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“La situación en Lleida se ha ido de las manos clarísimamente”

La epidemióloga Magda Campins admite su "preocupación" por la situación de Barcelona y advierte de que, desde el punto de vista de vigilancia epidemiológica, Cataluña no está preparada para una segunda ola

Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva del hospital Vall d'Hebron de Barcelona
Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva del hospital Vall d'Hebron de Barcelona
Jessica Mouzo

Magda Campins (Barcelona, 63 años) es la epidemióloga al mando del hospital más grande de Cataluña, el buque insignia de la sanidad catalana. Desde el Vall d’Hebron de Barcelona, el complejo sanitario que atendió más pacientes e ingresó más enfermos con covid-19 en las unidades de cuidados intensivos —3.400 personas con la enfermedad infecciosa, 355 de ellas en estado crítico—, Campins vigila la evolución de una pandemia interminable.

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Pintan bastos últimamente para Cataluña, admite. Los números no son buenos, sobre todo en Lleida, con varios focos descontrolados y la amenaza de un confinamiento domiciliario para frenar la transmisión. Campins apunta los fallos con dureza: faltó previsión y recursos para una mermada salud pública.

Pregunta. ¿Qué ha pasado en Lleida?

Respuesta. Probablemente, que no se había previsto que habría un volumen de personas que venía de fuera a trabajar en la fruta y en unas condiciones desfavorables y que podían estar infectados. No se previó. No se adoptó ninguna medida preventiva previa ni desde el punto de vista sanitario ni social. Y cuando se empezaron a detectar las infecciones, el seguimiento de casos y contactos era difícil porque algunos que tenían que estar en aislamiento se escapaban porque necesitaban un salario. Tanto desde la detección precoz como el seguimiento de casos ha sido difícil y los recursos en salud pública en Lleida son insuficientes.

P. El Govern insiste en que habían tomado medidas y estaba todo previsto.

R. Yo no sé lo que han hecho pero la situación es que esto se ha ido de las manos clarísimamente. Había que haber hecho PCR desde el principio y tener los casos ubicados.

P. ¿Por qué falló el rastreo?

R. En Lleida falló porque eran casos muy difíciles de seguir y los profesionales de salud pública necesitaban apoyo de asistentes sociales y mediadores para explicarles a estas personas lo que estaba pasado. Además, ha fallado la capacidad de salud pública para hacer este rastreo. Son nueve personas, un número absolutamente insuficiente para la magnitud del problema.

P. ¿En Barcelona también falla el rastreo?

R. En estos momentos que los brotes aumentan, va a ser absolutamente insuficiente. Alemania tiene muy bien dimensionado el personal para rastrear. Sus cálculos son unos 25 rastreadores por 100.000 habitantes. En Cataluña serían necesarios entre 1.500 y 2.000.

P. ¿Cataluña está preparada para una segunda ola?

R. Está preparada desde la capacidad de atención primaria para el diagnóstico precoz de casos, desde el laboratorio para hacer PCR, y desde los hospitales para afrontar los pacientes que ingresan. Pero no tendríamos que llegar a esa situación. Cataluña no está preparada desde el punto de vista de vigilancia epidemiológica, los recursos son absolutamente insuficientes y eso es lo más importante en la fase de contención. Para hacer una buena contención, es esencial una vigilancia epidemiológica potente.

“Los recursos en vigilancia epidemiológica son absolutamente insuficientes en Cataluña
Magda Campins, epidemióloga

P. ¿La segunda ola se adelantará al verano, en lugar del otoño?

R. Es difícil decirlo. Si logramos contener los brotes en las comunidades, no habría una segunda ola. Si esta capacidad no existe y empieza a haber transmisión comunitaria en muchas zonas, puede haber una segunda ola más pronto de lo que esperamos. Ahora vemos que el calor no es un factor que reduzca la transmisión.

P. ¿El confinamiento domiciliario es la única medida para contener la situación en Lleida?

R. No sé si es la única pero, tal y como está la situación, es la medida más eficaz para cortar de forma rápida la transmisión.

P. ¿Confinar es un fracaso en términos de gestión de una pandemia?

R. Quiere decir que las medidas anteriores no funcionan. En Lleida, las medidas más blandas no han estado implantadas al 100%. El confinamiento perimetral es para que el virus no se disemine por otras comarcas, pero allí sigue habiendo transmisión. Se tendría que haber hecho una buena trazabilidad de los contactos, PCR masivas a temporeros y en la comunidad. Todas esas cosas se han hecho parcialmente.

P. ¿El enredo jurídico que ha suscitado el caso de Lleida puede pasar factura a la salud?

R. Perder un día es mucho. El aumento de casos está siendo exponencial. Me gustaría saber qué argumentos han tenido los jueces para decir que no se implante esta medida. Aquí nos estamos jugando la salud de la población.

P. En Barcelona se registraron 257 casos solo el viernes, muy por encima de la media de la semana. ¿Está preocupada?

R. Sí, temo por Barcelona. Me cuesta creer que esto sea una cosa puntual del viernes porque, además, durante toda la semana, ha habido un aumento de casos en casi todos los distritos de la ciudad. Temo por Barcelona porque lo que me angustia es que Barcelona no tenga capacidad de trazar los contactos porque se colapse el sistema de salud pública.

“Temo que Barcelona no tenga capacidad de trazar los contactos porque se colapse el sistema de salud pública
Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva del Vall d'Hebron

P. ¿Cómo se hace para salir de esta?

R. Necesitamos mejor información a la población, que se dé información diaria, transparente y comprensible de lo que ocurre para que sean conscientes de que el problema no está solo en Lleida. La información es básica y ha habido una relajación de la población con las medidas de protección. Además, es urgente dotar y aumentar el número de personas que haga seguimiento a los contactos porque si no, ahora ya no vamos a ser capaces de hacer el seguimiento o lo haremos con retraso. Lo más importante es la información y los recursos en salud pública.

P. ¿Tiene miedo a lo que se viene encima?

R. Más que miedo, estoy preocupada. Estoy preocupada por toda España y por Lleida especialmente porque allí, aparte del brote, hay un tema social que tratar. Y me preocupan también las grandes ciudades por la densidad de población. La situación de España no es de tranquilidad.

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Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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