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La progresista Olivia Chow gana la alcaldía de Toronto

La candidata se impone con el 37,2% de los votos. El anterior alcalde, John Tory, dimitió en febrero tras reconocer una relación sentimental con una empleada

Olivia Chow, alcaldesa electa de Toronto
Olivia Chow, alcaldesa electa de Toronto, celebra el resultado de las elecciones municipales.Chris Young (Associated Press/LaPresse)

Olivia Chow se impuso el lunes en las elecciones a la alcaldía de Toronto. La candidata progresista obtuvo el 37,2% de los sufragios, poniendo fin de esta forma a más de 12 años de Gobiernos conservadores en la metrópoli de Canadá. En su discurso de victoria, Chow señaló: “Gracias a los habitantes de Toronto por la confianza que han depositado en mí y por este mandato de cambio como su nueva alcaldesa”. La ganadora de los comicios añadió que, independientemente de las preferencias electorales de cada uno, todos están unidos en su amor por la ciudad. La elección del lunes fue organizada fuera del calendario habitual a raíz de la renuncia de John Tory.

Alcalde desde 2014, Tory anunció sorpresivamente su dimisión el 10 de febrero. La razón fue que mantuvo una relación extramatrimonial con una antigua empleada de su oficina. “Reconozco que permitir que se desarrollara esta relación fue un grave error de juicio de mi parte”, expresó poco más de una hora después de que el diario Toronto Star publicara una pieza contando el vínculo. La vicealcaldesa, Jennifer McKelvie, tomó el timón de manera interina.

Toronto es el municipio más poblado de Canadá. Cuenta con cerca de 2,9 millones de habitantes; 47% nacidos fuera del país. Olivia Chow (1957) refleja este ambiente multicultural. Llegó con su familia a un suburbio de la ciudad a los 13 años de edad procedente de Hong Kong. Cursó estudios universitarios en Arte, Filosofía y Religión. Poco después se afilió al Nuevo Partido Democrático y obtuvo un cargo en una comisión escolar. Posteriormente fue concejal en Toronto y diputada federal. En 2014 buscó la alcaldía, pero fue derrotada en las urnas por John Tory. Chow es la viuda de Jack Layton, líder del Nuevo Partido Democrático de 2003 a 2011 y una de las figuras más emblemáticas en la historia de la izquierda canadiense. Asumirá el cargo de alcaldesa el próximo 12 de julio.

La campaña estuvo enfocada en la seguridad, el estado de las infraestructuras y el cuidado medioambiental. Sin embargo, el tema que mayor atención provocó fue el de la crisis de la vivienda. Olivia Chow prometió aumentar la protección a los inquilinos, lo mismo que los impuestos a los inmuebles de lujo. Asimismo, se fijó como meta apoyar la construcción de 25.000 viviendas de alquiler en los próximos ocho años. Otro punto que inquieta tiene que ver con el estado de las arcas públicas, ya que Toronto arrastra un déficit de cerca de 1.500 millones de dólares canadienses (unos 1.1140 millones del país vecino).

La semana pasada, Doug Ford, primer ministro de Ontario, había comentado que el triunfo de Chow sería “un desastre absoluto”, ya que según él los impuestos de los habitantes de la ciudad crecerían “a un ritmo sin precedentes”. Este lunes, tras darse a conocer los resultados, Ford declaró: “Aunque no siempre vamos a estar de acuerdo en todo, en lo que sí podemos estarlo es en nuestro compromiso compartido de hacer de Toronto un lugar donde las empresas, las familias y los trabajadores puedan prosperar”. Justin Trudeau, primer ministro canadiense, felicitó por su parte a Olivia Chow a través de Twitter.

Ana Bailão, vicealcaldesa de 2017 a 2022, quedó en segundo lugar con el 32,5% de las preferencias, mientras que Mark Saunders, exjefe de policía de la ciudad, se ubicó en el tercer puesto con el 8,6%. En esta elección se presentaron 102 candidatos, una cifra histórica. Sin embargo, la mayoría de ellos carecieron de propuestas serias; incluso otros significaron un circo político. Tales fueron los casos de un empresario relacionado con una estafa piramidal, de un cómico y de un activista que dijo presentarse en nombre de su perra rescatista. Todo lo que se requería para obtener una candidatura era el pago de 200 dólares canadienses (unos 150 estadounidenses), un comprobante de domicilio y 25 firmas de apoyo.

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