Gary Lineker se reincorpora a la BBC
La corporación pública se compromete a revisar sus reglas sobre el uso que sus colaboradores pueden hacer de las redes sociales
Gary Lineker ha sido el claro vencedor en su pulso a la BBC por el intento de la corporación pública de censurar las opiniones en las redes sociales del popular exfutbolista y presentador. Pero ambas partes deseaban reconducir y recomponer un conflicto que había puesto en entredicho la credibilidad e independencia del ente y que había provocado un debate nacional de dimensiones insospechadas.
El director general, Tim Davie, responsable último de la decisión de suspender a Lineker de su puesto al frente del programa Match of the Day (El Partido del Día), ha anunciado que habrá una revisión, llevada a cabo por un experto independiente, respecto a las reglas editoriales de la cadena en lo que se refiere al uso de las redes sociales por parte de sus empleados, con especial énfasis en la zona gris que suponen colaboradores fuera de plantilla como Lineker, con casi nueve millones de seguidores en Twitter.
“La imparcialidad es importante para la BBC. Y es importante para la audiencia”, dice el comunicado emitido por Davie, en el que admite que “existe un difícil equilibrio a la hora de lograrla [la imparcialidad], cuando las personas están sujetas a distintos contratos o posiciones en antena, y con audiencias y perfiles diferentes en las redes sociales”.
La BBC y el propio Lineker han anunciado la inmediata reincorporación del presentador, después de un turbulento fin de semana en el que la inmensa mayoría de los periodistas y colaboradores deportivos de la cadena han abandonado sus puestos, en solidaridad con el exfutbolista, y han provocado que la programación se redujera a mínimos o fuera cancelada.
“Después de unos pocos días surrealistas, me complace anunciar que hemos encontrado un modo de navegar este conflicto. Quiero agradecer a todos el increíble apoyo recibido, sobre todo a mis colegas de BBC Deportes, por su excepcional muestra de solidaridad. El fútbol es un deporte de equipo, pero su respaldo fue enorme”, ha escrito Lineker en su cuenta de Twitter. “A pesar de lo difícil que han sido estos días, no tiene comparación con tener que huir de tu hogar por persecuciones o guerras, para buscar refugio en una tierra lejana. Es reconfortante ver la cantidad de empatía hacia ellos demostrada por todos vosotros”, concluía.
A final thought: however difficult the last few days have been, it simply doesn’t compare to having to flee your home from persecution or war to seek refuge in a land far away. It’s heartwarming to have seen the empathy towards their plight from so many of you. 3/4
— Gary Lineker (@GaryLineker) March 13, 2023
El exfutbolista, presentador y estrella mediática había vuelto a enfurecer a los diputados del Partido Conservador y a muchos opinadores de la prensa de derechas con un tuit en contra de la nueva política de inmigración del Gobierno de Rishi Sunak. Comparaba el lenguaje empleado por la ministra del Interior, Suella Braverman, con el utilizado en la Alemania nazi de los años treinta. Braverman había descrito como una “invasión” la creciente llegada de inmigrantes irregulares a las costas británicas.
Llovía sobre mojado. Gary Lineker ya se había enfrentado con el universo tory en las redes sociales a cuenta del Brexit —estaba en contra—, o de las donaciones de oligarcas rusos a la formación política. Esta vez, creyó Davie, era necesario un pequeño escarmiento. El presentador fue suspendido de su puesto al frente del programa “mientras se discutía su uso de las redes sociales”. Aunque su condición laboral es de colaborador —con un contrato anual de 1,5 millones de euros— en el área de entretenimiento y, por tanto, no está sujeto a las reglas impuestas a los periodistas de la cadena, el propio Davie se inventó en su momento la llamada “cláusula Lineker”, consciente del predicamento que podía tener el presentador. La cláusula imponía a los colaboradores la obligación “de no tomar partido en las cuestiones partidistas o en las controversias políticas”.
Ola de solidaridad
No resultó tan fácil, sin embargo, intentar amonestar a Lineker. El exfutbolista no se retractó de sus comentarios. Y desató una ola de solidaridad que pilló desprevenida a la dirección de la BBC. Uno tras otro, los presentadores y colaboradores deportivos del ente anunciaban que no saldrían en antena, como muestra de solidaridad con su compañero. Match of the Day, una fórmula perfecta que durante años ha combinado el resumen de cada partido de la jornada con los comentarios de los analistas, se redujo a una breve emisión de 20 minutos con las mejores jugadas. Football Focus o Final Score, otros dos espacios deportivos populares de la cadena, debían ser reemplazados por programas enlatados de los archivos del ente.
La ola de simpatía de muchos aficionados, que llevaron a los estadios carteles de apoyo —”Estoy con Gary. Los inmigrantes son bienvenidos”— puso en alerta al Gobierno conservador, que en un principio había dejado a sus diputados incrementar las presiones sobre la BBC para que reprendiera a Lineker e incluso había jaleado la campaña. A través de un portavoz, el primer ministro, Rishi Sunak, tomaba distancia, elogiaba a Lineker como “un gran futbolista y un presentador de talento”, y aseguraba que se trataba de un asunto interno en el que el Ejecutivo no entraría, aunque “confiaba en que se resolviera lo antes posible”. El ministro de Economía, Jeremy Hunt, que había exigido a Lineker disculpas públicas por sus comentarios, ya no las pedía este domingo por la mañana, presionado por los periodistas, y también remitía la solución del asunto al criterio de la BBC.
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