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“Somos el último recurso para la gente vulnerable”

Los 10 proyectos de innovación social premiados por la Obra Social La Caixa han ayudado a más de 10.000 personas

Un grupo de adolescentes durante un taller del proyecto Valorarte, en Granada.
Un grupo de adolescentes durante un taller del proyecto Valorarte, en Granada.

Condenan el bullying, pero ellos mismos insultan a compañeros, sin identificarlo como acoso. Critican la violencia machista, pero sus novios las obligan a darles sus contraseñas de las redes y ellas lo ven como algo normal. No se reconocen como víctimas, ni tampoco cuando son agresores. La ONG Integración para la vida (Inpavi) trabaja con adolescentes para prevenir y atajar la violencia. Esta y otras nueve iniciativas han sido las galardonadas en la quinta edición de los Premios a la Innovación Social, que ha entregado este jueves la Obra Social La Caixa.

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Presentaron su candidatura 460 proyectos. El jurado escogió 10, de los que se han beneficiado más de 10.000 personas. En ocasiones, estas organizaciones son el último recurso de quienes están en exclusión. “Hacéis efectivos los derechos de las personas vulnerables”, ha dicho la ministra de Sanidad, María Lusa Carcedo, este jueves durante la ceremonia de entrega. “La innovación tiene que servir a las personas”, ha recalcado Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria La Caixa. Las entidades recibirán 15.000 euros. También se ha concedido un accéssit, reconocimiento de segunda categoría, de 5.000 euros. Estos son algunos de los proyectos:

Valorarte

La ONG Inpavi trabaja con familias en riesgo de exclusión desde hace más de una década. “Tanto los adolescentes que ejercen violencia como quienes la sufren se valoran poco. Les ayudamos a hacerlo a través del arte. De ahí el nombre del proyecto”, explica Eva Pascual, de Inpavi. Trabajan en su sede, con un grupo de 50 chavales, y también en institutos. Ha sido premiada su delegación en Granada, donde el proyecto echó a andar hace un año. Han detectado anorexia; acoso escolar, presencial y a través de las redes; violencia machista; sexting —envío de mensajes sexuales— incluso en niños de 10 años. “También nos reunimos con las familias. Una actuación integral”, señala Laura Chaparro, una de los técnicos de los talleres. “Les escuchamos y proponemos juegos. Abordamos los temas con música, teatro… Notamos un cambio en ellos”, asegura.

Casas para víctimas de trata

La organización Hijas de la Caridad dispone de 21 viviendas en Zaragoza para dar un hogar a quienes se han quedado sin nada. Acogen a refugiados, víctimas de trata o personas vulnerables. “Uno de los pisos es para personas conflictivas que han echado de los albergues. Somos su último recurso”, explica Nieves García, una de las responsables del proyecto. “Tienen obligaciones y deben cumplir objetivos... Les damos cursos de cocina o costura, por ejemplo. Deben poner de su parte. El objetivo final es que puedan encontrar vivienda y trabajo por sí mismos”, dice García. Yoli fue una de las beneficiarias. “Estaba embarazada y era muy vulnerable. Había sido víctima de trata y gracias a su cooperación con la Policía Nacional fue posible desmantelar una red de explotación de mujeres”, indica.

Conciliación y empleo

“Trabajamos con familias monomarentales. Tienen muchas dificultades para formarse y encontrar trabajo porque no tienen apoyo para cuidar a sus hijos”, señala Teresa Arranz, coordinadora del proyecto de la Agrupación de Desarrollo los Molinos y la ONG Redes en Madrid. “Las participantes suelen ser inmigrantes, sin una red familiar”, añade. La iniciativa arrancó en 2015. Facilitan el acceso a ayudas sociales y la creación de grupos de apoyo entre ellas. Ya han participado unas 100 personas en cursos para manipular alimentos o ayuda a domicilio. Entre ellas, Silvia Eliza Eguez, madre de dos niños que sufrió violencia machista. “No es solo formación, también apoyo moral y psicológico”, relata esta mujer, que llegó a España de Bolivia hace 13 años. Le hablaron del proyecto en servicios sociales. “Mi situación era muy precaria. Gracias a los cursos encontré empleo”, cuenta. Aún mantiene los vínculos con sus compañeras. “Nos reunimos y nos apoyamos para cuidar a los niños”, concluye.

Las iniciativas galardonadas

Entre los premiados figuran proyectos que promueven la integración de personas con esquizofrenia en Madrid, emplean la realidad virtual 4D con pacientes en cuidados paliativos en Tarragona o dan formación para atender a ancianos en Bilbao. También han sido galardonadas una asociación que promueve la creación de redes vecinales en Barcelona, una iniciativa que busca familias que acojan a menores tutelados en vacaciones en Sevilla y Huelva, un proyecto que fomenta la educación intercultural en Barcelona y otro de resolución de conflictos para familias con hijos en riesgo de exclusión en Bilbao. El accésit ha sido para una organización que da medicamentos a personas vulnerables en Barcelona.

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