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México defiende ante EE UU su política aeronáutica y la alianza Delta-Aeroméxico

El Gobierno mexicano afirma que la reducción de operaciones en el AICM no contravienen los principios de competencia bajo los que se firmó el acuerdo comercial entre estas dos empresas, en 2016

Karina Suárez
Aviones del Grupo Aeroméxico en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Aviones del Grupo Aeroméxico en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.Cesar Rodriguez (Bloomberg)

Los Gobiernos de México y EE UU enfrentan una nueva batalla por los cielos. La alianza estratégica de dos aerolíneas estrella, Aeroméxico y Delta Air Lines ha puesto cara a cara las políticas aeronáuticas de ambos países. La Administración de López Obrador señaló que la decisión de no renovar la alianza de estas dos aerolíneas se reducirá la oferta de 1,5 millones asientos por año y pondrá en riesgo 18 rutas binacionales. El Gobierno mexicano envió su defensa a través del embajador de EE UU en México, Ken Salazar, a finales de febrero junto a la petición de una próxima reunión entre las autoridades. Esta es la primera vez que la Administración mexicana se pronuncia frontalmente contra la decisión del Departamento de Transportes (DOT) estadounidense de frenar el convenio entre estas dos empresas. El DOT tomó esta decisión después de considerar que las recientes medidas en México para reducir el flujo de viajeros en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) contravienen los principios de competencia bajo los que se sustentó la alianza Delta-Aeroméxico, en 2016.

En enero pasado, el Gobierno de Biden desestimó la renovación de la inmunidad antimonopolio que permite a Delta y Aeroméxico operar en conjunto. En respuesta, a finales de febrero, las autoridades federales mexicanas enviaron al Embajador de EE UU en México, Ken Salazar, su diagnóstico sobre el impacto que este freno supondría para ambos países. “En siete años, la Asociación ha demostrado beneficioso para la industria de la aviación estadounidense. El Acuerdo de Transporte Aéreo no ha sido violado ni ignorado y la Asociación no ha puesto en riesgo la competencia ni ha frenado el crecimiento de competidores”, refiere el documento.

La Subsecretaría de Transporte aseguró que el freno de este acuerdo impactará a las rutas de Ciudad de México a Nueva York, Los Ángeles y Seattle. Además, de las rutas Guadalajara-Atlanta; Monterrey-Atlanta y Bajío-Atlanta, entre otras y reducirá la oferta de mercado en 1,5 millones de pasajeros por año.

El Gobierno mexicano ha insistido en que la reducción de operaciones en el AICM responde a la saturación de un aeródromo que recibe más de 40 millones de pasajeros anuales. “Ninguna de las medidas adoptadas ha frenado el crecimiento de empresas americanas en el mercado mexicano. Las preocupaciones planteadas por el DOT no justifican la afirmación de que el mercado no está tan liberalizado como antes”, indicó el Gobierno mexicano en una presentación.

La dependencia federal expuso que para garantizar que las aerolíneas tengan más acceso que antes para iniciar o aumentar su número de operaciones a la Ciudad de México, se construyó el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en el Estado de México, una opción que pueden utilizar las aerolíneas estadounidenses, aunque hasta el momento ninguna de estas compañías aterriza en sus pistas.

Las empresas podrán apelar la decisión de EE UU y el veredicto definitivo se emitirá hasta octubre próximo. Sin embargo, la Administración Biden tiene claro que no cambiará su decisión si el Gobierno de López Obrador insiste en no permitir más aterrizajes y despegues desde el AICM.

Rogelio Rodríguez, experto en Derecho aeronáutico de la UNAM, pronosticó que EE UU no aprobará en octubre próximo la renovación de la alianza Delta-Aeroméxico. “Estados Unidos pueden seguir operando sin necesidad de la colaboración de empresas mexicanas y Aeroméxico operará sus rutas con o sin la alianza de Delta”, comentó.

Estados Unidos avaló en 2016 los acuerdos de alianza entre Aeroméxico y Delta para permitir su operación mediante un acuerdo de código conjunto. A partir de la alianza, ambas empresas han podido compartir información de rutas, tarifas y horarios. Además, tras la salida de la bancarrota de Aeroméxico en 2022, Delta se ha convertido en uno de sus principales accionistas de la aerolínea bandera mexicana. No es la primera vez que EE UU pone contra las cuerdas a la aviación comercial en México. En julio del año pasado, el Departamento de Transporte estadounidense suspendió la solicitud de alianza de las empresas Allegiant y Viva Aerobus, argumentando las mismas razones.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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