Aimar Bretos y Víctor Olazábal investigan la historia de una persecución de más de una década a un ‘mosso’ en el ‘caso Macedonia’

Hay historias que es imposible condensar en las algo más de mil palabras que ocupan la página de un periódico o en los minutos que dura un reportaje radiofónico. La del subinspector José Ranea es una de ellas. Está conectada con el caso Macedonia, que pasó de ser, en apariencia, el gran escándalo de corrupción de los Mossos d’Esquadra a quedar en un puñado de absoluciones y sentencias mínimas. Las tesis del juez Joaquín Aguirre prometían acabar con la corrupción policial conectada con el tráfico de drogas, pero el caso se fue desmontando poco a poco hasta quedar en nada en 2022. Fue el propio acusado, Ranea, quien se convirtió en principal investigador de la causa para demostrar su inocencia. El relato de lo que ocurrió en esos 13 años construye un podcast informativo caso Macedonia: historia de una persecución, en el que Aimar Bretos y Víctor Olazábal, director y subdirector de Hora 25 de la Cadena SER, respectivamente, recorren esta causa.

“Era un caso tan complejo, tan enrevesado, con tantas personas y cuerpos policiales implicados, que era imposible contar en un formato más breve”, comenta este jueves Olazábal por teléfono desde la sede madrileña de la emisora. El testimonio de su protagonista, en la que es la entrevista más amplia que ha concedido hasta el momento, muestra a una persona “devastada, pero liberada, que necesita reivindicarse”, comenta Bretos.

Este reportaje sonoro de tres episodios de entre 15 y 30 minutos cada uno cuenta con el testimonio de otros protagonistas de la investigación y de quienes más de cerca la siguieron. El contenido se ha emitido íntegro en el programa Hora 25 de la Cadena SER este jueves a las 22.00. Después, puede escucharse los tres episodios en SER Podcast, en plataformas de audio y en cadenaser.com. Los testimonios de periodistas especializados próximos al caso como Andrea Villoria, de Cadena SER, Jesús García Bueno, redactor de EL PAÍS, y Carlos Quílez ayudan a construir el relato.

Un coche interceptado en 2009 fue lo que hizo estallar la trama. La Guardia Civil encontró en él 40 paquetes de un kilo cada uno de lo que se creía que era cocaína. Solo uno lo era. El resto resultó azúcar y yeso. El juez no lo creyó y pensó que los agentes habían dado el cambiazo. La macrocausa que inició tenía como objetivo a Josep Luis Trapero, en ese momento jefe de investigación de los Mossos d’Esquadra. Las pesquisas van desmontando las débiles teorías de Aguirre.

Tras miles de horas de escuchas telefónicas, quedó el nombre de un policía todavía por investigar: José Ranea, subinspector de los Mossos que mantenía relaciones con confidentes. El caso Macedonia se convirtió en la historia de la persecución de un hombre que tuvo que enfrentarse a la investigación de su vida: su propio caso. Él mismo lo cuenta en la segunda de las entregas. Habla de una detención ilegal, aislado durante cinco días de octubre de 2010, tratado como si fuera un terrorista, define él mismo. Coincidió en el módulo de la cárcel en el que pasó dos meses con gente a la que él mismo había metido en prisión. Perdió de golpe años de vida y más de 30 kilos. Y casi la vocación policial, que finalmente le ayudó a lograr la libertad.

Pero en su tiempo en la cárcel comenzó a trazar su propia defensa, a partir de las mismas grabaciones telefónicas que estaban colaborando a su acusación. Al salir en libertad, se pasó un año y medio escuchando los registros sonoros. ¿Por qué no estaban en los informes de asuntos internos las llamadas que debilitaban la teoría del juez?, se preguntaba. “Los periodistas que intervienen, sí que tienen muy claro qué pasó y por qué pasó”, apunta Bretos.

En septiembre de 2022, la Audiencia de Barcelona hizo pública la sentencia del caso, que se saldó con absoluciones para la mayoría de los 17 acusados y con penas mínimas para el resto por tráfico de drogas. Para Olazábal, “lo primero que te genera Ranea es un impacto visual, al ver en un tipo tan grande físicamente que, cuando empieza a recordar, se nota que está claramente dolido”. “La sentencia no es firme y sigue habiendo un punto de tensión en él. El audio transmite la emoción perfectamente. En otro formato, esta entrevista habría perdido muchos matices”, defiende Bretos.

Además del juez Aguirre, el podcast recuerda a otros grandes personajes, como el confidente Manuel Carbajo. “Esta historia trasciende a Ramea y cuenta cómo tenían que relacionarse los policías de investigación con los confidentes. Es un problema que ya no es tal, porque ahora ya está regulado y protocolizado”, explica el director de Hora 25.

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