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La política aérea de López Obrador pone en riesgo la alianza entre Aeroméxico y Delta

El Gobierno estadounidense ha desestimado provisionalmente la inmunidad antimonopolio de las aerolíneas, un requisito clave para operar en conjunto en México y Estados Unidos

Aeroméxico y Delta
Los logos de Aeroméxico y Delta, lado a lado en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.Jeoffrey Guillemard (Bloomberg)
Karina Suárez

La alianza estratégica de dos aerolíneas estrella, Aeroméxico y Delta Air Lines, está al filo del abismo. La reducción de vuelos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el veto a las operaciones de carga desde esta terminal han hecho eco en Estados Unidos. El Departamento de Transporte estadounidense ha desestimado la renovación de la inmunidad antimonopolio que permite a dichas aerolíneas operar en conjunto bajo el argumento de que las recientes medidas del Gobierno mexicano para reducir el aforo del aeródromo capitalino contravienen los principios de competencia bajo los que se sustentó la alianza, en 2016. Las empresas podrán apelar la decisión de EE UU y el veredicto definitivo se emitirá hasta octubre próximo. Sin embargo, la Administración Biden tiene claro que no cambiará su decisión si el Gobierno de López Obrador insiste en no permitir más aterrizajes y despegues desde el AICM.

“Las acciones del Gobierno mexicano sobre las operaciones en México han sido planteadas por el Gobierno de Estados Unidos con sus homólogos por considerarlas incompatibles con los acuerdos aéreos bilaterales existentes”, refiere el documento firmado por Carol Annie Petsonk, subsecretaria de Aviación y Asuntos Internacionales del Departamento de Transporte de EE UU. La representante de la Administración estadounidense ha hecho hincapié en que las acciones de México de prohibir los vuelos de carga desde esta terminal aérea, así como la reducción de operaciones de 52 a 43 por hora, ponen en duda la inmunidad antimonopolio concedida a la alianza de Aeroméxico y Delta Air Lines, en 2016.

Tras dar a conocer el fallo, la aerolínea bandera del país latinoamericano, Aeroméxico, informó de que ya está analizando la resolución: “Las aerolíneas presentarán conjunta y oportunamente argumentos que permitan a la autoridad emitir una determinación final”, expresó. Estados Unidos ha dado un plazo de 14 días para que las involucradas presenten sus alegatos contra esta medida provisional. De confirmarse el fallo, Delta y Aeroméxico se verán obligadas a modificar sus acuerdos, deshacer segmentos y presentar un cronograma para evitar mayores impactos a los viajeros.

En diciembre de 2016, EE UU avaló los acuerdos de alianza entre Aeroméxico y Delta para permitir su operación mediante un acuerdo de código conjunto. En ese entonces, tanto Aeroméxico como Delta tuvieron que dejar 24 espacios de embarque en el aeropuerto de la Ciudad de México y en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York para esquivar la formación de un monopolio de la aviación entre México y Estados Unidos. A partir de la alianza, ambas empresas han podido compartir información de rutas, tarifas y horarios. Además, tras la salida de la bancarrota de Aeroméxico en 2022, Delta se ha convertido en uno de sus principales accionistas.

Rogelio Rodríguez, experto en Derecho aeronáutico de la UNAM, explica que este fallo provisional de EE UU supone un mecanismo de presión para dar marcha a la reducción de operaciones en el AICM por parte del Ejecutivo. “Como lo de ahora es una implementación de la política mexicana, unilateral, entonces el Departamento considera que no se puede aprobar la alianza porque esto supone ir en contra de lo que inspiró la alianza. ¿Quién es el que ahora va a pedir un cambio y acciones al Gobierno de México?, pues Aeroméxico”, refiere.

Aunque el Gobierno de EE UU busca más aterrizajes de sus aerolíneas en el AICM, la Administración de López Obrador ha defendido la necesidad de desaturar a esta terminal aérea ante la falta de espacio y desviar parte de los 40 millones de pasajeros anuales a uno de sus proyectos estrella: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, a 43 kilómetros de distancia, en el Estado de México. En aras de reducir la afluencia de pasajeros en el AICM, el Ejecutivo ha ordenado la reducción de vuelos y ha prohibido el aterrizaje de vuelos de carga.

No es la primera vez que EE UU pone contra las cuerdas a la aviación comercial en México. En julio del año pasado, el Departamento de Transporte estadounidense suspendió la solicitud de alianza de las empresas Allegiant y Viva Aerobus, argumentando las mismas razones.

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Sobre la firma

Karina Suárez
Es corresponsal de EL PAÍS en América, principalmente en temas de economía y sociedad. Antes trabajó en Grupo Reforma. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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