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Francisco de la Torre: “Necesitamos más entendimiento y menos sectarismo”

El alcalde de Málaga (PP) ha hecho posible un lavado de cara a la ciudad andaluza a golpe de museos y hoteles

Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, retratado en su ciudad. Entrevista en vídeo.Vídeo: GARCÍA-SANTOS
Borja Hermoso

Hace años, los turistas llegaban a Málaga y se iban directos a la costa. Ahora se quedan una media de dos días. El popular Francisco de la Torre (Málaga, 78 años) obró el milagro a golpe de museos (unos 30), infraestructuras hoteleras y un lavado de cara que no cesa.

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Pregunta. Casi 8.000 días lo contemplan. La mezcla de esos 8.000 días, sus 78 años y el problema de salud de hace un año… ¿Qué nos da?

Respuesta. Una suma de alegrías y satisfacciones y también alguna que otra frustración... un disfrute enorme al ver cómo la ciudad ha ido generando expectativas. Una comunión con la gente.

P. ¿No ha tenido nunca ganas de decir “ya está bien”?

R. No. Me tomo la tarea de alcalde como un servicio a Málaga, que tiene unas potencialidades de las que a veces ni los propios malagueños se han dado cuenta, ni por supuesto las autoridades nacionales ni autonómicas. Las autonomías se hicieron para descentralizar, pero la andaluza es supercentralista.

Yo tengo un defecto: no sé desconectar

P. Y de esos 8.000 días, ¿cuántos le habrá quitado a la familia?

R. Muchos, ¡hombre, no todos!, pero muchísimas horas. La tarea de alcalde es absorbente y yo tengo un defecto: no sé desconectar.

P. ¿La familia ha presionado mucho para que lo deje?

R. En los últimos tiempos, sí, cierta presión he vivido y vivo. Pero a la vez, me entienden. Creo.

P. Y su otra familia, el PP, ¿ha presionado para el relevo?

R. Hasta ahora me han presionado para que esté. Y yo estoy en cumplir mi compromiso con los malagueños. Y no hago ninguna otra reflexión. Y me anticipo a alguna otra pregunta que me vaya a hacer. He visto algo implícito ahí.

P. Dicen que es usted un verso suelto en el PP.

R. No es que me disguste esa expresión, pero no refleja exactamente la realidad. Es verdad que me expreso con mucha libertad. Hay que ser transparente, y eso no es un derecho, es una obligación. Aunque me haya costado alguna batalla con mi partido, como cuando no quiso soterrar el AVE y tuve el rifirrafe con el ministro Cascos.

Me siento más de centro que de derechas. O de una derecha centrada

P. Hombre, tener un rifirrafe con Cascos no parecía difícil…

R. No, no era difícil, no.

P. Se forjó políticamente en la UCD. ¿Es centrista o de derechas?

R. Me siento más de centro que de derechas. O de una derecha centrada, o de un centro-derecha sensible en el plano social, por ejemplo a través de la educación como palanca de transformación social. Esa es una de las asignaturas pendientes de nuestra democracia.

P. Siempre creí que, en España, el centro era de derechas. Interpretación personal.

R. ¡Hombre...!

P. Eso, si es que podemos seguir hablando de derecha e izquierda. No sé si la gente está en eso.

R. Sí siguen existiendo la derecha y la izquierda. Y está muy definido lo que pueden hacer cada una. Pero hace falta más capacidad de entendimiento y menos sectarismo. Que ambas traten de estar centradas es bueno para el país.

P. Eso es misión imposible.

R. Es que el Gobierno actual no miró hacia el centro, sino hacia su izquierda desde el primer minuto, y hacia el independentismo. Y así es más difícil el diálogo.

P. El PSOE saludó a Bildu y a Esquerra. Y el PP saludó a Vox. ¿Cómo resolvemos esto?

R. Yo no creo que hasta ahora el PP haya mirado hacia Vox.

P. Tienen acuerdos. Eso es así.

R. Se ha llegado a algún acuerdo light con Vox en alguna autonomía, sí, pero donde el PP ha estado es en el acuerdo con Ciudadanos.

P. Fue diputado en la asamblea constituyente del Congreso. ¿Todo era mejor entonces? El nivel de los políticos lo era claramente.

R. Era mejor, el nivel era mejor. No quiero ofender a los actuales, pero el reto político era entonces tan grande que todos fuimos capaces de entendernos, buscar un marco de convivencia, superar los enfrentamientos de la guerra.

A este país le iría mejor si tuviera un poder local más potente

P. Su ámbito político es el municipalismo. ¿A España le iría mejor con más municipalismo y menos alta política o politiqueo?

R. A este país le iría mejor si tuviera un poder local más potente, con más competencias y presupuesto. En eso somos los más débiles de Europa. No nos hemos dado cuenta de que en el ámbito local se pueden hacer las cosas más rápidas, mejor y con menos gasto.

P. Uno no vive su día a día en un país ni en una autonomía, sino en un pueblo o ciudad o barrio.

R. Es así. La gente quiere respuesta a sus temas.

P. Pompidou, Thyssen, Picasso… ¿Es de los pocos políticos que entendieron lo bien que vende la cultura?

R. Pero vende bien porque es útil.

P. No todos los políticos piensan así.

R. Es útil para la ciudad, la sitúa en el mapa. Y tratamos de que cueste el menor dinero posible. Pero aunque cueste, la cultura no es gasto, es inversión. Atrae talento exterior y retiene el propio.

P. El acuerdo con el Centro Pompidou expira en 2025. ¿Y después, cerrará el Pompidou Málaga?

R. Llegaremos a un acuerdo, no habrá problema, lo tengo claro. Tiene garantizada su continuidad.

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Sobre la firma

Borja Hermoso
Es redactor jefe de EL PAÍS desde 2007 y dirigió el área de Cultura entre 2007 y 2016. En 2018 se incorporó a El País Semanal, donde compagina reportajes y entrevistas con labores de edición. Anteriormente trabajó en Radiocadena Española, Diario-16 y El Mundo. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra.

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