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Un gran jurado imputa formalmente al soldado Jack Teixeira por la filtración de secretos militares de EE UU

El joven militar encara seis cargos de apropiación y diseminación de información clasificada de seguridad nacional, castigados con hasta diez años de cárcel cada uno

Jack Teixeira
Una representación de la comparecencia del soldado Jack Teixeira ante un juez en Boston el pasado 14 de abril.Margaret Small (AP)
Macarena Vidal Liy

Un gran jurado federal ha imputado formalmente este jueves al soldado de la Guardia Nacional Aérea Jack Teixeira por la que se considera mayor filtración masiva en internet de documentos de alto secreto estadounidenses en los últimos tiempos. El recluta de 21 años, detenido el pasado abril en su domicilio de North Dighton (Massachussetts), afronta seis cargos de retención voluntaria y diseminación de información clasificada relacionada con la seguridad nacional, según el Departamento de Justicia.

Cada uno de los cargos de los que se le acusa representa una violación de la Ley de Espionaje y acarrea una sentencia de prisión de hasta diez años, una multa de hasta 250.000 dólares y tres años de libertad vigilada una vez cumplida la condena.

Teixeira, un joven al que sus compañeros de instituto recuerdan como de personalidad solitaria, religioso, con una pasión desaforada por las armas y la historia militar, se encuentra bajo custodia federal desde que el 13 de abril un amplio dispositivo del FBI se presentó en su vivienda para detenerle como sospechoso de la retención y distribución de información sobre la defensa nacional y de apropiarse sin autorización materiales clasificados, que diseminó en un canal de la red social Discord. El canal privado, al que solo se podía acceder por invitación, reunía a un grupo de entusiastas de los vídeojuegos y de las armas de fuego, en su mayoría muy jóvenes y, desde luego, sin ninguna autorización oficial para acceder a esos documentos.

Las revelaciones de Teixeira representan la mayor filtración de secretos militares que ha vivido Estados Unidos desde el escándalo Wikileaks hace más de una década, y pusieron de manifiesto los problemas que afrontan los servicios de seguridad estadounidense para proteger su información más delicada.

El joven militar, al que un informe presentado por Justicia acusa de guardar en su casa un arsenal y de tener un temperamento violento, se encontraba destinado en una unidad de inteligencia en la base Otis de la guardia aérea de Massachusetts, donde se dedicaba al mantenimiento de los sistemas informáticos.

Para que cumpliera esa tarea se le facilitó una autorización para acceder a información considerada de alto secreto. Desde su puesto de trabajo obtenía datos teóricamente reservados solo a los altos mandos y a niveles superiores de la administración. Informes a los jefes del Estado Mayor. Mapas con las posiciones de las tropas ucranias en la guerra. Detalles sobre hasta qué punto los servicios de inteligencia estadounidenses habían conseguido infiltrarse en los servicios secretos rusos. Según la acusación, al principio copió manualmente esas informaciones y las tecleó en el canal. Con el tiempo, simplemente fotografió los documentos y subió las imágenes a Discord.

En mayo, un juez de distrito en Boston ordenó que el soldado permaneciera bajo custodia de las autoridades, sin posibilidad de fianza, dado un riesgo alto de fuga.

“La apropiación, retención y transmisión no autorizadas de información clasificada pone en peligro la seguridad de nuestro país. Los individuos a los que se concede acceso a materiales clasificados tienen el deber fundamental de proteger esa información por el bien de la seguridad de Estados unidos, nuestros miembros de las fuerzas armadas en activo, de los ciudadanos y de nuestros aliados”, ha declarado el fiscal del Estado Joshua Levy. “Estamos decididos a garantizar que aquellos a los que se les confía información delicada de seguridad nacional respetan la ley”.

El responsable del Departamento de Justicia, Merrick Garland, ha apuntado por su parte que Teixeira “está acusado de compartir información con usuarios de una plataforma de redes sociales de los que él sabía que no tenían autorización para recibirla. Al hacer eso, se le acusa de haber violado las leyes estadounidenses y de haber puesto en peligro nuestra seguridad nacional”.

Según el pliego de cargos, el joven recluta se alistó en la Guardia Nacional en 2019 y se le concedió autorización para acceder a secretos militares dos años después. En torno a enero de 2022 comenzó a recolectar material clasificado sin autorización ni de manera legal y diseminarlo en redes. Entre lo obtenido se encontraban documentos considerados “secreto”, “alto secreto” o “información sensible”, que Teixeira tenía razón para creer que su contenido podía utilizarse para “perjudicar al país o beneficiar a una nación extranjera”, apunta el Departamento de Justicia.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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