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Ucrania hace retroceder a la flota rusa y reactiva la exportación de cereales por el mar Negro

Veinticinco mercantes están en ruta para transportar el grano ucranio a través del corredor en aguas de países de la OTAN

Ukraine Cereal Route
El buque granelero 'Maranta', uno de los que ha utilizado el corredor en el mar Negro establecido por la Armada ucrania, cerca del puerto de la ciudad de Odesa, el 3 de octubre de 2023.IGOR TKACHENKO (EFE)
Cristian Segura

Ucrania ha ganado una batalla al invasor en el mar Negro. Pese al bloqueo que impone la flota rusa, las Fuerzas Armadas Ucranias están manteniendo a los buques de guerra del enemigo lejos de sus puertos en la provincia de Odesa, asegurando el primer tramo de una nueva ruta de exportaciones de cereales a través de aguas de tres países de la OTAN, Rumania, Bulgaria y Turquía. Las fuerzas navales ucranias informaron este miércoles de que en estos momentos hay 25 mercantes saliendo de sus puertos, esperando para zarpar de estos o en camino para acceder a ellos.

Rusia rompió el pasado julio la iniciativa del grano del mar Negro, un acuerdo suscrito en verano de 2022 con Turquía y Naciones Unidas por el que el Kremlin permitía el comercio de cereales ucranios hacia los mercados internacionales. El presidente ruso, Vladímir Putin, aceptó el pacto por la presión de los países en vías de desarrollo, que han sufrido el encarecimiento de productos básicos como el trigo por el bloqueo del potente sector agrícola ucranio. Putin se desdijo este verano de la iniciativa alegando que Occidente no había cumplido totalmente su compromiso —pactado en un acuerdo paralelo al rubricado con Ucrania— de levantar el embargo al comercio de los cereales y los fertilizantes rusos.

Kiev ha demostrado ahora que no necesita de la autorización rusa para reactivar la exportación de sus cereales. El portavoz de las fuerzas navales ucranias, Dmitro Pletenchuk, ha informado de que en estos momentos hay tres mercantes que han partido hacia Rumania desde puertos ucranios, hay otros 12 que seguirán este camino en los próximos días y 10 que están navegando hacia Ucrania. Desde que se activó esta ruta segura con el primer barco, el 19 de septiembre, por lo menos siete cargueros han partido de puertos de Odesa hacia los mercados internacionales. Una novedad es que, al no depender del acuerdo con Rusia, Ucrania también está exportando mineral de hierro, según confirmó el 1 de octubre el viceprimer ministro Oleksandr Kubrakov.

Estas cifras indicarían que Ucrania está alcanzando el nivel de tráfico mercante que tenía con el acuerdo auspiciado por la ONU y Turquía, pero con la ventaja de no tener que sufrir los constantes retrasos que provocaban los inspectores rusos a la hora de dar el visto bueno para que las embarcaciones accedieran a los puertos ucranios. La iniciativa del grano tenía como condición que solo podían transportarse productos agrícolas. Si se suman los 25 barcos en estos momentos dentro de la ruta, más los siete que ya han salido del mar Negro, se concluye que a mediados de octubre, en un mes, 32 barcos podrían haber transportado grano ucranio al exterior. A través del acuerdo de la ONU, solo cinco barcos zarparon el pasado julio de puertos ucranios; en junio fueron 34 y en mayo, 30, según datos de la organización internacional.

Mayo, junio y julio de 2023 fueron los meses con menos actividad mercante en la iniciativa del grano de la ONU. En el año que este pacto estuvo activo, la media fue de 83 barcos zarpando mensualmente de puertos ucranios. A partir de datos aportados por el Ministerio de Infraestructura ucranio se conoce que los cinco primeros barcos del nuevo corredor han transportado casi 150.000 toneladas de cereales. Los cinco siguientes, indicó Kubrakov, sumarán 120.000 toneladas. De media, a partir de la iniciativa de la ONU se exportaron mensualmente 2,7 millones de toneladas.

La nueva ruta marítima tiene la garantía, según Pletenchuk, de que se desarrolla en aguas de países de la OTAN, que Rusia no se atreverá a atacar. Pero lo cierto es que hay casi 90 millas náuticas (169 kilómetros) que los barcos deben navegar en aguas ucranias, y estas sí están a merced de las armas rusas. La clave ha sido que la fuerza naval ucrania ha conseguido asegurar un perímetro alejando a los buques de guerra rusos. Por un lado, las defensas ucranias han atacado patrulleras y barcos de guerra rusos con su misil náutico Neptun y sus drones bomba marinos en operaciones a cientos de kilómetros de sus bases; por otro, los bombardeos con misiles de la base de la flota rusa en Sebastopol, en la ocupada Crimea, han forzado al invasor a trasladar la mayoría de sus barcos a puertos más seguros, en concreto, el de Feodosia —también en Crimea, pero más alejado de la ruta del grano— y a Novorosiisk, en la provincia rusa de Krasnodar.

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Pletenchuk recordó que de momento han sido hundidos tres barcos rusos. Desde agosto, las operaciones llevadas a cabo también han causado daños de gran envergadura en un submarino y un barco de desembarco en Sebastopol, y en un buque en Novorosiisk.

Este éxodo de barcos desde Sebastopol ha sido confirmado con imágenes por satélite y destacado en los informes diarios de los servicios de inteligencia británicos. Que Rusia está perdiendo el control del mar Negro lo constatan los reiterados desembarcos de fuerzas especiales ucranias en Crimea, a más de 215 kilómetros de la costa ucrania libre. La última operación de ataque y evacuación rápida fue confirmada este miércoles por el Ministerio de Defensa, con un vídeo en el que aparecen implicadas por lo menos ocho lanchas rápidas.

Pletenchuk ha querido evitar triunfalismos y ha advertido de que hay diez buques de guerra enemigos en aguas ucranias del mar Negro, aunque ha confirmado que cinco de ellos están patrullando en la zona del puente de Kerch. Este puente es fundamental para el invasor porque es la única infraestructura que conecta a Rusia con Crimea, y por él circulan gran parte de los suministros para las tropas en el frente sur. Ucrania ya ha destruido parcialmente en dos ocasiones el puente, perjudicando los tiempos de la logística militar rusa. El portavoz de las fuerzas navales ucranias ha añadido que hay otros 10 barcos de guerra rusos en el mar de Azov. Estos barcos son un apoyo determinante, tanto en transporte como en ataque de larga distancia, a las defensas rusas en el frente sur, en la zona de Zaporiyia y en la de Jersón.

Más ataques aéreos rusos

El Ministerio de Defensa británico ha constatado que Rusia está optando por operaciones de ataque contra objetivos militares en el mar Negro con su fuerza aérea, menos expuesta a ser derribada que sus buques. También se han recrudecido los bombardeos contra infraestructuras portuarias de Odesa y del puerto ucranio de Izmail, el principal punto de salida de mercantes que remontan el río Danubio hacia los mercados europeos. Reuters informó este miércoles de que en septiembre salieron de Ucrania por el Danubio cerca de 2,4 millones de toneladas de grano. Los datos de las autoridades ucranias indican que 50 millones de toneladas están disponibles para ser vendidas al exterior entre 2023 y 2024.

Las Fuerzas Armadas Ucranias insisten en que la única forma de proteger sus ciudades portuarias es con más baterías de defensa antiaérea suministradas por Occidente. Pletenchuk admitió que el dominio aéreo de Rusia en el mar Negro será incontestable hasta que no estén operativos en Ucrania los cazas estadounidenses F-16. La Casa Blanca dio el pasado agosto luz verde a la entrega de estos aviones y los primeros pilotos ucranios se están entrenando para entrar en combate a partir de 2024.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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