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La justicia británica inicia el proceso contra Kevin Spacey por cuatro agresiones sexuales

El juez ha comunicado al actor los cinco cargos a los que se enfrenta, y le ha dejado en libertad sin fianza. La próxima vista será el 14 de julio

Kevin Spacey, a su llegada este jueves al Tribunal de Magistrados de Westminster, en Londres
Kevin Spacey, a su llegada este jueves al Tribunal de Magistrados de Westminster, en LondresNEIL HALL (EFE)
Rafa de Miguel

Una enorme masa de reporteros, fotógrafos y camarógrafos se ha arremolinado este jueves, a las diez de la mañana (once, hora peninsular española), en torno a Kevin Spacey (62 años). El actor estadounidense —traje azul pálido, zapatos de ante verde, corbata oscura― mantenía el tipo a su llegada a los Tribunales de Magistrados de Westminster, en Londres. En esa ciudad vivió durante los 11 años (2004-2015) que dirigió la compañía de teatro The Old Vic. Y allí se le vio por última vez públicamente, después de sus problemas con la justicia estadounidense.

Era una vista preliminar, en la que se ha comunicado al actor las cuatro acusaciones por agresión sexual vertidas contra él por la Policía Metropolitana de Londres, más un quinto cargo que implica penetración no consentida a otro hombre. Los supuestos abusos habrían ocurrido entre 2005 y 2013. Dos de ellos, al menos, en Londres y uno en la localidad de Gloucestershire. Las presuntas víctimas serían tres varones.

Libertad sin fianza

Durante esta primera sesión, que da inicio al proceso contra Spacey en los tribunales británicos, el juez Tanweer Ikram ha permitido al actor quedar en libertad sin fianza. Solo en el caso de que no compareciera en la próxima vista, prevista para el 14 de julio en el Tribunal de la Corona de Southwark (Londres), haría frente a una orden de arresto.

Spacey no ha sido requerido, en su primera comparecencia, a declararse inocente o culpable. Su abogado, Patrick Gibbs, ha insistido en sala, sin embargo, en que “el actor niega firmemente cualquier actividad delictiva en este caso”.

Media hora de comparecencia en la que el actor ha llegado a esbozar una media sonrisa cuando el juez se ha dirigido a él como Sr. Fowler. Su nombre completo, leído en sala, es Kevin Spacey Fowler. “¿Cómo desea que nos dirijamos a usted?”, le ha preguntado el magistrado. “Cualquiera de las dos fórmulas vale”, ha respondido.

El Servicio de Fiscalía la Corona (CPS, Crown Prosecution Service) del Reino Unido anunció el pasado 26 de mayo su decisión de procesar por cuatro delitos de abuso sexual al actor. “Asímismo, también ha sido acusado de obligar a una persona a realizar una actividad sexual con penetración sin su consentimiento. Todos los cargos son el resultado de la revisión final de las pruebas recabadas por la Policía Metropolitana durante su investigación”, explicó entonces Rosemary Ainslie, jefa de la División de Delitos Especiales de Scotland Yard.

El teatro Old Vic de Londres, del que Spacey fue director artístico desde 2004 a 2015, pidió disculpas a los ciudadanos después de revelar que había recibido hasta veinte quejas contra el actor por comportamiento inadecuado. El diario tabloide The Sun publicó en septiembre de 2020 fotos de Spacey en bicicleta por las calles londinenses, con un anillo de casado.

La estrella, protagonista de películas legendarias como Glengary Glenn Ross, Sospechosos Habituales, L.A. Confidential, American Beauty o la serie House of Cards, reveló públicamente en 2017 que era gay, poco después de que el actor Antony Rapp le hubiera acusado de violarle cuando tenía 14 años, en 1986. Spacey tenía entonces 26. Al finalizar una fiesta, contó el actor de Star Trek Discovery a la página web de noticias Buzzfeed News, Spacey saltó a su cama e intentó abusar de él. Fue el caso Weinstein, y el movimiento que generó el MeToo, lo que animó a Rapp a dar el paso. A partir de esa primera acusación, hasta treinta hombres más aseguraron que habían sido víctimas de los abusos sexuales del actor.

Durante los últimos años, algunos de los procesos contra Spacey han finalizado con sobreseimiento, por prescripción de los delitos o porque las partes acusadoras o la Fiscalía decidieron retirar los cargos. A través de demandas en la jurisdicción civil, sin embargo, el actor ha tenido que pagar indemnizaciones por valor de varias decenas de millones de dólares. El 17 de julio de 2019 se cerró el último proceso penal contra el actor, cuando el masajista anónimo que le acusaba de abusos sexuales, falleció.

Una carrera truncada

La carrera del actor ha quedado prácticamente truncada a partir de todos estos escándalos. Spacey, además de ser considerado en su momento uno de los mejores intérpretes de su generación, fue un intenso activista político que apoyaba las causas de la izquierda estadounidense. Amigo personal del expresidente Bill Clinton, llegó a definir al político como un “faro de la democracia”.

La respuesta de Spacey a una industria que decidió darle la espalda tuvo dos fases. Una primera de contrición en la que pidió perdón por todo lo sucedido y abrazó su condición de homosexual, aunque negó hasta el final todas las acusaciones. Y una segunda de desafío, después de que se suspendiera la grabación de la sexta y última temporada de House of Cards y se eliminara toda presencia de Spacey en las promociones. En las navidades de 2018 lanzó un video en YouTube en el que resucitaba al maquiavélico político de la serie, Frank Underwood. Let Me Be Frank. Dejadme ser Frank, o Dejadme ser Sincero, en un juego de palabras provocador. Sin decirlo claramente, el actor jugó con una serie de frases en las que parecía cuestionar todas las acusaciones de los últimos años. “Les encantaría escucharme decir que todo fue verdad y que tengo lo que merezco. Qué fácil sería si todo fuera tan simple. Pero tú y yo sabemos que nunca es tan simple, ni en política, ni en la vida real”, dice el actor. 13 millones de personas han visto el video hasta la fecha.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.

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