_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘La casa del dragón’: si te afliges, te aflojan

Mañana comienza la precuela de ‘Juego de tronos’, y la campaña de promoción amenaza con superar a lo promocionado

Milly Alcock y Emily Carey, en 'La casa del dragón'.
Milly Alcock y Emily Carey, en 'La casa del dragón'.
Sergio del Molino

“Como te ven, te tratan, y si te ven mal, te maltratan”, dice Mirtha Legrand, la gran diva de la tele argentina, en la promo de HBO para Latinoamérica de La casa del dragón, la serie que sigue el universo expandido de Juego de tronos. Es un viejo tropo maquiavélico sobre el poder: el gobernante que duda y tiembla, pierde la cabeza. La única forma de mantenerla sobre los hombros es llevarla bien alta y no ceder jamás. Por eso Hamlet no podía suceder a su padre, el rey, porque dudaba. “Si te afliges, te aflojan”, decía el dictador panameño Omar Torrijos, que de intrigas de poder sabía mucho más que la familia Targaryen.

Para retomar Juego de tronos, sus creadores tiran de analepsis y se van dos siglos atrás, porque el horrendo final de la serie nodriza no les dejó mucho margen para imaginar el futuro de Westeros. A partir de mañana, en cómodos episodios de más de una hora, nos van a contar la decadencia de los Targaryen, que vienen a ser una especie de nazis con dragones. No soy capaz de predecir éxitos o fracasos para esta serie, pero que uno de sus showrunners, Ryan J. Condal, la haya definido como “drama familiar shakespeariano” no es un buen augurio.

Es curioso que a los guionistas no se les caiga Shakespeare de la boca pero nunca se acuerden de Richard Wagner, cuyos mitos se plagian en las novelas de Martin. Juego de tronos triunfó por el porno y la crueldad, y luego ya se convirtió en otra cosa (shakespeariana tan solo en la medida en que gran parte del reparto era británico y de formación teatral). Esta serie anuncia melodrama cursi y efectos especiales. Si se aflige, la aflojarán. Como sucede otras veces, la promo amenaza con superar lo promocionado. Mirtha Legrand mola mucho más que los Targaryen.

Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Sergio del Molino
Es autor de los ensayos La España vacía y Contra la España vacía. Ha ganado los premios Ojo Crítico y Tigre Juan por La hora violeta (2013) y el Espasa por Lugares fuera de sitio (2018). Entre sus novelas destacan Un tal González (2022), La piel (2020) o Lo que a nadie le importa (2014). Su último libro es Los alemanes (Premio Alfaguara 2024).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_