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Los rusos que combaten con Ucrania avisan de que solo la lucha armada puede derrocar a Putin

El ultranacionalista Cuerpo de Voluntarios Rusos, la Legión Libertad de Rusia y el Batallón Siberiano aseguran que han ocupado varias aldeas en territorio enemigo

Alexéi Baranovski, Jolod y Denis Kapustin
Los combatientes rusos contra Putin Alexéi Baranovski, Jolod y Denis Kapustin, este jueves en Kiev.Thomas Peter (REUTERS)
Cristian Segura

El tiempo de la oposición pacífica al líder ruso Vladímir Putin ha terminado y es el momento de tomar las armas. Este es el mensaje que han reiterado este jueves en una rueda de prensa en Kiev los tres grupos rusos paramilitares que están combatiendo en las filas ucranias. El Cuerpo de Voluntarios Rusos (RDK), la Legión Libertad de Rusia y el Batallón Siberiano informan de que desde el 12 marzo han asegurado posiciones en las provincias rusas de Kursk y Bélgorod —limítrofes con Ucrania—, e incluso que han tomado el control de dos aldeas en esta última. “Cada vez más gente en Rusia está asumiendo que la única alternativa contra Putin son las armas. Desafortunadamente, la protesta pacífica no funciona, solo las armas en mano”, ha afirmado Jolod, el nombre en clave de un representante del Batallón Siberiano.

En el mismo sentido se han manifestado los comandantes del RDK y de la Legión Libertad de Rusia. “Tenemos que acabar con algunas ilusiones de la oposición. Los esfuerzos deben volcarse en las unidades que están luchando en esta guerra”, ha asegurado Denis Kapustin, fundador del RDK, el grupo más grande de los tres, de ideología ultranacionalista y de extrema derecha. “Estamos en contra de declaraciones confusas y de acciones que no sirven. No hay otra opción que tomar las armas”, ha añadido Kapustin. Este ha explicado que ha mantenido conversaciones con Gari Kaspárov, uno de los referentes de la oposición política a Putin, y que le ha dado su apoyo: “Si no quieren participar [en el conflicto armado], que nos den apoyo, porque si no, no pueden llamarse oposición”.

El RDK y la Legión Libertad de Rusia ya se internaron desde Ucrania en la provincia de Bélgorod durante unas semanas de la primavera de 2023, y en invierno, en la provincia de Briansk. El operativo ahora es mayor, aseguran, porque cuentan con más voluntarios y armamento, por eso han expandido los combates a Kursk. Los representantes de las tres organizaciones han confirmado que, igual que en 2023, cuentan con combatientes de otras nacionalidades, incluida la ucrania, aunque la mayor parte son rusos. EL PAÍS tiene constancia de que en 2023 accedieron a Bélgorod voluntarios polacos, pero también mercenarios de Latinoamérica.

Parte del armamento utilizado el año pasado procedía de países de la OTAN. Esto provocó tensiones entre Ucrania y sus aliados porque los miembros de la Alianza Atlántica han reiterado que no quieren que su arsenal sea utilizado contra territorio ruso. En esta ocasión aseguran que la mayor parte de sus equipos, incluidos tanques y blindados de infantería, provienen de material capturado al ejército ruso, además de adquisiciones que han realizado. “Estamos ante una oportunidad histórica de combatir al régimen de Putin con las armas”, ha enfatizado Alexéi Baranovski, miembro de la Legión Libertad de Rusia. Tanto los Servicios de Inteligencia ucranios (el GUR) como estos grupos armados rusos han confirmado que la coordinación entre ellos es activa y necesaria para llevar a cabo las incursiones. Baranovski ha comentado que sus hombres “luchan con Ucrania para que gane la guerra”, como una forma de hacer “política radical” para derribar a Putin.

La rueda de prensa, presentada por el ejército ucranio, se ha preparado con alto secretismo y bajo fuertes medidas de seguridad. En cada rincón de la sala de la conferencia había hombres con pasamontañas y armados con fusiles de asalto, pertenecientes al RDK. Las tres organizaciones han indicado que les une el objetivo de la libertad en Rusia, pero también han reconocido importantes diferencias entre ellos. Kapustin ha recordado que el RDK es una suerte de “hermandad” ultranacionalista partidaria de una sociedad de valores conservadores. “Tenemos una manera diferente de reclutar y de entrenar, impartimos adoctrinamiento ideológico y hemos introducido las tradiciones en nuestras unidades”. Kapustin, en particular, ha destacado la diferencia que mantienen con el Batallón Siberiano en cuanto al modelo de Estado. El RDK ha sido rechazado por grupos opositores políticos rusos por su ideología extremista. Incluso el fundador del Batallón Siberiano, Vladislav Amósov, fue rechazado en las filas del RDK por ser de etnia yakuta.

Conferencia de prensa de unidades paramilitares voluntarias rusas que luchan del lado de Ucrania, este jueves.
Conferencia de prensa de unidades paramilitares voluntarias rusas que luchan del lado de Ucrania, este jueves.Global Images Ukraine (Global Images Ukraine via Getty )
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Jolod ha respondido que el Batallón Siberiano persigue un modelo descentralizado de Estado, más autonomía para las naciones que conforman Rusia e incluso su autodeterminación. Baranovski ha resumido que la Legión Libertad de Rusia cuenta con miembros de diferentes nacionalidades y sigue el liberalismo de Alexéi Navalni, a quien considera su referente político. El opositor Navalni falleció el pasado febrero en un penal ruso.

La incursión en Bélgorod y Kursk comenzó en la semana de las elecciones presidenciales rusas, en un intento de desestabilización en las urnas del poder de Putin. Los representantes del RDK, la Legión Libertad de Rusia y Batallón Siberiano también han señalado que sus acciones están sirviendo para que el ejército ruso destine unidades contra ellos y no en el frente de guerra ucranio, donde las tropas de Moscú tienen superioridad en todos los ámbitos.

En las últimas semanas, se ha cuestionado el verdadero alcance de las incursiones de estos grupos en territorio ruso. Kapustin ha avanzado que para demostrar sus éxitos, “en las próximas 48 horas se harán públicos vídeos al estilo Hollywood, con combates y explosiones”. Pese al mensaje optimista sobre un futuro derrocamiento por las armas de Putin, y sobre el cada vez mayor número de rusos que se alistan en sus filas, según la versión de los tres paramilitares, Baranovski admitió que sus operaciones son de guerrilla. “No es tan importante si controlamos dos municipios, seguimos tácticas partisanas, y es inevitable ante un enemigo mucho mayor”. Ninguno de ellos ha querido precisar con cuántos hombres cuentan. “Los medios rusos decían en 2023 que éramos un grupito para hacer vídeos en Tiktok”, ha comentado Kapustin, “y ahora su Ministerio de Defensa informa de que aniquilan cada día entre 50 y 100 de nuestros combatientes”. Esto, concluyen, es la prueba de su crecimiento.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.
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