visual. “Me parecía que éticamente era lo correcto dejar que personas ciegas representaran su propia experiencia, además de que me parecía que mejoraría la serie. Hay muchas películas y series con gente que simula una discapacidad, y a veces está bien que sea así, históricamente ha sido la norma. Pero encontré a estas dos chicas, que son cautivadoras y muy talentosas y supe que aportarían autenticidad a la experiencia de la ceguera de una forma instintiva y profunda que mejoraría la serie”, relata Levy.

Para encontrar a Marie-Laure, la serie lanzó un casting global abierto. La profesora que enseñó a la estadounidense Aria Mia Loberti a manejarse con el bastón se enteró de la convocatoria y pensó que su antigua alumna podría encajar en el papel. Loberti estudiaba un doctorado en retórica antigua y no tenía experiencia como actriz. Levy recuerda cómo la joven se presentó caracterizada y vestida con la ropa de su abuela y logró un acento británico “impecable”. “Tiene la inteligencia y la fuerza interna que encaja con el personaje. Todavía no era genial actuando, pero tenía el instinto correcto y yo veía que ella quería mejorar y era capaz de trabajar para ello. Por eso le di el papel”, recuerda Levy. Para el personaje en su infancia, eligieron a la también inexperta Nell Sutton, una niña galesa con glaucoma congénito que cuando se grabó la serie tenía solo siete años.

Aria Mia Loberti empezó a ir al rodaje un mes antes de que comenzaran a grabar sus escenas para que se acostumbrara a la vida en un set, un espacio normalmente lleno de cables, cámaras y gente de un lado a otro. El lugar se adaptó para las necesidades de Loberti y Sutton y contaron con un consultor de accesibilidad y ceguera para aconsejar tanto en los guiones como en el trabajo del día a día. La propia Aria Mia Loberti ayudó a dar más credibilidad a su personaje. “Cada día había algo en los guiones o en alguna escena que Aria me decía, ‘Shawn, esto no es muy realista’. Eran pequeñas cosas como: ‘Si voy cada día a un ático para emitir en una radio, me conocería perfectamente la habitación, y más si vivo sola. Si vivo con alguien, pueden mover la silla o la mesa, entonces quizá necesitaría el bastón, pero si vivo sola y estoy en mi propia casa, conozco el camino. No necesito el bastón ni las manos delante de mí”, recuerda el director.

Junto a actrices novatas, actores con gran experiencia. Mark Ruffalo encarna al padre de Marie-Laure, y Hugh Laurie, a su tío abuelo, un veterano de la Primera Guerra Mundial que vive recluido en su casa. “Elegimos a Mark Ruffalo porque la relación entre padre e hija es central en la historia, especialmente para mí, que tengo cuatro hijas y estaba muy interesado en esa relación. Mark podía aportar ese lado paternal y una calidez conmovedora, incluso aunque el personaje no sea de los que dicen 500 veces ‘te quiero’, pero Mark lo hizo tremendamente afectuoso. A Hugh Laurie creo que nunca le hemos visto en un papel así. Siempre es guay, guapo, fuerte. Y me encantaba la idea de que interpretara a alguien que prácticamente está paralizado por su trauma y que poco a poco vuelve a la vida”, describe Shawn Levy.

Para el papel de Werner, el joven alemán captado por las fuerzas nazis para aprovechar sus habilidades con la radio, el elegido fue el actor Louis Hofmann, conocido por su papel en la serie Dark, mientras que Lars Eidinger (Babylon Berlin) interpreta a Von Rumpel, un oficial de la Gestapo obsesionado con encontrar el diamante que esconden padre e hija.

Aunque los personajes de La luz que no puedes ver son, sobre todo, franceses y alemanes, la versión original está rodada en inglés. “Es verdad que, antes de grabar, hablamos mucho sobre el lenguaje, pero el libro se escribió en inglés y Netflix es global, pero pensé que habría que hacerlo en el idioma de la sección mayor de la audiencia. También hablamos mucho sobre los acentos, y fue una decisión dura. Al final decidimos hacerlo como en la serie Chernobyl, donde los rusos hablan con un tipo de acento británico. Mi esperanza es que, si la serie es buena, la gente piense sobre los acentos en los primeros 10 minutos y luego simplemente siga a los personajes”, explica el director.

La producción, en líneas generales, respeta la novela, pero los lectores encontrarán algunos cambios, como el desarrollo del personaje de Etienne. “El libro, como todos los libros, tiene mucho de reflejo de la vida interior de los personajes, pero nosotros decidimos no incluir una voz en off, así que tuvimos que adaptar algunas dinámicas entre personajes para mostrar mayor vida externa”. Además, crearon una trama y nuevos personajes para que Werner interactuara en Saint-Malo con otros soldados alemanes que añadiera tensión a su misión de encontrar a la chica. “La luz que no puedes ver muestra que es posible perseverar en el optimismo y la bondad del espíritu humano incluso aunque el mundo a veces sea oscuro, decepcionante y cruel”, remata el director.

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