_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Daniel Sancho, guionista y descuartizador

La familia de la víctima estará esperando un veredicto, pero nosotros y HBO esperamos un guion. Daremos al ‘like’ y alguien se forrará

Daniel Sancho con la policía tailandesa en agosto de 2023, a su llegada a un puerto antes de acudir a los tribunales de la isla Samui, en el sur de Tailandia.Foto: SOMKEAT RUKSAMAN (EFE) | Vídeo: EPV
Berna González Harbour

Nadie va a pagar a los jueces tailandeses por ser guionistas, pero lo cierto es que lo son. Todos lo son, también el criminal. El documental que HBO está proyectando sobre el descuartizamiento que confesó Daniel Sancho en la paradisiaca isla de Koh Phangan se realiza en tiempo real. Y los capítulos finales se escribirán con la decisión judicial. Quién sabe —en un país con pena de muerte— si el último necesitará encontrar al nuevo Pepe Isbert para abordar algo parecido a El verdugo de Berlanga. Aunque sea imposible llegar a su nivel.

Hace tiempo que las cámaras dejaron de captar lo que ocurre para convertirse en motor, en la causa para que las cosas ocurran. Ya no besamos hasta que acertamos a encuadrar el selfi; no cantamos cumpleaños hasta que los móviles empiezan a grabar; no nos abrazamos sin foto. Y después, tras lograr que el amigo con el brazo más largo y la mano más hábil para sostener el teléfono haga sonar el clic, el grupo se difumina y deja en el aire la impresión de que no habría habido abrazo sin él, sin ese clic. Nadie habría pasado el brazo sobre el hombro de la abuela. Nadie se habría arrimado al otro. Nadie habría agarrado así al cuñado. Ni al amigo que ya nos empieza a caer mal. Gracias, foto.

La cámara nos cambia. Sonreímos para ella. Coreamos lemas justo cuando la vemos pasar en la manifestación. Bailamos para ella en TikTok. Los más terroristas matan incluso para retransmitirlo. Y nuestras relaciones nacen, crecen y se reproducen en ella. El último gran espectáculo celebrado en masa ha sido la boda del alcalde de Madrid, pasto de risas y memes, no porque seamos malos, que también, sino porque el acontecimiento, aunque privado, no fue íntimo. Todos teníamos entradas premium para ese festival. En redes o en televisión.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

¿Alguien recuerda el valor de la intimidad? El padre de Daniel Sancho exhibe su dolor en el primer capítulo del documental de HBO, como el padre de una de las niñas de Alcàsser hizo en los noventa cuando todo era más casposo. Con mejor o peor guion, en directo o en diferido, pero ahí seguimos.

La familia Sancho puede estar esperando el veredicto, como también la familia de la víctima, el médico colombiano Edwin Arrieta. Pero HBO y todos nosotros, espectadores hambrientos de show y entretenimiento, no estaremos esperando un veredicto, sino un guion. Solo entonces daremos al like. Y alguien se forrará.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Sobre la firma

Berna González Harbour
Presenta ¿Qué estás leyendo?, el podcast de libros de EL PAÍS. Escribe en Cultura y en Babelia. Es columnista en Opinión y analista de ‘Hoy por Hoy’. Ha sido enviada en zonas en conflicto, corresponsal en Moscú y subdirectora en varias áreas. Premio Dashiell Hammett por 'El sueño de la razón', su último libro es ‘Goya en el país de los garrotazos’.
Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_