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Álvaro Mel: “Creo que tuve suerte. Estuve en el lugar y en el momento adecuados”

El salmantino Álvaro Mel es uno de los pocos que han conseguido dar el salto de ‘influencer’ que mueve pasiones en redes sociales a actor que consigue que la gente se quede pegada a más pantallas que a la del móvil

Álvaro Mel posa con sudadera y chaqueta vaquera Pull & Bear.Foto: ADRIÁN CUERDO
Abraham Rivera

Ya podemos decir que Álvaro Mel (Salamanca, 27 años), es una promesa que se ha revelado realidad. Protagonista de El cuento perfecto, la serie de Netflix basada en la novela homónima de Elisabet Benavent, y con una película de terror slasher recién estrenada en la misma plataforma, El club de los lectores criminales, Mel prefiere ser cauto. “De momento es una carrera de fondo, hay que ir con mucho cuidado. Mirando todo muy bien”, apunta. Lleva ocho años en la capital, cuando decidió abandonar la carrera de Arquitectura que cursaba en Valladolid y cuidar la ingente nube de seguidores que comenzaba a cosechar.

“Creo que tuve suerte”, añade, intentando mirar para otro lado cuando se le pregunta por qué más de un millón de personas siguen su día a día en las redes. “Al principio, subía retratos míos en la habitación de la residencia donde estaba, por aburrimiento. Fue estar en el momento y en lugar adecuados. Supe aprovechar y crear un contenido que resultó interesante”. Su aspecto físico, de cara dulce y cuerpo torneado en el gimnasio, sin ser excesivo, más una buena mano como DJ −”me gusta el soft house y el tech house”, afirma− terminaron de hacerle inmensamente visible en Instagram.

No podemos recomendarle este desayuno no tiene mucha pinta de saludable, pero sí podemos indicar que la sudadera es Pull&Bear.
No podemos recomendarle este desayuno no tiene mucha pinta de saludable, pero sí podemos indicar que la sudadera es Pull&Bear.Adrián Cuerdo

Dio su primer pelotazo con el personaje de Tomás Peralta en La otra mirada (2018-2019), una transposición de las series de instituto a la Sevilla de los años veinte del siglo pasado. La idea original, según cuenta, partió de Josep Cister, creador de éxitos de la televisión pública como La promesa (2023) o Dos vidas (2021-2022), esta última nominada a los Emmy. Mel ha sabido rentabilizar cada pequeño papel que ha hecho. “Hay un amigo que siempre me dice: ‘No hay papel pequeño’, y creo que es una buena filosofía de vida”, continúa.

Cualquiera que haya seguido un mínimo el universo seriéfilo patrio es probable que recuerde también a Mel como el científico Alex Ventura en La fortuna (2021), serie que dirigió Alejandro Amenábar con Stanley Tucci, Clarke Peters o Ana Polvorosa. Ahí estaba él, con poco más de 24 años, mirando embelesado las interpretaciones de sus compañeros. “He visto cómo dos titanes como Clarke y Stanley se tenían que enfadar y repetir varias veces una escena, gritándose cada vez más. Era como asistir a una función de teatro en vivo delante de ti”, cuenta Mel. Y eso que ni su infancia ni estuvo regida por clubes de interpretación, ni se le puede llamar cinéfilo recalcitrante. Sí recuerda a Tucci en El diablo viste de Prada (2007) cuando era pequeño, a Peters en The Wire (2002-2008) o a T’Nya Miller en Years and Years (2019). Pero no mucho más. “El tema de la tele siempre lo veía como muy lejano. Lo más que hacía era jugar a repetir frases cuando las veía en las películas. Sobre todo me acuerdo de Will Smith en Men in Black. Esa ha sido mi única inquietud actoral”.

Álvaro Mel viste sudadera Pull&Bear.
Álvaro Mel viste sudadera Pull&Bear.Adrián Cuerdo

Durante el verano ha intentado driblar a la prensa, pasar el mayor tiempo fuera de casa y dedicar tiempo al gimnasio. “He estado un poco de aquí para allá, haciendo entrevistas, creando contenido en redes y acudiendo a algún evento. La verdad es que no te aburres”, afirma. Sus otras dos pasiones son la lectura y la pintura. “Dibujo mucho con acrílico. También leo bastante. Terminé Beatriz y los cuerpos celestes y ahora estoy con Mi año de descanso y relajación”, revela de dos obras en las antípodas: la primera, la novela con la que Lucia Etxebarria ganó el Nadal en 1998, y la segunda, un retrato hipnótico sobre la sociedad estadounidense de los dosmiles. También le gusta la moda. Cultiva una estudiada sencillez y este verano seguramente haya catapultado las ventas de las camisetas de tirantes: a poco que uno viera sus reels o alguna story, Álvaro aparecía con una puesta.

Mel, que en realidad se apellida García, también lleva prendas de Pull&Bear, la firma de básicos jóvenes de Inditex, y hace alguna concesión al lujo, como corresponde a su estatus entre la juventud. “No soy muy de desfiles, pero hay marcas que me gustan por su sobriedad”, matiza. “En alfombras rojas he llevado mucho Dior. Así que creo que como agradecimiento me invitaron a París, al quinto aniversario de Kim Jones con ellos”.

Volviendo a la historia de Benavent protagonizada por Mel y Anna Castillo, que retrata ese nuevo y, a la vez, viejo Madrid repleto de tabernas y clubes nocturnos, se puede intuir algo de la propia vida del actor. “Hazme caso. Te lo digo desde el corazón”, pone en su boca la escritora valenciana. “Ni nada es tan grave ni la vida se acaba. Solo… se abren nuevas posibilidades”. Y en el caso de Mel, muchas.

Realización: Carmen Rodríguez. Maquillaje y peluquería: Paula del Río. Asistente de fotografía: Luis Calvo / Dirección de arte: Marta Ochoa. Vídeo: Josu Ortega y Adrián Cuerdo.

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Sobre la firma

Abraham Rivera
Escribe desde 2015 para EL PAÍS sobre gastronomía, buen beber, música y cultura. Antes ha sido comisario de diversos festivales, entre ellos Electrónica en Abril para La Casa Encendida, y ha colaborado con Museo Reina Sofía, CA2M y Matadero. También ha presentado el programa Retromanía, en Radio 3, durante una década.

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