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El barco que provocó el vertido de petróleo en la isla de Mauricio se parte en dos

La mayoría del fuel que quedaba aún en el carguero había sido extraído en los últimos días

Vista aérea del barco japonés MV Wakashio tomada el 15 de agosto.
Vista aérea del barco japonés MV Wakashio tomada el 15 de agosto.STRINGER (AFP)
José Naranjo

El barco japonés MV Wakashio, que el pasado fin de semana provocó un vertido de unas 1.000 toneladas de petróleo en el sureste de la isla de Mauricio, se ha roto en dos partes este sábado. El Gobierno aseguró el miércoles que prácticamente todo el fuel había sido extraído ya del interior del carguero, que encalló el pasado 25 de julio, aunque la catástrofe ecológica ya se había producido: unos 15 kilómetros de costa paradisíaca en los que hay una laguna, manglares y un parque marítimo quedaron inundados de chapapote pese a los esfuerzos de miles de voluntarios por impedirlo.

Era uno de los temores del Gobierno y este sábado se ha producido. El MV Wakashio, que navegaba con bandera panameña de China a Brasil cuando embarrancó en un arrecife de coral próximo a la costa de la isla de Mauricio, se ha roto en dos partes. Hace una semana, las autoridades ya habían advertido de la existencia de grandes fisuras en el casco, lo que precipitó los trabajos de extracción del crudo. El barco transportaba unas 4.000 toneladas, de las que 1.000 se vertieron el pasado fin de semana y al menos 2.500 fueron extraídas.

“Es posible que aún quedaran 166 toneladas de petróleo en el interior del barco, pero es difícil saberlo”, asegura Sunil Mokshanand Dowarkasing, asesor ambiental del Gobierno de Mauricio. La extracción del petróleo se llevó a cabo mediante bombeo desde los tanques hacia otros barcos abarloados junto a él o bien hacia helicópteros cuando las condiciones del mar no eran favorables. El Ejecutivo ha prohibido el acceso a la zona afectada por el vertido, incluso a los voluntarios que el pasado fin de semana se afanaban en limpiar chapapote en el manglar y la costa pese a la alta toxicidad de esta sustancia.

El derrame de crudo del MV Wakashio ya se considera una de las peores catástrofes ecológicas en la historia reciente de esta isla situada en el océano Índico. Desde el lugar donde encalló el barco, en Pointe d’Esny, la mancha negra se ha ido extendiendo hacia el norte alcanzando Bois de Amourettes. El Gobierno declaró el estado de emergencia ambiental hace una semana y recibió ayuda del Gobierno francés, material de contención y personal, enviada desde la cercana isla de Reunión. La naviera Mitsui OSK Lines, que usaba el barco de transporte, pidió perdón y se implicó en las tareas de extracción del crudo.

Los científicos creen que pasarán décadas hasta que la biodiversidad se recupere del todo. El ingeniero Vassen Kauppaymuthoo explicó que algunas especies no se recuperarán nunca. La Isla de las Garcetas, donde hay una estación biológica, y el parque marino Bahía Azul, que cuenta con 38 tipos de coral y 78 especies de peces, también se han visto afectados. “Es un golpe venenoso masivo al sistema”, dijo a Reuters el ambientalista Adam Moolna, “este petróleo generará efectos en cascada a través de las redes de la vida”.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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