Detenido un hombre armado con un cuchillo escondido bajo la cama de su ex mujer

Agazapado bajo la cama de su ex mujer y armado con un cuchillo de cocina de 36 centímetro de hoja y con el cinturón de una bata con un nudo corredizo a modo de horca. Así encontraron los agentes de policía local de Málaga a J.L.D., de 41 años, contra quien pesaba una orden de alejamiento por malos tratos. El hombre, que fue inmediatamente detenido, ha alegado que la soga era para ahorcarse y el puñal para hacerse un bocadillo.

La rocambolesca historia, que recoge hoy el diario Sur de Málaga, comenzó en la madrugada del viernes, cuando la ex mujer del arrestado llegó a su casa, en la barriada de El Copo y vio que alguien se acercaba a su coche. Según se aproximaba, reconoció al hombre con quien estuvo casada once años y quien desde diciembre no podía acercársele a menos de 300 metros, por orden judicial. En cuanto alcanzó el vehículo, J.L.D. comenzó a gritar y a golpear el vehículo, por lo que su ex mujer arrancó el coche para tratar de escapar.

Según el diario, la mujer recorrió unos 50 metros con su ex marido sobre el capó hasta que lo perdió de vista. Entonces, al pisar el acelerador notó que las ruedas habían pasado por encima de algo y creyó que lo había atropellado y telefoneó a la Policía Local para avisar del posible accidente.

Denuncia por agresión

Dos agentes se desplazaron al lugar, pero no encontraron nada. La mujer denunció entonces la agresión en la comisaría y fue acompañada por los policías a su domicilio tras cerciorarse de que el hombre no estaba en las inmediaciones.

Al llegar a su domicilio la mujer notó algo extraño al abrir la puerta, ya que la cerradura tenía dos vueltas dadas cuando ella le había dado tres. Ante el temor de que su anterior pareja pudiera estar dentro los agentes que iban con ella decidieron registrar la vivienda y encontraron a su ex marido.

El periódico señala que la mujer denunció en noviembre pasado que su ex marido la golpeó en las costillas y en la cara y la insultó y un mes después el Juzgado de Instrucción número 9 lo condenó a cuatro meses de cárcel, que se sustituyeron por una multa de 1.440 euros y la orden de alejamiento.