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Las claves de la ley de seguridad nacional que China impondrá en Hong Kong

La aprobación de la medida por el legislativo chino puede provocar la reactivación de las protestas en la antigua colonia británica

Macarena Vidal Liy
El activista hongkonés y antiguo líder estudiantil Joshua Wong, este viernes en Hong Kong.
El activista hongkonés y antiguo líder estudiantil Joshua Wong, este viernes en Hong Kong.Kin Cheung (AP)

Con el anuncio de que China impondrá una nueva ley de seguridad nacional a Hong Kong, el país liderado por Xi Jinping ha dado un paso drástico para controlar su territorio autónomo después de las protestas, a menudo violentas, contra el Gobierno de Pekín el año pasado. Pero también, según temen diplomáticos y empresarios, para socavar el régimen de libertades y el Estado de derecho del que disfruta la antigua colonia británica tras su regreso a la soberanía china en 1997. Una situación que debe prolongarse, como indica lo pactado con Londres, hasta 2047, según el principio “Un país, dos sistemas”. La medida amenaza con reactivar de nuevo el polvorín de las protestas, que habían quedado en suspenso desde principios de año por la pandemia de covid-19.

¿Qué ha puesto China sobre la mesa?

Este jueves, Zhang Yesui, el portavoz de la Asamblea Nacional Popular (ANP), el legislativo chino, confirmó que esta institución tramitaría el polémico plan durante su sesión esta semana. El primer ministro, Li Keqiang, ha declarado en su discurso de apertura que su Gobierno establecerá un “sistema legal” y un mecanismo de cumplimiento “sólido” para proteger la seguridad nacional en el territorio autónomo.

Según borradores de la propuesta que han circulado por Internet, el Gobierno chino apunta que pese a que la ley Básica (la miniconstitución hongkonesa) prevé el desarrollo de la medida, Hong Kong no la ha llegado a implementar. La ley respetará la “jurisdicción general” del Gobierno central y la “amplia autonomía” de la antigua colonia, pero impedirá cualquier actividad “separatista” o “terrorista", la “subversión de los poderes del Estado” y la “injerencia de poderes extranjeros”. Algo que, dada la vaguedad con la que están redactadas las leyes chinas, puede achacarse a casi cualquier actividad en un momento dado. De modo preocupante, el borrador también apunta la posibilidad de que los “órganos relevantes de la seguridad nacional del Gobierno central” establezcan bases en Hong Kong.

¿Cómo se va a tramitar?

Una vez presentada la moción, el lunes y el martes próximo los cerca de 3.000 delegados de la ANP la debatirán en sus sesiones en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. El jueves, a las 15.00 (9.00 hora peninsular española), se someterá a votación, aunque la naturaleza del sistema legislativo chino no deja lugar a dudas de que se aprobará. La medida se incluirá entonces en la ley Básica hongkonesa, sin que el parlamento del territorio autónomo pueda debatirla, como era el procedimiento hasta ahora.

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¿Por qué ahora, y por qué esta ley?

Desde el año pasado, Pekín se ha manifestado de modo cada vez más tajante contra las protestas, que llegaron a reunir hasta dos millones de personas según los organizadores y que exigen, entre otras cosas, mayor democracia y una investigación exhaustiva sobre el comportamiento policial. Los representantes del Gobierno central en Hong Kong han reiterado sus llamamientos en los últimos meses a la aprobación de esta ley.

La ley Básica prevé, en su artículo 23, el desarrollo de una ley de Seguridad Nacional. Un primer proyecto se archivó en 2003 ante las protestas de la población, que llevó a cabo las mayores manifestaciones vistas hasta entonces en el territorio, medio millón de personas.

Aunque el artículo 23 prevé que sea el territorio, “por sí mismo”, el que apruebe la legislación, la miniconstitución también otorga a Pekín el poder de insertar leyes nacionales en esta carta magna en un anexo.

¿Cómo ha reaccionado el Gobierno autónomo hongkonés?

La jefa del Gobierno autónomo, Carrie Lam, muy impopular en Hong Kong, ha asegurado que el ejecutivo cooperará con Pekín para proteger la seguridad nacional. También sostiene que la nueva legislación no afectará los derechos y libertades ni al Estado de derecho.

¿Y la oposición pandemócrata y los activistas hongkoneses?

Con consternación. El antiguo líder estudiantil Joshua Wong ha tuiteado que “Pekín intenta silenciar las voces críticas de los hongkoneses mediante la fuerza y el miedo”. Algunos manifestantes han llamado a la movilización y a actos de protesta, pese a que el territorio aún mantiene fuertes limitaciones a la libertad de movimientos para combatir la pandemia de coronavirus, y se mantendrán en pie al menos hasta comienzos de junio. La organización que convocó las manifestaciones masivas del año pasado, el Frente de Derechos Humanos y Civiles, ha revelado que planea actos en el futuro y ha llamado a una participación multitudinaria en ellos. “Esperamos ser más de dos millones de personas cuando anunciemos nuestros próximos actos. Es la única manera en que veremos un rayo de luz; necesitamos a cada uno de ustedes para ayudar a salvar Hong Kong”, ha indicado en un comunicado.

Muchos ciudadanos temen también que la legislación sirva para censurar la libertad de expresión y la creatividad artística, además del bullicioso debate político en este territorio. Tras el anuncio del jueves, las redes sociales hongkonesas estaban llenas de mensajes de personas que planteaban la posibilidad de abandonar el enclave y centro financiero internacional.

¿Qué ha dicho Estados Unidos?

El secretario de Estado en Washington, Mike Pompeo, ha advertido de que “cualquier intento de imponer una legislación draconiana de seguridad nacional en Hong Kong sería inconsistente con las promesas de Pekín, y afectaría a los intereses estadounidenses” en el territorio autónomo.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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