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ICON PARA BALLANTINE'S

Diez momentos para brindar hasta fin de año y el combinado perfecto para cada uno de ellos

Los encuentros de Navidad propician grandes experiencias. Para sacar el máximo partido posible, proponemos una decena de brindis con el sabor de Ballantine’s 10 como protagonista.

Ballantines

Si hay una época propicia para las celebraciones, esa es la Navidad. Entramos en esa fase del año en la que los reencuentros adquieren una mayor relevancia, y en el que intentamos aprovechar al máximo los momentos compartidos. Por esa razón, es también la fase del año donde buscamos lo mejor. Los mejores entornos, sensaciones y sabores. También los más sofisticados y diferentes. Ballantine’s 10 representa esa búsqueda de algo único, tanto que hay que esperar toda una década para que su sabor se forme por completo. Solo así, esperando a que envejezca en barricas de roble americano, se consigue un sabor y unos matices que se escapan a la norma. Desde un color de oro cálido a las notas de fruta fresca como manzana roja, grosella y ralladura de limón, culminada por notas dulces de vainilla, toffee y un toque de nueces. Una prueba de que saber esperar, como en los momentos que nos esperan ahora, ofrece grandes recompensas.

Una fiesta para los sentidos que se disfruta mejor acompañado. Para potenciar esos momentos, repasamos diez situaciones de aquí a fin de año para brindar con Ballantine’s 10 y los distintos perfect serves que se pueden crear con él.

El encuentro con amigos que ya no se vuelve a posponer. Durante todo el año, el día a día ha ido posponiendo la cita, pero ya no hay vuelta atrás. Antes de que termine 2023 hay que quedar con los amigos de siempre, los que siguen estando pasen los años que pasen, y brindar con ellos. Solo hay que elegir hora y sitio, y por supuesto la bebida adecuada. Un momento tan esperado merece ser saboreado con un whisky que ha sido creado con paciencia. Para esta ocasión, el sabor de un perfect serve con ginger ale y lima es el idóneo: un soplo de aire fresco que, al mismo tiempo, trae ecos del pasado.

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Un aperitivo en la cocina. Las preparaciones de las comidas y cenas de Navidad son casi tan importantes como lo que se sirve en el plato. Reunirse con familiares mientras se reparten las tareas y cada uno se ocupa de una preparación puede ser una fuente de momentos imborrables. Para ese momento, y para abrir el apetito, un cóctel clásico es el Whisky Sour. Añadiendo a Ballantine’s 10 zumo de limón, jarabe de azúcar, clara de huevo y un toque de angostura, tenemos un trago perfecto para convertir la cocina en una pequeña fiesta familiar.

Una escapada al campo. La Navidad también invita a encontrarse con la naturaleza. Encontrar un momento en estos días para hacer una escapada al campo, especialmente si puede haber nieve, es una inyección de vitalidad perfecta para recargar energías. Acompañar una buena caminata con una comida completa el plan. Redondear ese día es posible con otro clásico, un Old fashioned. Ballantine’s 10, un terrón de azúcar de caña moreno, amargo de naranja y acompañado de su cáscara hacen una combinación a la vez dulce y amarga que reconforta tras un día al aire libre.

El momento de alargar la sobremesa. Las comidas navideñas, más allá del propio día 25, se prestan a la sobremesa. Sin urgencias ni compromisos, nada es más apetecible en muchas ocasiones que adentrarse en la tarde en compañía de familia o amigos y recordar buenos momentos. Para esas ocasiones en las que el tiempo se alarga, un Ballantine’s 10 on the rocks es perfecto, disfrutándolo poco a poco simplemente acompañado de hielo.

Ballantine's 10 on the rocks, el sabor más puro.
Ballantine's 10 on the rocks, el sabor más puro.

Una película navideña compartida. Hay otros momentos, en apariencia más sencillos pero no por ellos menos placenteros, que tienen lugar en Navidad. Uno de ellos llega con esas películas que se revisan todos los años por las mismas fechas, y que se disfrutan mejor en compañía y sabiendo de antemano cada línea de diálogo. Ya sea Que bello es vivir o Love Actually, según las preferencias de cada uno, acompañarlas de un Manhattan acreciente el placer. Ballantine’s 10, vermut rojo y angostura conforman un serve para disfrutar poco a poco.

El festejo inesperado. En una época con una agenda tan repleta, siempre es aconsejable poder dejarse llevar en algún momento y salir de lo esperado. Una llamada, un mensaje, un encuentro casual que lleva a una de esas situaciones que, por no estar planeada, sabe especialmente bien. Solo hay que mantener la mente abierta y encontrar el trago adecuado. Para esos momentos, recurrir a un cóctel sorprendente como el John Collins es una gran opción. Ballantine’s 10, jugo de limón, jarabe de azúcar y soda conforman una bebida tan fresca y sorprendente para escaparse de la agenda.

La noche en la que volvemos a bailar. La Navidad también puede ser el momento en el que alargamos la noche, en el que aprovechamos para soltarnos y, por ejemplo, regalarnos una noche para bailar. Liberarse de los complejos y disfrutar en compañía es una de las experiencias más regeneradoras que nos podemos regalar en estas fechas. Para ello, nada mejor que acompañarlo de un Ballantine’s 10 con cola y un toque de lima. Y dejar que la noche fluya.

Ballantine's 10 con cola y un toque de lima, un clásico imbatible.
Ballantine's 10 con cola y un toque de lima, un clásico imbatible.

El momento de experimentar. Probar cosas nuevas antes de que acabe el año es una de esas experiencias sencillas que sirven para descubrir nuevos placeres. El arte de la coctelería, cada vez más apreciado, es una de esas oportunidades para expandir horizontes. Probar un serve distinto, por ejemplo, como el Rusty Nail: aromático y profundo. Para ello, nos valemos de Ballantine’s 10 y una mezcla de miel y hierbas aromáticas como azafrán y nuez moscada. Un trago sorprendente para probar algo nuevo antes de que 2023 toque a su fin.

Confidencias con los más cercanos. Las prisas del día a día hacen que las conversaciones muchas veces no profundicen lo que querríamos. En Navidad, finalmente, tenemos algunos de esos momentos en los que podemos sentarnos a solas con un padre, un hermano o un amigo, y contarnos esas cosas que durante todo el año no hemos podido expresar. En esas ocasiones, los matices de un Ballantine’s 10 straight, sin acompañamiento de ningún tipo, se adapta perfectamente a los momentos que más cuentan.

La preparación del fin de año. Finalmente, llega el momento de despedir el año. Los recuerdos dejan paso a los deseos para el tiempo que viene, mientras nos preparamos para una noche que siempre es memorable. Para estas ocasiones, lo mejor es buscar una bebida especial, sofisticada y refrescante como un año que comienza. Por eso, la elección es un Mint Julep. Ballantine’s 10, hierbabuena o menta, jarabe de azúcar y angostura configurar un cóctel que es un soplo de aire fresco para afrontar un año repleto de nuevas experiencias.

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