Beyoncé desafía la narrativa blanca: los locos ‘looks’ con los que se adueña del universo ‘country’

Beyoncé está acostumbrada a dar golpes de efecto. En 2017 anunció el embarazo de sus gemelos con un posado en ropa interior rodeada de flores que se hizo viral; los estilismos que ha lucido en su gira Reinaissance han sido dignos de exposición, con prendas de Loewe, Alexander McQueen, David Koma, Gucci, Fendi, y la portada del álbum que dio nombre al tour, Renaissance Act I, de 2022, revolucionó las redes al mostrar a la diva de Houston (Texas) subida a un caballo de cristal, con una larga melena a lo Lady Godiva y un escueto body de pedrería, en una versión contemporánea de la impactante imagen de Bianca Jagger llegando a Studio 54 sobre un caballo blanco.

Ahora lo ha vuelto a hacer. La cantante prepara el lanzamiento de su nuevo álbum, Renaissance Act II, que publicará en marzo y cuyos adelantos han llegado con polémica, después de que se haya reabierto el debate sobre la exclusión de los artistas negros de la escena de la música country y de que alguna emisora especializada en este género se haya negado a programar temas de Beyoncé. La discusión no es nueva: el rapero Lil Nas X, en 2018, fue criticado por su tema Old Town Road. La canción llego a ocupar el número 19 en la lista Billboard Hot Country Songs, pero luego fue descalificada por Billboard para esa categoría. Pero la texana hace oídos sordos a las críticas y ahora lo apuesta todo al country, algo que ha dejado ver en sus últimos estilismos, como el elegido para celebrar San Valentín junto a su marido, Jay Z. Para esa romántica cita, Beyoncé ha posado con un vestido transparente con corsé y cinturón con una hebilla marcada, completado por un gorro de vaquero. El look lo firma el dúo italiano Dolce & Gabanna, y con él Beyoncé ha inaugurado por todo lo alto su era cowboy.

Aunque ya había dado algunas pistas de por dónde iría su nuevo trabajo a través de sus guiños estilísticos, la artista, de 42 años, ha querido dar a conocer a lo grande su próximo lanzamiento: lo anunció durante la emisión de la Super Bowl, que enfrentó el 12 de febrero en Las Vegas a los Kansas City Chiefs y los 49ers de San Francisco. Ganaron los primeros, el equipo de Travis Kelce, pareja de Taylor Swift. Pero Swift no fue la única cantante que llamó la atención esa noche: Beyoncé aprovechó la retransmisión —que ya se ha convertido en el evento más visto en la historia de la televisión estadounidense, con 123,4 millones de espectadores siguiendo el partido y 202,4 millones conectados en algún momento— para insertar un anuncio de su Act II, que saldrá a la venta el 29 de marzo. El comercial estaba protagonizado por ella y el actor Tony Hale, con el desierto como fondo, sonidos de música country de su nuevo tema y una matrícula que anunciaba el nombre del mismo, Texas Hold ‘Em.

La cantante compartió en su cuenta de Instagram la portada de ese sencillo que lleva el nombre de un tipo de juego de póker en el que aparece el nombre de su estado natal. En ella se mostraba sugerente, y fiel a su nueva temática cowboy: no faltaba el gorro ni el cinto con hebilla brillante. Con un breve mensaje revelaba que dos de sus nuevos temas, Texas Hold ‘Em y 16 Carriages, habían salido ya.

Pero la lista de estilismos de aire vaquero no acaba ahí. Para acudir al desfile de Luar (firma del diseñador de origen dominicano Raúl López) el 13 de febrero, dentro de la semana de la moda de Nueva York, la cantante deslumbró con un conjunto de traje gris tachonado de bordados en plata de la colección de alta costura del diseñador indio Gaurav Gupta, que recordaba a los recargados trajes de rodeo diseñados en los setenta por Nudie Cohn. Como complementos, un gorro de vaquero a juego y un bolso de Luar, la firma que la había invitado a su front row.

Y unas semanas antes, en la ceremonia de los Grammy celebrada en Los Ángeles, la cantante también había dejado un pista de su nueva era cowboy: Beyoncé llegó a la gala luciendo uno de los trajes diseñados por su amigo Pharrell Williams como director creativo de la línea de hombre de Louis Vuitton. Se trataba de un conjunto de la colección de otoño-invierno 2024, de chaqueta y pantalones de cuero con incrustaciones plateadas en el que no faltó como complemento el sombrero de vaquero. Ahora que ya ha quedado claro el leitmotiv del próximo álbum de la artista, solo quedan por descubrir los nuevos estilismos como salidos de un rodeo o un western con los que la texana seguirá sorprendiendo este año.