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La emprendedora que saca de las carreteras los coches que vendió su bisabuelo

Eva Romagosa es cofundadora de la tecnológica de transporte corporativo flexible BusUp junto a otros descendientes de negocios familiares del sector

Patricia Coll Rubio
BusUp
Eva Romagosa.Dani LC

La entrada de plataformas como Blablacar, Uber o FlixBus ha puesto en jaque a los negocios tradicionales de transporte. Además del taxi, otro negocios afectado por la entrada disruptiva de estas empresas tecnológicas es el del autocar corporativo para el transporte de empresas y centros educativos. Con el objetivo de “innovar desde dentro del sector, antes de que otro lo haga desde fuera”, Eva Romagosa (Barcelona, 1978) y sus compañeros de máster Rui Stoffel y Alex Canals, fundaron hace cinco años la empresa tecnológica de transporte corporativo flexible BusUp.

La emprendedora considera que su proyecto, impulsado por “descendientes jóvenes de empresas tradicionales relacionadas con el transporte” es una buena muestra de “cómo cambian los tiempos”. Canals es consejero delegado de las empresas familiares de alquiler de autobuses y microbuses Canals y Avant Grup. Romagosa es bisnieta de uno de los pioneros en el negocio de concesionarios de vehículos en Barcelona. Tanto ella como Canals están orgullosos de la apuesta de BusUp por la “movilidad sostenible”. “Me hace gracia pensar que nuestro modelo de negocio se basa en quitar de la carretera los coches que introdujeron nuestros antepasados, cuando se pasó del transporte a caballo al automóvil”, reconoce Romagosa quien, sin embargo, matiza que “el coche en sí no es malo, lo malo es abuso”.

BusUP se apoya en la tecnología para ofrecer un servicio integral de transporte corporativo flexible y compartido a través de una plataforma que conecta a la empresa, el pasajero, el conductor y el operador. Su sistema está basado en inteligencia artificial, con algoritmos de creación y optimización de rutas.

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Nuevas tecnologías e innovación en la gestión de flotas y movilidad corporativa

Antes de la pandemia, BusUp ya ofrecía opciones flexibles a la hora de organizar el transporte corporativo compartido, pero ahora esta opción ser ha convertido la piedra angular de su modelo de negocio. “Con el teletrabajo, las personas se han dado cuenta de que ir a la oficina tiene un coste personal muy alto en tiempo y recursos. Algunos incluso se han vendido el coche mientras estaban en ERTE. Si queremos incentivar la vuelta, en beneficio de la innovación y la creatividad, tenemos que facilitarles el desplazamiento, con soluciones cómodas y sostenibles”, explica su cofundadora.

Próxima parada: Estados Unidos

Con más de 100 clientes corporativos y medio millón de pasajeros en Europa y Latinoamérica, BusUp tiene ahora como “prioridad máxima” la entrada en Estados Unidos, tras cerrar una ronda de cinco millones de euros liderada por el fondo de inversión Proeza Ventures y respaldada por el fondo de capital riesgo estadounidense Autotech Ventures. “Los inversores creen que tiene mucho recorrido porque el futuro es el trabajo flexible con el servicio compartido como quintaesencia la sostenibilidad”, celebra.

La “combinación integrada” de soluciones de movilidad es el camino a seguir, en opinión Romagosa. El funcionamiento de BusUp, donde “los pasajeros viajan en el autocar pero utilizan soluciones de micromovilidad como el patinete o la bicicleta para el desplazamiento de última milla”, es un primer paso. “Vamos a un mundo con ofertas modales integradas que permitan la combinación de sistemas de transporte”, vaticina.

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Sobre la firma

Patricia Coll Rubio
Es colaboradora de Tecnología en EL PAÍS. Doctora en Comunicación, es directora del grado en Periodismo y Comunicación Corporativa en Blanquerna (Universitat Ramon Llull).

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