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Sandra Cuevas
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Sandra Cuevas, Navidades y corte de listón

La alcaldesa de Cuauhtémoc hace de la sobreactuación su estrategia política y busca erigirse en valor de la oposición

Francesco Manetto
Sandra Cuevas
La alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, posa con un decorado navideño de fondo en una imagen difundida en sus redes sociales.SandraCuevas_ (RR. SS.)

La caricatura de los políticos de antes, los de las fotos y noticieros en blanco y negro, casi siempre tenía un común denominador: un listón a punto de ser cortado. La inauguración de algo, y la imagen que inmortalizaba el momento, era el principal canal de comunicación entre un alto funcionario y sus electores. Así funcionaba la estrategia de la autocelebración, la que decía “aquí estoy yo y estoy haciendo esto” sin importar su escaso o nulo interés público. Las redes sociales abrieron hace más de una década las compuertas de la propaganda sin filtros y la política se adaptó rápidamente a esa gramática. Todos los dirigentes, tal vez sin excepción, han caído en ese código en alguna ocasión, pero otros, como Sandra Cuevas, lo han convertido en su idioma. Y la percepción que se queda es la de un eterno déjà vu.

La alcaldesa de Cuauhtémoc emplea sus redes exactamente para hacer eso. Esto es, cortar listones, a veces literalmente y otras, metafóricamente. Muestra sus actividades de trabajo a todas horas -lo mismo presenta un informe al Consejo de la Alcaldía que pasa revista a unos agentes de madrugada o rinde honores a la bandera-, exhibe su agenda social o enseña retazos de su vida privada. Los capitalinos, por ejemplo, han aprendido en los últimos días que le gusta la Navidad. “Llegó el fin de semana e inicia la época más bonita [...]. Me hace muy feliz esta temporada del año porque personas de todo el mundo nos reunimos con nuestros seres queridos y nos damos cuenta del verdadero sentido de la vida: ¡El amor familiar!”, escribió en Twitter. Y el pasado domingo acompañó un nuevo mensaje de tres fotografías ante un decorado navideño con un árbol cubierto de nieve postiza, apapachando un osito de peluche y vistiendo una piyama de rayas con los colores de México.

Sandra Cuevas gobierna el corazón de la Ciudad de México, algo así como la capital de la capital, epicentro del poder político y económico y escaparate del país que incluye, además del centro histórico, colonias como la Condesa, la Roma, la Juárez y buena parte del Paseo de la Reforma. Ese posado recibió una avalancha de reacciones. Aunque de ninguna manera caben críticas objetivas a un estilo, puesto que todos y cada uno son válidos y legítimos, lo que confirma la publicación es la sobreactuación de su talante político. De hecho, ese mismo mensaje tenía un trasfondo de disputa partidista. “Disfrutar de la tranquilidad del hogar en un ambiente de Navidad, después de una semana difícil; te renueva de energía y alegría”, escribió la alcaldesa, que horas antes había arremetido contra Morena y el presidente, Andrés Manuel López Obrador, por la movilización de los simpatizantes de la Cuarta Transformación convocada entre el Paseo de la Reforma y el Zócalo. “La marcha del adiós”, la descalificó.

Tras su victoria en las elecciones de junio de 2021 en las listas de la coalición de PRI, PAN y PRD, Cuevas intenta hoy erigirse en un valor de la oposición y ya no disimula su cercanía al círculo de Ricardo Monreal a través de la amistad que la une a la esposa del senador crítico, que sopesa su salida de Morena. Lo hace tratando de polarizar con la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, recurriendo a argumentos muy dispares que van de las políticas públicas a acusaciones vertidas sin pruebas -incluso de “inducir” que unas 50 personas patinaran en el Kiosco morisco-. Sheinbaum fue blanco de todos sus ataques también cuando, hace meses, la alcaldesa de Cuauhtémoc se enfrentó a la destitución por un rosario de escándalos. Primero, un caso de agresión a policías por el que fue obligada a seguir un tratamiento orientado “al manejo de la ira y las emociones”. Más tarde, el incumplimiento de una sentencia que ordenaba la demolición de un local de la colonia Juárez o el cierre temporal de un centro deportivo.

A eso se suman otras medidas especialmente polémicas y cuestionadas por las ciudadania, como la prohibición de los rótulos de los puestos callejeros y su sustitución por el escudo de la demarcación territorial. La respuesta de Cuevas, como casi siempre, contribuyó a atizar el fuego: “Orden y disciplina”.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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