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Las Luminarias vuelven a caldear el ambiente

San Bartolomé de Pinares, en Ávila, y Alosno, en Huelva celebran la polémica fiesta Observatorio de Justicia y Defensa Animal denuncia el maltrato de caballos, burros y mulos Los equinos son obligados a a adentrarse en grandes hogueras y a caminar sobre brasas

Un hombre y su hijo atraviesan las llamas montados en un caballo
Un hombre y su hijo atraviesan las llamas montados en un caballoREUTERS

Cada 16 de enero, San Bartolomé de Pinares, en Ávila, y Alosno, en Huelva, se visten de fiesta. Una fiesta que no todos disfrutan. En las Luminarias, cientos de caballos, burros y mulos son obligados a adentrarse en las llamas de grandes hogueras y a caminar sobre brasas candentes. Esta es la descripción que hace la denuncia presentada el año pasado por la asociación Observatorio de Justicia y Defensa Animal, protectora de los derechos de los mismos.

"Por muy vistosas que puedan parecer las Luminarias, son contrarias tanto a la legislación vigente en materia de protección animal como en la de espectáculos públicos", subraya Juan Ignacio Codina, responsable de prensa del Observatorio. "La ley dice expresamente que no se puede hacer objeto a los animales de tratamientos antinaturales. Y hacer que un caballo atraviese las llamas, cuando por naturaleza tiende a huir del fuego, es totalmente contrario a la norma". Una afirmación que respalda con varios informes veterinarios. La ley de espectáculos prohíbe también la crueldad hacia los animales, recuerda Codina. La denuncia recordaba que estas faltas están catalogadas como "muy graves" y pueden comportar sanciones de hasta 600.000 euros.

Esta fiesta tiene su origen en la Edad Media, cuando se creía que el fuego purificaba a los animales y ahuyentaba a los malos espíritus. La celebración de la festividad de san Antonio Abad resulta especialmente incomprensible para los activistas dado que este es el patrón de los animales. "Hay múltiples alternativas para celebrar esta festividad que sean respetuosas con la ley y con los animales", opina Codina.

La respuesta que obtuvieron por parte de la Junta de Castilla y León después de la denuncia no fue la que esperaban. "Recibimos un escrito en el que la Junta se lavaba las manos. Decían que no se había atendido a ningún caballo por quemaduras", cuenta el representante de Observatorio. "Seguimos peleando. Recurrimos y estamos a la espera de una nueva respuesta de las autoridades". Pero una cosa esta clara: "La ley está para cumplirla".

 

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