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Premios Ariel en Guadalajara, una prueba piloto y un nuevo rumbo para la fiesta del cine mexicano

Tras más de 60 años de realizar la ceremonia en Ciudad de México, la organización no descarta que cada año la sede de la gala pueda llevarse a cabo en distintas ciudades de la República

Andrés Rodríguez
Leticia Huijara, presidente de la Asociación Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, en la edición anterior de los premio.
Leticia Huijara, presidente de la Asociación Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, en la edición anterior de los premio.Cortesía

En más de 60 años, desde su creación y primera entrega en 1947 —en pleno apogeo de la época de oro del cine mexicano—, los Premios Ariel nunca habían dejado Ciudad de México. Su ceremonia, que reconoce a las mejores producciones y profesionales audiovisuales del país, fue realizada sin interrupciones hasta 1958, cuando se tuvo que suspender el evento debido a la situación crítica de la industria del cine en México. La ceremonia se reanudó en 1972. Y ahora, más de 50 años después, ha encontrado una nueva sede en Guadalajara, Jalisco, en lo que será una prueba piloto que vislumbra una vocación itinerante, para que en próximas ediciones una ciudad diferente pueda ser la anfitriona de esta fiesta que reconoce a lo mejor del cine nacional.

“Creemos que era el momento perfecto de iniciar esta aventura y viaje y salir de Ciudad de México a todas partes. Estamos viviendo un momento muy importante del cine y audiovisual de México y están surgiendo muchas regiones en las que hay posibilidades de crear polos de industria cinematográfica. En ese sentido, qué bueno que la Academia esté en posibilidades de colaborar para darle foco a través de la ceremonia a todas estas cosas que están sucediendo a lo largo y ancho de la República mexicana”, afirma Leticia Huijara, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

El teatro Santos Degollado, un edificio de mediados del siglo XIX por el que desfilaron personalidades como Juan Gabriel, Rocío Durcal y Anna Pávlova —la principal figura del Ballet Imperial Ruso a finales del siglo XIX—, será este 9 de septiembre la nueva sede donde 43 películas nominadas, 28 largometrajes y 15 cortometrajes, buscarán hacerse con una de las 25 estatuillas que se entregarán en esta 65 edición.

Cabe recordar que la premiación de la Academia del cine mexicano llega a materializarse tras la incertidumbre del pasado año, en la que la AMACC dio a conocer que la versión 64 del galardón podía ser la última debido a la “grave crisis financiera” y al desinterés del actual Gobierno por la cultura. Un hecho que despertó reclamos y protestas de los involucrados en la industria audioviosual y cinematográfica de México para hacer todo lo posible por preservar la realización de este reconocimiento.

El apoyo para la presente edición llega a través del Gobierno de Jalisco por medio de varias instancias como la secretaría de Cultura, de Turismo, la fundación Luminate, entre otras instancias que se dedican al cine. “Yo pretendería que esto pudiera quedarse establecido. Tenemos el apoyo del Gobierno federal que nos está dando las estatuillas, tenemos una colaboración con la UNAM, otra con el Gobierno de Ciudad de México. En fin, lo que hicimos fue tocar las puertas a todas partes, recabando los recursos necesarios para llegar a este momento”, precisa Huijara.

La presente edición de los premios Ariel, según la titular de la AMACC, marca una continuidad respecto al pasado año sobre la necesidad de mirar la diversidad y la pluralidad del cine mexicano, hablando más concretamente sobre la inclusión y el poderío femenino que está arribando a tomar puestos de decisión importante en la industria nacional. Una señal de esto es la importante presencia femenina en categorías como la de dirección, en las que realizadoras como Michelle Garza, Lucía Puenzo, Natalia Beristáin y Alejandra Márquez Abella copan la terna que termina de completar Alejandro González Iñárritu.

Lo mismo sucede en otras destacadas categorías como la de Mejor película, guion original, ópera prima y fotografía, por mencionar algunas. “Lo veo como la consolidación de muchas cosas que se han venido haciendo. No debemos de dejar de hablar del tema. Mientras más se esté en la conversación, más se convierte en tema relevante”, destaca la presidenta de la Academia.

Para esta edición del Ariel se inscribieron 139 películas, 130 mexicanas y 9 iberoamericanas de países como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España, Perú, Portugal, República Dominicana y Venezuela. Se recibieron 73 largometrajes, incluyendo 46 de ficción, 17 documentales y 2 de animación. Las películas protagonistas de esta versión serán la cinta de terror Huesera, que encabeza la lista con 17 nominaciones, seguida de El norte sobre el vacío y Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, cada una con 16 y 12 nominaciones, respectivamente. Asimismo, la AMACC dio a conocer que la directora Marcela Fernández Violante, conocida como La rebelde del cine mexicano, y el realizador Juan Mora Catlett serán reconocidos con el Ariel de Oro por su trayectoria y aportación a la industria cinematográfica, así como el trabajo realizado por el Departamento de imagen y sonido de la Universidad de Guadalajara por sus 26 años de labor de formación en la industria fílmica. Contra viento y marea, los Premios Ariel continúan con su camino.

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Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México

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