El aeropuerto de Ciudad de México reducirá un 20% sus vuelos a partir de octubre
La autoridad de aviación civil ordena reducir el límite máximo de operaciones de 52 a 43 por hora, una medida que pone en vilo los vuelos ofertados para la temporada de invierno
El Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) enfrenta una nueva reducción de operaciones. La medida, dictada por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), contempla fijar el máximo de aterrizajes y despegues a 43 por hora, una disminución de casi 20% respecto al techo actual de 52, fijado por la autoridad de aviación civil en septiembre de 2022. El recorte, que entrará en vigor a partir del 29 de octubre de cara a la llegada de la temporada invernal, pretende aliviar la saturación del principal aeródromo de la capital mexicana, un complejo enclavado al oriente de la ciudad, cuyas dos terminales, las más ocupadas de Latinoamérica, transportan a 46 millones de usuarios al año.
El fantasma de la saturación de operaciones persigue al AICM desde hace casi una década. En septiembre de 2014, la autoridad de aviación civil declaró congestionado su campo aéreo y limitó a 61 el número de operaciones por hora. En marzo pasado, AFAC estableció un nuevo tope de 52 aterrizajes y despegues por hora, además de prohibir la apertura de nuevas rutas desde el Benito Juárez. En una entrevista concedida a este periódico hace un par de semanas, Carlos Velázquez, director del AICM, aseguró que la última reducción no funcionó para corregir el problema y estimó que el aeródromo superará con creces el número de personas transportadas respecto a 2022. “El año pasado hicimos una reducción de slots (horarios de aterrizaje y despegue) de 61 a 52, con el único objetivo de reducir la saturación. Pero qué hicieron las aerolíneas, metieron aviones más grandes y, entonces, no funcionó, ni siquiera se corrigió, empeoró y este año, posiblemente lleguemos a 52 millones de personas. El año pasado fueron 46 millones y ya no puede soportar esta terminal tanta gente y por eso se están tomando medidas al respecto”, dijo.
La nueva reducción y la premura de su entrada en vigor dejan en vilo miles de vuelos programados y ofertados por las aerolíneas que operan desde el AICM a partir del 29 de octubre. Al respecto, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) y la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) se manifestaron en contra del nuevo límite de operaciones y pidieron alternativas para evitar afectaciones a consumidores nacionales e internacionales. “El problema de fondo en el AICM no es la capacidad de operaciones por hora, sino la antigüedad de la infraestructura que requiere una intervención mayor”, explicó Canaero en un comunicado, en el que afirma, “el problema de fondo del AICM es que los recursos que genera se destinan a fines distintos al de su operación y mantenimiento”.
En el último año, el Gobierno ha redoblado esfuerzos con el fin de descongestionar el aeropuerto: en febrero de 2023, un decreto cerró el AICM para los vuelos de carga, forzando el traslado de operaciones al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Un mes después, las autoridades ordenaron regularizar el desfase entre horarios comerciales y oficiales de las aerolíneas. Además, a inicios de agosto, la dirección del AICM rescindió los contratos que permitían a Aeroméxico operar en la terminal 1, una medida que obliga a la aerolínea a mudar el total de sus aterrizajes y despegues hacia la terminal 2 a partir de septiembre, dos meses antes de la nueva reducción de operaciones.
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