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Ucrania descarta que en el avión militar ruso derribado viajaran prisioneros de guerra

El Ministerio de Defensa asegura que en la aeronave solo volaba la tripulación y Zelenski exige una investigación internacional

Guerra en Ucrania
Una patrulla policial vigila la carretera que lleva al lugar donde fue derribado un avión militar el miércoles, cerca de Yablonovo, en la región rusa de Bélgorod.STRINGER (REUTERS)
Cristian Segura (Enviado especial)

El Ministerio de Defensa de Ucrania asegura que la aeronave militar rusa estrellada el miércoles en la provincia rusa de Bélgorod no transportaba a prisioneros de guerra. Moscú afirma que aquel avión Il-76 fue derribado por misiles antiaéreos ucranios y que en él eran trasladados 65 soldados ucranios para un intercambio de presos que debía producirse ese mismo día. Andrii Yusov, portavoz de los Servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucranio (GUR), ha asegurado este jueves que solo tienen constancia de que en la aeronave fueran cinco miembros de la tripulación, los únicos cadáveres que entraron en la morgue, según su versión.

El GUR confirmó el miércoles que ese día debía producirse un intercambio de prisioneros, pero que la parte rusa lo canceló porque supuestamente los militares ucranios perdieron la vida en el avión. Yusov ha asegurado en una entrevista en Radio Svoboda que, en realidad, el avión siniestrado debía trasladar a destacados representantes políticos y militares rusos, pero que en el último momento los Servicios de Seguridad (el FSB) impidieron que embarcaran. El Il-76 despegó de Bélgorod con solo cinco miembros de la tripulación, según el GUR. Esto coincide con una información publicada en la mañana del miércoles por la agencia de noticias ucrania Interfax, según la cual el ejército ucranio derribó el avión cuando salía del aeropuerto de Bélgorod.

Interfax, como la agencia Ukrinform y el diario Pravda, citaron fuentes del Estado Mayor y del Ministerio de Defensa que indicaban que la aeronave transportaba armamento, en concreto misiles S-300. Yusov no ha descartado que el avión también cargara unidades de estos cohetes antiaéreos.

El GUR y el propio presidente, Volodímir Zelenski, transmitieron el miércoles mensajes que asumían la posibilidad de que en el Il-76 sí estuvieran los prisioneros de guerra. Los servicios de inteligencia de Defensa subrayaron que Moscú no había seguido los protocolos habituales para informar de la llegada de una aeronave con presos. “Quizá estamos hablando de acciones planificadas y deliberadas de Rusia con el objetivo de desestabilizar la situación en Ucrania y debilitar su apoyo internacional”, afirmó el GUR en un comunicado. Zelenski denunció que Rusia “está jugando con la vida de los prisioneros, con los sentimientos de sus familiares y las emociones de la sociedad ucrania”. El mandatario reclamó una investigación internacional para esclarecer lo sucedido.

Los Servicios de Seguridad de Ucrania (SSU), pertenecientes al Ministerio del Interior, han abierto una investigación criminal para determinar el paradero de los prisioneros y para evaluar si Rusia ha incumplido el derecho internacional, que obliga a garantizar la seguridad de los reos al Estado que los mantiene encarcelados.

Yusov ha explicado que, según la información recabada por el GUR en Bélgorod —provincia vecina a Ucrania e intensamente infiltrada por sus agentes—, el FSB ruso impidió el acceso al lugar del siniestro a personal civil de los servicios de emergencias.

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El Defensor del Pueblo ucranio, Dmitro Lubinets, ha ahondado en la falta de pruebas aportadas por Rusia sobre la veracidad de la muerte de los prisioneros. En una entrevista en el informativo de la televisión estatal, Lubinets ha señalado que, por la información recabada hasta el momento, no puede asegurarse que en el Il-76 volaran decenas de personas: “No podemos afirmar que hubiera prisioneros de guerra. A partir del análisis de las fotos y vídeos que han trascendido; si hubiera cadáveres, si los rusos hubieran aportado imágenes o vídeos de nuestros presos, las habrían utilizado”. Lubinets ha incidido en la teoría de que el avión había aterrizado en Bélgorod, cargó material y despegó. El derribo, por lo tanto, no se habría producido en la aproximación a la provincia limítrofe con Ucrania para realizar el intercambio, como afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

Rusia mantiene que la aeronave trasladaba a los prisioneros de guerra y ha convocado una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para abordar la catástrofe, que se celebrará este jueves.

Ucrania y Rusia han llevado a cabo en los casi dos años de guerra 48 intercambios de prisioneros que han permitido el retorno a sus hogares a más de 2.800 ucranios, según informa su Gobierno. Rusia no ha hecho público el número total de sus militares retornados.

Un total de 51 presos ucranios encarcelados fallecieron en julio de 2022 en un bombardeo sobre las instalaciones en las que estaban apresados, en la provincia de Donetsk. Ambos países se acusaron de ser responsables del ataque. Kiev y Moscú pactaron con Naciones Unidas y Turquía una investigación internacional independiente para determinar lo sucedido, pero finalmente la parte rusa se desdijo del acuerdo.

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Sobre la firma

Cristian Segura (Enviado especial)
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.
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