La revista satírica ‘El Jueves’ deja de editarse semanalmente por los costes del papel

Desde 1977, la revista satírica El Jueves ha acudido sin falta a su cita semanal en los quioscos. Durante los primeros números se vendía los viernes, pero muy pronto cambiaron al miércoles y adoptaron el que sería su lema, “la revista que sale los miércoles”. Sin embargo, el próximo miércoles 1 de febrero será el primero en el que no se podrá encontrar ahí tras 45 años de andadura. La publicación ha anunciado con una tira cómica que deja de editarse cada semana por los costes del papel, y que seguirá haciéndolo de manera mensual, así como en la web.

“Atención, tenemos que contaros una cosa que nos ha pasado”, arranca la viñeta de la revista, que pertenece a RBA Editores. Con su tradicional estilo desenfadado, el cómic explica que han subido mucho los costes del papel, que se están acabando las reservas que habían comprado y que se hace imposible continuar con el ritmo de publicación semanal tradicional. “Es el fin de una era. Pero empieza otra”, prosigue el texto. A partir del 8 de febrero, aparecerá una versión mensual.

El nuevo El jueves tendrá 144 páginas frente a las 76 actuales (excepto los especiales, de 92 páginas) y estará cosida a lomo y no a grapa como ahora, con un aspecto más de libro, aunque guardando sus portadas características. Seguirá dedicada a temas de actualidad y conservará el tono que la ha hecho popular.

El cambio de periodicidad, según ha explicado a este diario el director de El jueves, Guille Martínez-Vela, es una forma de reducir costos ante el aumento del precio del papel y también por la situación de crisis de los quioscos. En todo caso, ha recalcado el director, la periodicidad mensual es para la revista en papel, mientras que la edición digital de El jueves seguirá ofreciendo contenidos cada semana, de forma que el fan de la publicación pueda tener “su dosis semanal de El jueves”. Será una “avanzadilla” de contenidos, un avance de lo que aparecerá en el papel ese mes. “Los autores entregarán material semanalmente”, ha añadido Martínez-Vela.

“Es un cambio, que tiene sus cosas positivas”, ha señalado sobre la medida. “Ser semanal obliga a un trabajo muy intenso, mientras que una publicación mensual se puede permitir no ser tan dependiente de la actualidad”. El nuevo El Jueves seguirá saliendo los miércoles, aunque a partir de ahora sólo uno al mes.

El semanario se edita en Barcelona y fue uno de los pioneros en hacer cómic adulto en España durante la apertura vivida en los inicios de la Transición, al igual que otros ya desaparecidos como El Víbora o Cairo, continuadores de la tradición de La Cordorniz, que abrió camino durante el franquismo.

La revista hace crítica de la actualidad, sobre todo política, desde un punto de vista satírico y mordaz. En los últimos años, sus humoristas se han visto implicados en varios procesos judiciales. Uno de los más graves ocurrió en 2007, cuando un juez secuestró una portada del semanario y llevó a sus responsables al banquillo. En ella se retrataba al por entonces todavía príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y a su esposa Letizia Ortiz manteniendo relaciones sexuales. El chiste aludía al cheque bebé que por aquel entonces aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE): los príncipes estaban poniéndose las pilas para tratar de optar a la ayuda estatal.

El juez Del Olmo pidió que se secuestrara la portada, algo que a la revista le ocurría por tercera vez (las otras dos ocasiones tuvieron lugar en 1977, en su primer número y en el séptimo). Finalmente, Manel Fontdevila y Guillermo Torres, responsables de la portada, fueron condenados por un delito de injurias al Príncipe Heredero, previsto en el artículo 491.1 del Código Penal, por el magistrado José María Vázquez Honrubia, quien condenó a cada uno de los caricaturistas a pagar una multa de 3.000 euros.

También han protagonizado algunas polémicas. Una de las más recientes ocurrió en 2021, cuando el partido ultraderechista Vox señaló a Ricardo Rodrigo Amar, el presidente de RBA, después de que El Jueves difundiese una serie de viñetas críticas contra varios de sus máximos dirigentes. Vox publicó el nombre y cargo del editor, ha acusado a la revista de difundir “odio contra millones de españoles” y apuntó que a partir de ahora entienden que “es posible” que muchos de esos ciudadanos le exijan “responsabilidades” cuando le vean salir de su despacho en Barcelona.

En junio de 2014 hubo otra polémica con la Monarquía. Varios miembros de la redacción difundieron una portada en la que se hacía una caricatura del rey Juan Carlos imponiendo una corona sucia y maloliente a un Felipe arrodillado y temeroso. Sin embargo, la portada que llegó a los quioscos esa semana (y que se retrasó un día con respecto a la fecha de publicación habitual) mostraba una caricatura del entonces líder de Podemos, Pablo Iglesias. Diferentes personas acusaron entonces a la editora de censurar la portada original.

En 2002 la revista alcanzó especial notoriedad internacional por la polémica originada a causa de una portada en la que el político y militar israelí Ariel Sharon aparecía retratado con rasgos porcinos y una esvástica.