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La izquierda francesa festeja su alianza electoral contra Macron

El líder de La Francia Insumisa y artífice de la unión de las izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, afirma que “probablemente” no se presentará a las legislativas

Jean Luc Melenchon
El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, es el artífice de la nueva alianza de izquierdas de Francia, la Unión Popular Ecológica y Social (Nupes).RALI BENALLOU (REUTERS)
Silvia Ayuso

Como solo estaban los que de verdad querían y no todos los que habrían podido estar, la presentación este sábado de la nueva alianza de los partidos de izquierda franceses para las legislativas de junio fue un auténtico festejo. En Aubervilliers, en la periferia de París, estaban los convencidos. La Nueva Unión Popular Ecologista y Social (NUPES) fue inaugurada bajo la batuta de Jean-Luc Mélenchon, el artífice del acuerdo entre la izquierda populista de Francia Insumisa, el Partido Comunista, los ecologistas y, tras arduas negociaciones que lo han puesto al borde de la escisión, el Partido Socialista (PS).

La alianza de todo el espectro de la izquierda francesa es “un acto de resistencia colectiva a una era de maltrato social, ecológico y democrático”, afirmó Mélenchon, que celebró la “profundidad histórica” del pacto. “Es la primera vez en 25 años, es decir, en una generación, que se logra un acuerdo global entre las fuerzas de izquierda”, recordó. “Estamos escribiendo una página de la historia de Francia”.

En el acto de presentación de NUPES, se desveló el logo de la nueva alianza: una V “de victoria”, explicaron los organizadores mientras alentaban al auditorio a hacerse un selfi haciendo ese gesto con la mano, como habían hecho en vísperas de la cita en Aubervilliers candidatos y organizadores de la alianza. Es una V con los colores de todas las formaciones participantes, que hicieron el sábado una muestra de unidad después de 13 días —”y 13 noches”, recordó Mélenchon entre risas— de negociaciones tras años de desencuentros.

El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, lamentó los cuestionamientos a esta apuesta legislativa. “Claro que tenemos diferencias, nadie lo niega”, afirmó ante 1.500 personas, entre las que se mezclaban candidatos a diputado y militantes de todas las formaciones ahora aliadas. El problema, subrayó Faure, es que solo a la izquierda se le pregunta por esas diferencias, pero “¿quién se las plantea a Emmanuel Macron?” El macronismo, recordó, está formado por “gente que se ha enfrentado toda su vida (…) gente de izquierda y de derecha. Nosotros somos izquierdas e izquierdas y nos piden que nos disculpemos”.

Con su “OPA a la izquierda”, como ha calificado la prensa francesa la operación de unión de las principales fuerzas de la izquierda del país, Mélenchon busca una mayoría en la Asamblea Nacional en las elecciones del 12 y 19 de junio. Ello le permitiría ser nombrado primer ministro, como reza ya en los carteles electorales lanzados aún antes de que se ratificara la alianza de partidos, y forzar así un gobierno de cohabitación que frene la política del presidente Emmanuel Macron, investido para su segundo mandato este mismo sábado.

El viernes, el líder de Francia Insumisa reiteró que, “probablemente”, no será candidato a la Asamblea Nacional, lo que no le impide, subrayó, poder ser jefe de Gobierno si su alianza logra una mayoría de diputados. Para lograrlo, NUPES tiene primero que ganar al menos 289 de los 577 escaños en disputa.

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Faure, que impulsó la alianza finalmente apoyada por el 62% de su partido el jueves, llamó a “no tener miedo de los insumisos, ecologistas, comunistas y de los socialistas radicalizados”, ironizó sobre las críticas internas de su partido al acuerdo. “No tengáis miedo, daos por una vez un gusto, no votéis contra algo sino por lo que creéis”, alentó a los votantes.

“En cinco semanas —dijo por su parte el excandidato comunista Fabien Roussel— tenemos la posibilidad de derrotar a Macron en la Asamblea Nacional eligiendo a una nueva mayoría de izquierda. Es una esperanza inmensa que no teníamos desde hace años”.

Con el casi 22% de los votos que obtuvo en la primera vuelta de las presidenciales, Mélenchon quedó a las puertas de la final para llegar al Elíseo y se situó como la fuerza más votada de la izquierda, muy por delante de sus rivales progresistas: el candidato ecologista, Yannick Jadot, obtuvo el 4,6% de los votos, el comunista Roussel, 2,3% y la socialista Anne Hidalgo, cuyo partido gobernó Francia entre 2012 y 2017, se quedó en un paupérrimo 1,7%. Esta abrumadora ventaja le ha dado a Mélenchon la autoridad para dirigir la alianza de la izquierda imponiendo la mayoría de sus condiciones y un programa “de ruptura”, dice, que, hasta que forzó las negociaciones, muchos de sus rivales, sobre todo los socialistas, consideraban incompatible con sus principios.

Sobre todo el llamamiento a “desobedecer” algunos de los principales tratados de la Unión Europea ha provocado el rechazo de la alianza por una parte minoritaria, pero muy influyente, del PS, que estudia su próximo movimiento alejado del NUPES que este sábado celebró sin ellos.

Una de las principales voces críticas de la alianza, la presidenta de la región de Occitania, Carole Delga, ya ha perfilado parte de ese futuro. En una entrevista en Le Parisien, aseguró que no piensa abandonar el PS. Pero, tras el verano, organizará unos “Estados generales de la izquierda republicana, europea y ecologista” que estará “abierta a todos los que, a la izquierda, quieren un proyecto de sociedad que no sea ni el de Macron ni el de Mélenchon”.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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