La división en el PRI se profundiza por la sospecha de una negociación de candidaturas entre ‘Alito’ Moreno y Ricardo Monreal
Morena y PRI comparten crisis internas. La priista Claudia Anaya acusa al dirigente de su partido de haber entregado la gubernatura de Zacatecas en 2021 al hermano de Monreal
El aleteo de la mariposa dentro de Morena atizó la tormenta en el PRI. La revelación de varias conversaciones de WhatsApp entre el morenista Ricardo Monreal y el priista Alejandro Moreno no solo abrió un nuevo frente en el partido oficialista por la sucesión presidencial: también agravó la crisis interna en el PRI en torno a la dirigencia de Alito Moreno. El intercambio de mensajes, divulgado por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, en su programa El martes del jaguar, levantó sospechas de que el líder nacional del partido tricolor pudo haber puesto en prenda la candidatura de la alianza Va por México al gobierno de Zacatecas para conseguir que Monreal, el influyente coordinador de Morena en el Senado, originario de ese Estado, interviniera para frenar las investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito en contra de Alito. A raíz de la filtración, Claudia Anaya, que fue la abanderada priista en esa elección, acusó a su dirigente de haber entregado la gubernatura al hermano del senador.
Los mensajes, que datan de diciembre de 2020, sugieren que el dirigente priista había acordado con Monreal que para la elección de Zacatecas el PRI postularía a un hombre y no iría en coalición con el PAN y el PRD. A la postre, sí se formó la alianza Va por México y los tres partidos postularon a una mujer, la senadora Claudia Anaya. Por su parte, Morena concedió la candidatura a David Monreal, hermano del senador. “Quedamos que en la tierra [Zacatecas] va hombre y no hay alianza”, texteó Ricardo Monreal a Alito Moreno. “Me impresiona tu falta de palabra conmigo. Es lamentable. Me duele tu engaño. Podría esperarlo de cualquiera, menos de ti”. En respuesta, el líder priista prometió a Monreal que, de cualquier modo, su hermano ganaría la elección en su Estado natal. “Teníamos que cumplir el género [postular a una mujer] y eran los costos de poder armar la coalición. Al final, lo que importa es el resultado, y vas a ganar tu tierra. Tiempo al tiempo”, escribió Moreno. “Ningún engaño”, añadió, “no había opción para cumplir con el género, pero lo que te interesa se logrará, que es ganar”.
Finalmente, David Monreal triunfó en la elección por un estrecho margen de un 10% sobre Claudia Anaya. Para la priista, este resultado comprueba lo que presagiaban los mensajes filtrados: que la gubernatura de Zacatecas quedaría en manos de los Monreal. “Yo no perdí, me entregaron”, ha declarado Anaya en un mensaje publicado en sus redes sociales. “Causa una gran decepción darse cuenta de que por lo menos desde dentro de uno de los partidos políticos de la coalición se estaba trabajando para perder”. Anaya acusó a Alito Moreno de traicionar su candidatura, a la militancia priista y a la alianza Va por México, y le exigió renunciar a la dirigencia de su partido. “Alejandro Moreno Cárdenas no solamente debe estar fuera de la presidencia de un partido político, debe estar fuera de la política”, ha escrito.
En respuesta a las declaraciones de Anaya, Rubén Moreira, coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados e integrante del Comité Ejecutivo Nacional del partido, publicó un comunicado en el que ha enumerado, en un tono de reclamo de favores, todos los esfuerzos, gestiones y negociaciones que hubo que hacer para que ella conservara su candidatura. “Fue un honor que usted aceptara ser nuestra candidata, no obstante que las encuestas no le favorecían”, ha hecho notar Moreira, indiscutible aliado de Alito Moreno en la Cámara baja. “Su designación ocupó hacer esfuerzos políticos para lograr que otros ameritados priistas zacatecanos accedieran a su postulación”. El jefe de los parlamentarios tricolores también trajo a cuento que incluso su propia esposa, Carolina Viggiano, fue enviada por la dirigencia del PRI a Zacatecas para que se encargara personalmente de la operación política de la elección. También relató cuán difícil fue que en la alianza con el PAN y el PRD se respetaran las candidaturas a otros puestos de elección popular que Anaya demandó para personas cercanas a ella. “Fui testigo de cómo el Comité Ejecutivo Nacional realizó un gran esfuerzo para apoyar su campaña”, ha dicho.
Moreira pidió a Anaya “valorar de manera objetiva” todos esos esfuerzos. “De los votos a favor de la alianza, el 63% de lo que usted recibió provino del PRI”, ha precisado. “No hay manera de que, desde la dirigencia nacional, se haya operado en contra de su candidatura. Pensarlo ofende a muchas personas que hicimos todo lo posible para que usted tuviera éxito en su campaña”.
Pero la ruptura estaba consumada. Ayer por la noche, Anaya se unió a un frente de partidos y empresarios opuestos a la reforma electoral. Esa que en el Congreso impulsan de la mano Morena y el PRI.
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