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“Más que imágenes de negros al micrófono es una declaración política”: confesiones del fotógrafo que intenta paliar una injusticia histórica

Bruce W. Talamon reúne en el libro ‘Soul. R&B. Funk. Photographs 1972-1982′ imágenes de las grandes figuras negras de la música en momentos íntimos o en pleno concierto para dar algo más que testigo gráfico: reparar las historias de unos precursores subestimados en favor de las estrellas blancas

Marvin Gaye fotografiado por Bruce W. Talamon.
Marvin Gaye fotografiado por Bruce W. Talamon.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)

“Si Elvis Presley es el rey, ¿quién es James Brown? ¿Dios?”. La cita del escritor Amiri Baraka con la que se abre Soul. R&B. Funk. Photographs 1972-1982, el libro de fotografías de Bruce W. Talamon (Los Ángeles, 1949) publicado por Taschen, debería estar cincelada bajo el tupé de los que aún piensan que el rock fue un invento de ciertos músicos blancos estadounidenses. “Para mí este es un tema fundamental, porque Elvis aprendió de James Brown”, afirma por videollamada Talamon desde su domicilio en Los Ángeles. “Esto no son solo imágenes de tipos negros gritando a un micrófono, también es una declaración política. Muchos de estos artistas siguen estando subestimados y deberían ser redescubiertos y reevaluados. En su momento ni ganaron el dinero que merecían ni recibieron los royalties adecuados. Muchos de sus contratos eran realmente malos. Ojalá esta obra pueda ayudar a paliar la situación”.

El fotógrafo Bruce W. Talamon en Hollywood, California, en 2018.
El fotógrafo Bruce W. Talamon en Hollywood, California, en 2018.Maury Phillips (Getty Images)

Talamon despliega en el libro buena parte de su archivo, toda una enciclopedia visual de la música negra de los diez gloriosos años que van desde 1972 hasta 1982. Son 376 páginas y 300 imágenes de pura ambrosía soul (en lo más amplio del término). Por delante del retratista afroamericano, que tenía acceso directo a escenarios, camerinos y hoteles, desfilaron todas las figuras de la época: de Aretha Franklin, Al Green, B. B. King, Smokey Robinson o Curtis Mayfield a Diana Ross, Donna Summer, Quincy Jones o Bobby Womack, pasando por The Isley Brothers, Stevie Wonder, Barry White o The O’Jays. E, incluso, un jovencísimo Michael Jackson cuando todavía era miembro de The Jackson 5. “Y cuando Michael aún era marrón”, apunta con toneladas de retranca. “Hay mucha gente joven que jamás le ha visto así. Casi te diría que ni le reconocerían por el pelo rizado y la complexión física”.

Dos de los miembros de Earth, Wind & Fire. Reflejado en el espejo, el fotógrafo Bruce W. Talamon.
Dos de los miembros de Earth, Wind & Fire. Reflejado en el espejo, el fotógrafo Bruce W. Talamon.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)

El volumen, que también puede verse como un tratado de las modas de aquel periodo (la sobria elegancia de Marvin Gaye enfrentada a las fantasías psicotrónicas de Earth, Wind & Fire, Parliament-Funkadelic o LaBelle), tiene su continuación con una exposición en el Rock & Roll Hall Of Fame de Cleveland, titulada Hotter Than July, que se prolongará hasta junio de 2023. Unas imágenes que, según su autor, “capturan la locura y la alegría del momento”.

Su gestación, eso sí, no fue nada sencilla. El archivo estaba ahí, pero el problema era encontrar a alguien que quisiera publicarlo. “A todo el mundo le encantaba mi trabajo, pero nadie se animaba a editarlo”, confiesa. Así que en 2015 tiró la toalla y volvió a empaquetar todo aquel material. Hasta que una noche de febrero de 2016, a las 4:30 de la mañana, de repente pensó en Benedikt Taschen, el célebre editor germano. “Encontré un email genérico de su empresa y mandé un correo de dos párrafos con siete de mis fotos adjuntas, explicando que no existía un libro sobre las escenas R&B, soul o funk. Y me fui a dormir”, rememora. A la una de la tarde de la jornada siguiente recibió una llamada desde Nueva York de uno de los jefes de Taschen. “Me dijo que mi mensaje había llegado a Alemania, que alguien se lo había reenviado y que deseaba hablar conmigo. Tardamos un minuto en cerrar el trato y tres años en completar el diseño final”.

Aretha Franklin.
Aretha Franklin.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)

La carrera de Talamon no ha sido un camino de rosas. “Cuando le anuncié a mi padre que, en vez de abogado, quería ser fotógrafo, no tuvo palabras demasiado caritativas hacia mi elección laboral”, bromea. Aunque debutó como profesional en una actuación de Miles Davis en Copenhague en 1970, tuvo que esperar un par de años hasta conseguir su primera gran oportunidad. En 1972 conoció a Howard L. Bingham, otro fotógrafo afroamericano, retratista de Muhammad Ali, en el festival de Wattstax, un concierto benéfico que organizaba la discográfica Stax para conmemorar el séptimo aniversario de los disturbios de Watts en Los Ángeles. Conectaron de inmediato y Bingham le presentó a Regina Jones, la directora de Soul, entonces la única revista que se dedicaba en exclusiva a los artistas negros, donde comenzó a colaborar con asiduidad. Y ahí ya nada le pudo frenar.

La mano de Al Green sujeta unas flores en el programa 'Soul Train'.
La mano de Al Green sujeta unas flores en el programa 'Soul Train'.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)

El californiano recuerda cómo los sonidos negros estaban totalmente marginados en aquellos tiempos. “No tenían el mismo tipo de cobertura mediática ni el mismo respeto del que gozaban The Rolling Stones o Led Zeppelin”, sostiene. “Ellos ocupaban portadas, aunque se habían empapado de Little Richard, Howlin’ Wolf, Chuck Berry o Ike & Tina Turner. Y muchos lo reconocían. Pero una cosa es reconocimiento y otra cosa es apoyo. Ni siquiera las publicaciones musicales especializadas prestaban atención a estos artistas”.

Talamon se resarció de esa injusticia décadas después, no hace demasiado, cuando Rolling Stone, una de las biblias musicales de los sesenta y setenta, mandó a un reportero a entrevistar a Talamon por la publicación en Estados Unidos del libro Soul. R&B. Funk. “El periodista no dejaba de alabar mi trabajo y le solté: ‘Bueno, todavía me acuerdo del día que fui a la redacción de tu revista en 1974 con estas mismas fotos y me dijeron que no les interesaban nada’. No supo qué decirme”.

Chaka Khan.
Chaka Khan.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)

En los ochenta, Talamon se pasó al cine y se convirtió en una presencia fija en rodajes de series como Dinastía o Los Ángeles de Charlie y de películas como Staying Alive (La fiebre continúa) (la segunda parte de Fiebre del sábado noche, estrenada en 1983), Black Rain (1989) o Space Jam (1996). “Soy un antiguo boy scout, por eso mi lema siempre es: estate preparado. Si llegaba el director y me preguntaba si tenía las imágenes, solo existía una respuesta posible si pretendía mantener el empleo”. Un Hollywood no tan lejano en el que la segregación racial aún campaba a sus anchas entre los equipos técnicos. “En aquellos sets, las únicas cosas negras que se veían por allí eran mi cámara reflex y yo. Y estamos hablando de equipos de 300 personas”, recuerda con sarcasmo.

Aun así, reconoce que también ha sido muy afortunado: “He tenido un acceso a los artistas que hoy es imposible”. Como ejemplo señala Bob Marley: Spirit Dancer (1994), un libro de fotografía que cubre sus viajes con el mito jamaicano entre 1978 y 1980. O una sesión que recoge el propio Soul. R&B. Funk en casa de la madre de Marvin Gaye, en 1978, en el 2101 de South Gramercy Place, en Los Ángeles: “Era justo después de Acción de Gracias. Había estado retratando a Marvin y a su hermano Frankie corriendo por la playa. Terminamos en el salón de la señora en busca de las sobras del almuerzo. Ella me hizo un hueco en la mesa, que era igual a la de mi madre, con pavo, judías verdes, puré de patatas y pan blanco. Comimos bien ese día”.

En el centro, un joven Michael Jackson en un concierto de los Jackson 5.
En el centro, un joven Michael Jackson en un concierto de los Jackson 5.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)
Los Jackson 5.
Los Jackson 5.Bruce W. Talamon (Cortesía de Taschen)

Una escena insólita en la actualidad. “Es que la intimidad con el músico se ha perdido. Ahora todos quieren tener un control absoluto de su imagen”, lamenta. “Y hay quien se refiere a nosotros como proveedores de contenidos. ¿Proveedor de contenidos? ¡Tío, yo no soy un puto proveedor de contenidos! Soy un fotógrafo. Y, algunos días, incluso uno bastante bueno”. Eso sí, para mantener los pies en el suelo, él siempre se remite al consejo (o advertencia) que le dieron en Motown cuando iniciaba su carrera: “Estás aquí para hacer tu labor, pero recuerda que no eres el quinto beatle. Mantente alejado y no arruines el ambiente”.

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