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El “templo maya posmoderno” de Paul Rudolph, icono futurista, sucumbe a la excavadora

El edificio de carácter brutalista y futurista que proyectó para la farmacéutica Burroughs Wellcome en Carolina del Norte no solo tenía un valor arquitectónico, sino también emocional: fue el lugar donde se descubrió el medicamento que permite a los pacientes de VIH tener una vida prácticamente normal

El edificio de Burroughs Wellcome qe Paul Rudolph construyó en 1969. A la izquierda, una de las imñagenes de sus interiores futuristas. A la derecha, estos días las excavadoras han comenzado la demolición del edificio. |
El edificio de Burroughs Wellcome qe Paul Rudolph construyó en 1969. A la izquierda, una de las imñagenes de sus interiores futuristas. A la derecha, estos días las excavadoras han comenzado la demolición del edificio. |Paul Rudolph Heritage Foundation

Estaba anunciado desde septiembre, pero aun así las imágenes del edificio Burroughs Wellcome medio destrozado ya por la excavadora han hundido a los admiradores de la arquitectura brutalista y de Paul Rudolph en particular, que habían recogido casi 6.000 firmas para parar la demolición.

Rudolph, que fue jefe del departamento de arquitectura de Yale durante seis años (allí tuvo como discípulos entre otros a Norman Foster y Richard Rogers), recibió en 1969 el encargo de construir el nuevo cuartel general de la farmacéutica Burroughs Wellcome, que se trasladaba de Nueva York a Carolina del Norte. Tres años más tarde, entregó este edificio singular que se considera una cumbre del brutalismo, inspirado en la casa de la cascada de Frank Lloyd Wright, una mole de hormigón construida a base de módulos trapezoidales que se escalonan los unos encima de los otros hasta formar una montaña y que, gracias a su aspecto futurista se utilizó una década después para rodar la película de ciencia ficción Proyecto Brainstorm (Douglas Trumbull, 1983). Injustamente olvidada, es el primer filme en el que se trató lo que hoy se conoce como realidad virtual. Durante el rodaje, por cierto, se conocieron Christopher Walken y Natalie Wood y ahí nació el rumor de que podrían estar viviendo un romance.

La intención de Rudolph siempre fue que el edificio pareciese una extensión del lugar en el que se levantaba, unas colinas boscosas. Además, estaba diseñado para que se fuese expandiendo con facilidad. No a todo el mundo le gustó ese diseño que se calificó de “agresivamente modular”. El historiador Alex Sayf Cummings dijo, con intención despectiva, que le parecía “un templo maya posmoderno”.

Paul Rudolph
paul rudolph heritage foundation
El aspecto futurista de sus interiores hizo que fuera el mejor escenario posible para la primera película que trataba el tema de la realidad virtual. |
El aspecto futurista de sus interiores hizo que fuera el mejor escenario posible para la primera película que trataba el tema de la realidad virtual. |Paul Rudolph Heritage Foundation

A Rudolph probablemente no le hubiera molestado la definición. Hijo de un pastor protestante, creció yendo de parroquia en parroquia y resistiéndose a los intentos de su familia por que siguiera en el asunto de la fe. Solía contar que su enamoramiento de la arquitectura llegó el día en que, a los 22 años, visitó con su familia la casa Rosenbaum, de Frank Lloyd Wright, en Florence, Alabama, y quedó deslumbrado. Fue durante un tiempo discípulo y socio de Ralph Twitchell, considerado uno de los padres del movimiento moderno y, a partir de los sesenta, desarrolló su propio estilo, con el uso de bloques de hormigón de formas geométricas y sinuosas. En la que es quizá su construcción más famosa, el edificio de Arte y Arquitectura de la Universidad de Yale, actuó durante un tiempo como cliente y arquitecto a la vez, ya que era el decano de la escuela y el encargado de levantar un espacio que habría de marcar la pauta del estilo brutalista.

El arquitecto Paul Rudolph junto a la maqueta de un proyecto de viviendas en Washington, en 1958. |
El arquitecto Paul Rudolph junto a la maqueta de un proyecto de viviendas en Washington, en 1958. |Bob Gomel (The LIFE Picture Collection via )
La facultad de Arte y Arquitectura de la Universidad de Yale, probablemente la obra más conocida de Paul Rudolph, quien no solo fue el arquitecto del edificio, sino que al tiempo era el decado de la escuela. |
La facultad de Arte y Arquitectura de la Universidad de Yale, probablemente la obra más conocida de Paul Rudolph, quien no solo fue el arquitecto del edificio, sino que al tiempo era el decado de la escuela. |Universidad de Yale
Edificio del Boston Government Service Center, cuya campaña de protección ha iniciado ahora la Paul Rudolph Heritage Foundation. |
Edificio del Boston Government Service Center, cuya campaña de protección ha iniciado ahora la Paul Rudolph Heritage Foundation. |Paul Rudolph Heritage Fioundation

Quienes han intentado, sin éxito, salvarlo hasta el último minuto –en cabeza, la Paul Rudolph Heritage Foundation, que ahora inicia campaña para proteger otro edificio de Rudolph, el Boston Government Service Center, que tiene el aspecto de un castillo medieval de hormigón– , se aferraban no solo al valor arquitectónico del edificio, sino también al simbolismo de su historia. Allí se descubrió el AZT, el tratamiento que ha permitido hacer vida casi normal a millones de afectados de VIH. De hecho, en los ochenta, el lugar era un foco habitual de protestas de asociaciones como Act Up, por el precio desorbitado que la farmacéutica puso al medicamento, que dificultaba su acceso a muchos afectados. En 1988 se le cambió el nombre a Elion-Hitchings en honor a dos científicos, Gertrude Elion y George Hitchings, que ganaron el Nobel de Medicina por el trabajo que desarrollaron allí en torno al ADN de las células cancerígenas.

Los grandes ventanales llenaban de luz natural aquella mole de hormigón que el historiador Alex Sayf Cummings llamó con intención despectiva "un templo maya posmoderno". |
Los grandes ventanales llenaban de luz natural aquella mole de hormigón que el historiador Alex Sayf Cummings llamó con intención despectiva "un templo maya posmoderno". |paul rudolph heritage foundation
Paul Rudolph
Paul Rudolph Heritage Foundation
Paul Rudolph
Paul rudolph heritage foundation

Nada de esto ha conmovido a United Therapeutics, la empresa que es ahora dueña del edificio. Aseguran que estudiaron la manera de mantenerlo pero que resulta “poco seguro, no adecuado medioambientalmente y funcionalmente obsoleto”. Lo que sí están haciendo los propietarios es colaborar con una asociación local, NC Modernist, que se encarga de preservar el legado arquitectónico del estado de Carolina del Norte, donde, curiosamente, se concentra una gran cantidad de casas del llamado movimiento moderno. Muchas de ellas han sufrido ya el mismo destino que el edificio Burroughs Wellcome.

En 2001 se demolió la Casa Catalano, una residencia que construyó en Raleigh el arquitecto argentino Fernando Catalano y que mereció los elogios el propio Lloyd Wright (que los escatimaba). Los locales la conocían como “la patata frita” porque su techo tenía forma de patata ondulada. Tras pasar por varias manos, la vivienda estuvo desocupada durante cinco años y quedó dañada por acciones vandálicas y por las propias inclemencias del tiempo. A pesar de que hubo varios intentos por salvarla, terminó derruida. También en Raleigh estaba la casa de la familia Pascal, de estilo mid-century. Aunque estaba en un registro de edificios singulares, los herederos permitieron que se derrumbase en 2013.

Ceremonia de inicio de la construcción del singular edificio de la farmacéutica Burroughs Wellcome. A la derecha, Paul Rudolph, acompañado de dos de los médicos de la compañía y del entonces consejero delegado, Mr. Dowling (izquierda). |
Ceremonia de inicio de la construcción del singular edificio de la farmacéutica Burroughs Wellcome. A la derecha, Paul Rudolph, acompañado de dos de los médicos de la compañía y del entonces consejero delegado, Mr. Dowling (izquierda). |Paul Rudolph Heritage Foundation
Ni su singularidad arquitectónica ni el simbolismo de su pasado (el edificio de la Burroughs Wellcome fue donde se descubrió el medicamento que permite llevar una vida casi normal a los enfermos de sida) han conmovido a United Therapeutics, la empresa propietaria del edificio que estos días ha comenzado su demolición. |
Ni su singularidad arquitectónica ni el simbolismo de su pasado (el edificio de la Burroughs Wellcome fue donde se descubrió el medicamento que permite llevar una vida casi normal a los enfermos de sida) han conmovido a United Therapeutics, la empresa propietaria del edificio que estos días ha comenzado su demolición. |paul rudolph

A nivel global, existen decenas de edificios brutalistas con las horas contadas. La plataforma SOS Brutalism, que actúa a la vez como base de datos, organizadora de exposiciones itinerantes y lobby para la preservación de la arquitectura, va alertando cada vez que uno de sus amados “monstruos de hormigón” corre peligro. A veces lo consiguen. Hace justo un mes, los activistas arquitectónicos consiguieron detener la demolición del llamado Mäusebunker, “el búnker de los ratones” –es una constante que este tipo de edificios singulares se ganen nombres afectuosos por parte de los vecinos­–, el antiguo laboratorio de investigación con animales (de ahí el nombre) de Berlín. Plagado de asbestos y abandonado desde 2010, el edificio suele aparecer en anuncios y películas –Denis Villeneuve rodó allí una escena clave de Blade Runner 2049– y también, de fondo, en los instagrams de algunos exploradores urbanos. La web Abandoned Berlin le da una calificación de 9 sobre 10 en cuanto a dificultad para colarse.

También hay campañas en marcha para salvar el famoso Hotel du Lac, en Túnez, la pirámide invertida de hormigón que proyectó a principios de los setenta el arquitecto italiano Raffaele Contigiani, y para preservar la residencia de estudiantes Dunelm, en Durham, Inglaterra, o los apartamentos Pearl Bank, en Singapur. Y, sistemáticamente, cada una de estas campañas suele enfrentarse a la incomprensión local, a vecinos que se preguntan: ¿en serio quieren salvar esto?

Despacho de dirección creado para el set de la película 'Proyecto Brainstorm' en 1983. |
Despacho de dirección creado para el set de la película 'Proyecto Brainstorm' en 1983. |Paul Rudolph Heritage Foundation
Paul Rudolph
Paul Rudolph Heritage Foundation

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