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La producción petrolera en Venezuela se desploma a niveles de los ochenta

La caída récord obedece a las desinversiones y a la mala gestión

La producción petrolera de Venezuela ha descendido a niveles no vistos desde finales de los años ochenta. El último informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), a partir de informaciones suministradas por el régimen de Nicolás Maduro, revela que en octubre se produjo la mayor caída en la producción de crudo de 2017. Se extrajeron 1.955.000 barriles diarios, un descenso de 130.000 barriles solamente en un mes y de 361.000 en un año. La cifra explica en buena medida las complicaciones que atraviesa la economía local. El petróleo aporta 96% de las divisas.

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Esta caída en barrena obedece a tres factores: la desinversión, las distorsiones cambiarias y la impericia de la gerencia que lleva las riendas de la estatal PDVSA. La cifra de producción podría ser menor incluso si se atiende a los números de la Agencia Internacional de Energía, que calcula la producción petrolera venezolana en 1.863.000 barriles por día.

A finales de los años noventa, en los tiempos de la denostada apertura petrolera, PDVSA llegó a producir 3,2 millones de barriles de crudo al día. Pero luego del paro de la industria entre 2002 y 2003, que buscaba la renuncia del entonces presidente Hugo Chávez, y que, al fracasar, culminó con el despido de unos 20.000 trabajadores, la competitividad de PDVSA disminuyó. La gerencia involucrada en la paralización fue sustituida por personal leal al régimen chavista, pero escasamente preparado para trabajar en la industria. Además, la reinversión de parte de los ingentes beneficios se fue reduciendo paulatinamente, embarcado como estaba el chavismo en operaciones políticas, y los equipos quedaron más y más desfasados. Las principales refinerías del país no operan hoy a plena capacidad.

Todo en un contexto de descenso del precio del barril, que ha lastrado al Gobierno de Nicolás Maduro, acostumbrado a pagar con crudo la contratación de servicios en el extranjero. Como resultado, el régimen puede colocar en el mercado mucha menos producción de la que bombea. El anuncio de la OPEP se produce luego de la detención de un viceministro venezolano y de nueve directores de PDVSA, por supuesta alteración de las cifras de producción de crudo.

El fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, calculó un daño patrimonial de 1.156 millones de dólares (979 millones de euros). Unas revelaciones que confirman lo que siempre denunciaron exgerentes de la petrolera: que el Gobierno producía mucho menos de lo que declaraba. “Ese maquillaje de cifras se dio a partir de 2014, en el cual se causó un daño patrimonial grave que afectó a la industria y la economía nacional”, explicó. Y agregó: “Se produjo un pago de regalías al Estado e impuestos por el crudo contabilizado, pero no producido, que alcanzó un estimado de 266 millones de dólares”.

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