López Obrador pisa el acelerador para concluir sus proyectos antes de que acabe el año

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador se acerca a su recta final. Antes de que acabe el año, el presidente ha manifestado la intención de inaugurar las últimas obras emblemáticas que le quedan a su Gobierno: el aeropuerto de Tulum, el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. Este martes, su Administración anunció también que el próximo 30 de diciembre se abrirá un gran centro de distribución de medicamentos a cargo del Ejército en el Estado de México. Los megaproyectos llegan a seis meses de las elecciones presidenciales de 2024, en un intento de perfilar el cierre de su mandato y la continuidad de su proyecto de país. “Política es tiempo, es manejo de tiempos”, dijo el mandatario en su conferencia matutina.

El próximo 1 de diciembre se inaugurará el nuevo aeropuerto de Tulum, una de las mayores apuestas en el Caribe mexicano. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumió la construcción del proyecto hace unos meses y comprende 1.200 hectáreas de obra. El aeródromo estará ubicado en el municipio de Felipe Carrillo Puerto y ha supuesto una inversión de 3.200 millones de pesos. El nuevo aeropuerto espera recibir al año a 5,5 millones de pasajeros y realizará hasta 32.000 vuelos anuales, de los que el 75% serán extranjeros, según estimaciones de la Sedena.

El 15 de diciembre será la fecha de apertura para el primer tramo del Tren Maya, una de las obras emblemáticas y polémicas de este Gobierno. El propio presidente se ha encargado de supervisar los últimos trabajos, a cargo también del Ejército, para asegurarse de que una primera fase del proyecto esté terminada antes de que acabe 2023. Los trenes han sido una de las grandes apuestas de López Obrador, que ha prometido devolver a la red ferroviaria de transporte de carga los trenes de pasajeros para mejorar la movilidad en el país. El mandatario ha asegurado en varias ocasiones que antes de dejar su cargo en noviembre de 2024 se habrán construido más de 3.000 kilómetros nuevos de vías en México. “Es una obra de ingeniería de primera de los ingenieros mexicanos”, calificó López Obrador al hablar del proyecto y las dificultades que han retrasado el calendario inicial.

Otra de las grandes inauguraciones será la apertura del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec el próximo 22 de diciembre. El proyecto conectará los Estados de Oaxaca y Veracruz. La obra fue concebida como una alternativa terrestre al Canal de Panamá, con el puerto oaxaqueño de Salina Cruz a un lado y el de Coatzacoalcos, en el otro. Como en el caso del Tren Maya, la construcción ha sido defendida por el Gobierno, que busca dar un impulso económico al sureste mexicano, una de las zonas históricamente menos desarrolladas del país.

El presidente ha informado que su agenda de los próximos días estará enfocada en la revisión de avances y la supervisión de obras públicas como el tren entre Ciudad de México y Toluca, la presa de Santa María en Sinaloa y las nuevas carreteras que conectarán el centro de Oaxaca con la costa. Los críticos de López Obrador han cuestionado la urgencia por acelerar la presentación de los proyectos e inauguraciones simbólicas, cerca del arranque de las precampañas y sin que muchos de estos proyectos estén terminados al 100%. Caso que ya sucedió con la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, en julio de 2022, que tardó 14 meses en anunciar que había comenzado a producir combustibles. El cierre del año se ha convertido en el banderazo de salida de las principales apuestas en infraestructura de esta Administración, justo en el arranque formal del año electoral.

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