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El extrarradio que dio la vuelta al mundo: un paseo por la arquitectura a las afueras de París, el secreto mejor guardado de Francia

La Cité Internationale Universitaire de París se revela como fuente de inspiración para arquitectos y artistas de todo el mundo. Recorremos este complejo único que cuenta con cinco edificios catalogados como Monumentos Históricos y un total de 43 casas que ofrecen una diversidad de estilos única en la capital francesa

Arcos de la residencia André Honnorat y puerta de entrada a la Cité Université en el Boulevard Jourdan.
Arcos de la residencia André Honnorat y puerta de entrada a la Cité Université en el Boulevard Jourdan.
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Entre el Peripherique y el Parc Montsouris se encuentra la Cité Internationale Universitaire, un complejo único en el mundo y uno de los secretos de París. Desde su fundación en 1920 no ha dejado de ser un campo de experimentación para la arquitectura contemporánea. El humanista André Honnorat se empeñó en hacer realidad una utopía acorde con el espíritu pacifista y las corrientes de esperanza que impulsaban el mundo tras la Primera Guerra Mundial. El entonces ministro de instrucción pública y bellas artes propuso la creación de una ciudad jardín para estudiantes de todo el mundo donde confluyeran preocupaciones higienistas y el deseo de plantar raíces profundas que dignificaran el hendido significado de la palabra paz. Con el apoyo del matemático y rector de la universidad Paul Appell, y del industrial filántropo Émile Deutch de la Meurthe, se cristalizó una quimera que vio la luz de manera oficial en 1925, cuando este mecenas donó diez millones de francos y financió íntegramente la primera residencia, la Fondation Emile y Louise Deutsch de le Meurthe.

El deseo fundacional de André Honnorat de crear “un lugar donde los jóvenes de todos los países puedan tener contactos que permitan apreciarse unos a otros” se mantiene intacto. El tiempo ha dado la razón a quien hace casi cien años dijo: “Uno de los designios esenciales de la Cité es poner en contacto algunas de las inteligencias que son la esperanza del mañana y así llevarlas a darse cuenta de que los hombres, a pesar de la diversidad de sus orígenes y de las tradiciones que se han formado, no son tan diferentes de unos a otros como se imaginan”.

Fundación Deutsch de la Meurthe, la primera de las residencias construidas en la Cité Internationale Universitaire de París.
Fundación Deutsch de la Meurthe, la primera de las residencias construidas en la Cité Internationale Universitaire de París. ANTOINE MEYSSONNIER

Hoy cualquiera puede pasear por el campus o comer en alguno de sus celebrados cafés-cantinas (como el restaurante de la casa de Corea, o el café de la Casa de Alemania -Le Cafét- o, el más concurrido del Colegio de Esapaña), además de concertar visitas guiadas por los edificios declarados Patrimonio Histórico.

Las 43 casas de la Cité internationale ofrecen una diversidad de estilos única en París y el renombre de los arquitectos que contribuyeron a su construcción (Le Corbusier, Claude Parent, Willem Marinus Dudok, etc) lo convierte en un lugar destacado de la arquitectura contemporánea. Cinco de ellos están catalogados como Monumentos Históricos:

La Casa de Brasil

Diseñado por Lucio Costa y Le Corbusier, e inaugurada en 1959, el edificio fue catalogado como Monumento Histórico el 4 de noviembre de 2011. Es un claro ejemplo de construcción de Le Corbusier al estilo de las cinco Unités que creó en Francia, en este caso adaptada a escala reducida. Luce la estética del hormigón armado sin maquillaje. En el hall perdura mobiliario en hormigón del propio arquitecto, bancos y mesas cubiertos con los colores primarios que alegran un espacio en el que nada se sale de escala. Vale la pena pasar al interior del anfiteatro y constatar cómo siguen intactos los asientos de madera y metal del siempre imprescindible y duradero Jean Prouvé y, por supuesto, solicitar la visita a la histórica habitación con mobiliario de Charlotte Perriand. Los jardines, en los que pervive la ilusión de que crezcan plantas tropicales, son un claro guiño a Burle Marx, gran paisajista y colaborador de Lucio Costa y Niemeyer.

Fachada trasera de la Casa Brasil, una de las obras más remarcables de la arquitectura de siglo XX fruto de la colaboración entre Le Corbusier y Lucio Costa.
Fachada trasera de la Casa Brasil, una de las obras más remarcables de la arquitectura de siglo XX fruto de la colaboración entre Le Corbusier y Lucio Costa.

La Fundación de los Estados Unidos

La Fundación de los Estados Unidos, diseñada por Pierre Le Prince-Ringuet, fue inaugurada en 1930. Su gran salón y su decoración fueron catalogados como Monumentos Históricos el 10 de septiembre de 2009. Los seis frescos de Jean Robert La Montagne Saint-Hubert –uno de los cuales ha desaparecido y los demás fueron restaurados entre 1994 y 1997– que decoran el salón representan las cuatro épocas de la historia de Francia (la Edad Media, la Edad Mística, el Renacimiento y el siglo XVIII), y las artes y los deportes. Datan de 1930, periodo de renacimiento del fresco en Francia, y constituyen un raro testimonio de la obra de este pintor antes de emigrar a los Estados Unidos.

La Fundación de los Estados Unidos, diseñada por Pierre Le Prince-Ringuet e inaugurada en 1930.
La Fundación de los Estados Unidos, diseñada por Pierre Le Prince-Ringuet e inaugurada en 1930.

El Colegio Holandés

Catalogado como Monumento Histórico en 2005, este colegio inaugurado en 1938 es el único logro de Willem Marinus Dudok en Francia. La maison neerlandesa está considerada una de las obras maestras del arquitecto tras su memorable City of Light de Rotterdam, desafortunadamente víctima de los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial. Libre de toda connotación nacional, la obra de Willem Marinus Dudok propone otra versión de la modernidad. Aplicando preceptos del movimiento moderno, el arquitecto rechaza la supremacía de la funcionalidad sobre la estética y se interesa por la expresión plástica, diseñando una auténtica escultura urbana en la que acumula cubos de manera casi cubista y, evidentemente, muy cercana al movimiento De Stijl. La torre elevada en la misma fachada estructura el contenido del resto del edificio, reconocible por su color ocre, sus líneas puras, sus juegos volumétricos y la perfección de su escala.

Colegio Holandés, única obra en Francia de Willem Marinus Dudok, uno de los arquitectos prominentes de la escuela holandesa de entreguerras.
Colegio Holandés, única obra en Francia de Willem Marinus Dudok, uno de los arquitectos prominentes de la escuela holandesa de entreguerras.

La Fundación Suiza

Construida por Le Corbusier en 1933, la Fundación Suiza fue clasificada como Monumento Histórico el 16 de diciembre de 1986. También fueron clasificados como tal el mural del gran salón, diez sillones, el banco del vestíbulo del primer piso y el banco del rellano de la escalera. Todo diseñado por Le Corbusier. Este edificio es una extraordinaria apuesta por el racionalismo, de ahí su división en tres espacios: el bloque horizontal de cuatro pisos con las habitaciones de los estudiantes; una torre de forma cóncava destinada a la circulación de escaleras y ascensores; y un volumen de un solo piso destinado a la vida comunitaria.

Esta obra maestra contiene los famosos cinco puntos de la nueva arquitectura que tanto defendió Le Corbusier: pilotis, terraza, plan libre, ventanas a lo largo y fachada libre. Por algo recuerda tanto a su contemporánea Villa Savoie.

La directora de la Foundation, Mónica Corrado, recuerda: “Cuando llegué en 2015, conocía a Le Corbusier por su nombre, pero era la primera vez que pisaba uno de sus edificios. Como dispongo de un apartamento, vivo, como mis residentes, en este edificio y aprecio su funcionalidad y la distribución de los espacios. Se siente como un espacio muy grande, aunque las habitaciones individuales son bastante pequeñas. Los visitantes de todo el mundo que vienen a contemplar este lugar también contribuyen a tener una visión de cuatro puntos de Le Corbusier”.

La Fundación Suiza, construida por Le Corbusier en 1933, fue clasificada en su totalidad como Monumento Histórico el 16 de diciembre de 1986.
La Fundación Suiza, construida por Le Corbusier en 1933, fue clasificada en su totalidad como Monumento Histórico el 16 de diciembre de 1986.

La Casa de Irán

La Casa de Irán fue diseñada por Claude Parent, André Bloc, Mossem Foroughi y Hedar Cghiain e inaugurada en 1969, cuando el proyecto causó gran revuelo al tratarse de un edificio suspendido de una estructura metálica. En 2008 fue inscrita como Monumento histórico.

La Casa de Irán, inaugurada en 1969.
La Casa de Irán, inaugurada en 1969.

Además de estos destacan la Casa de Alemania y el Colegio de España. La primera, llamada Heinrich Heine en honor del poeta romántico alemán, se ubica en un edificio que se distingue por su radicalidad y su transparencia. Fue una de las realizaciones más modernas de su época gracias a una ejecución que combinaba hormigón, acero, vidrio y piedra natural. Todas las habitaciones tienen un pequeño balcón con barandilla de metal y antepecho acristalado que recuerda a las viviendas de la Bauhaus de Gropius en Dessau. El arquitecto Johannes Krahn, que ya había producido varias instalaciones públicas en Alemania (como la City House y la iglesia St. Wendel, ambas en Fráncfort) fue el elegido para erigir un proyecto imbatible.

La Casa de Alemania, llamada Heinrich Heine en honor del poeta romántico alemán, fue una de las realizaciones más modernas de su época gracias a una ejecución que combinaba hormigón, acero, vidrio y piedra natural.
La Casa de Alemania, llamada Heinrich Heine en honor del poeta romántico alemán, fue una de las realizaciones más modernas de su época gracias a una ejecución que combinaba hormigón, acero, vidrio y piedra natural.

Modesto López Otero, arquitecto responsable de la ciudad universitaria de Madrid y de otros edificios del centro de la capital fue el encargado de proyectar el Colegio de España, que se inauguró en 1935 bajo la impronta de la Institución Libre de Enseñanza, como una prolongación de la Residencia de Estudiantes de Madrid, con un discurso de Unamuno y con Ortega y Gasset sentado en primera fila. Se considera hermano de otro edificio de Madrid determinante en la relación España-Francia: la Casa de Velázquez. Alberto Jiménez Fraud, que dirigió la Residencia de Estudiantes, propició que el primer director del Colegio de España fuera otro republicano, Ángel Establier. Durante la guerra y la posguerra acogió a intelectuales y científicos como Baroja, Severo Ochoa (su primer paso del exilio), Zubiri, Tàpies o Chillida. Su actual director, Justo Zambrana, señala que, acorde con el espíritu de su creación, “el Colegio de España desarrolla una fuerte programación cultural y es el hogar de los hispanistas franceses que celebran decenas de seminarios anuales”. Hoy, a los artistas los han sucedido investigadores e investigadoras científicas, cuya presencia “en mayoría, es un signo de la evolución de la sociedad española”.

Grupo de residentes del Colegio de España en la entrada del edificio.
Grupo de residentes del Colegio de España en la entrada del edificio.

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Sobre la firma

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Es autor de las novelas 'Los Baldrich', 'La estación perdida', 'Los buenos amigos' o 'Jauja' y del libro de viajes 'París'. Su obra narrativa ha obtenido varios premios. Es profesor en la Universidad Sciences Po de París. Como periodista fue Premio Pica d´Estat 2011. Colabora en El Ojo Crítico de RNE y en EL PAÍS. 'Verso suelto' es su última novela

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