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Simon Pegg: “Durante el rodaje de ‘Misión Imposible III’ mantuve mi alcoholismo en secreto”

El actor británico se sincera en un programa de radio de la BBC sobre sus problemas de salud mental y su depresión, algo que ocultó durante la grabación de su primera película de la exitosa saga de Tom Cruise

El actor Simon Pegg, en los EE British Academy Film Awards, celebrados en el Royal Albert Hall de Londres el 13 de marzo de 2022.
El actor Simon Pegg, en los EE British Academy Film Awards, celebrados en el Royal Albert Hall de Londres el 13 de marzo de 2022.Tristan Fewings (Getty Images)
El País

Ser parte de una de las mayores franquicias de Hollywood es un sueño para la gran mayoría de los actores. Pero para Simon Pegg el rodaje de Misión Imposible III (2006) supuso tener que ocultar, y a la vez enfrentar, su adicción al alcohol. En una entrevista emitida este domingo con el programa de radio Desert Island Discs, en Radio 4, de la BBC, el intérprete y guionista británico ha hablado sin tapujos sobre cómo tuvo que lidiar con sus problemas con el alcohol mientras se puso por primera vez en la piel del agente del FMI Benji Dunn en las películas de la exitosa saga: “Cuando estás deprimido solo quieres cambiar lo que sientes. Duró hasta 2010. Todo el mundo estaba preocupado, pero la cosa es que te vuelves muy astuto cuando enfrentas algo así en tu vida”.

El programa consiste en repasar la vida del invitado mientras se escuchan canciones que le ponen banda sonora a su biografía. Pegg (Gloucester, 53 años) recuerda la infancia en su ciudad natal, el tiempo que pasaba en la tienda de discos que tenía su padre, lo mal que se llevó con el novio de su madre tras la separación de sus padres cuando él tenía seis años, sus tiempos en la universidad... Anécdotas que cuenta mientras se intercalan canciones de los Beatles, del compositor John Williams, The Smiths, The Sisters of Mercy, Chaka Khan o Coldplay. Hasta que llega un momento en el que el actor habla sobre los problemas de salud mental que padeció. También detalla en la entrevista cómo se dio cuenta de que era un alcohólico depresivo, a pesar de su entonces floreciente carrera como estrella de cine. “Aprendes a hacerlo sin que nadie se dé cuenta porque [el alcohol] toma el control. Quiere mantenerse a sí mismo y hará todo lo posible para que no lo detengan”, le cuenta a la presentadora Lauren Laverne. Y añade sobre ese momento: “Finalmente llega a un punto en el que no se puede ocultar, y ahí es cuando, afortunadamente, pude salir del pozo”.

Según cuenta, sus problemas de salud mental empezaron con una depresión en sus años de adolescente, antes de empezar en la Universidad de Bristol, donde estudió teatro, cine y televisión. Y regresaron de manera inesperada en 2006, cuando se encontraba en pleno rodaje de Misión Imposible III (ha participado en cuatro películas de la saga de acción de Tom Cruise y en una quinta que será estrenada en los próximos meses). Pegg recuerda que no fue hasta 2009, con el nacimiento de su hija Matilda, cuando se vio obligado a reconocer sus problemas y a aceptar que necesitaba recuperarse. Estaba en un buen momento profesional y no entendía por qué no saltaba todos los días de alegría. “Allí es cuando me di cuenta de que necesitaba ayuda, ayuda también para entender por qué bebía”, dice en la entrevista.

De hecho, fue poco después cuando ingresaría en un centro de rehabilitación. Desde entonces se mantiene sobrio y acude a reuniones de Alcohólicos Anónimos.

Simon Pegg y Tom Cruise en un fotograma de 'Misión Imposible: Protocolo fantasma' (2011).
Simon Pegg y Tom Cruise en un fotograma de 'Misión Imposible: Protocolo fantasma' (2011).©Paramount/Courtesy Everett Collection / Everett Collection /Cordon Press

Esta no es la primera vez que el actor, que ganó popularidad con la llamada Trilogía del Cornetto —tres películas cómicas que escribió con Edgar Wright: Zombies Party (2004), Arma fatal (2007) y Bienvenidos al fin del mundo (2013)—, habla públicamente sobre sus problemas con el alcohol, llegando a reconocer que en ocasiones bebía incluso durante el desayuno. Lo hizo en junio de 2022 durante una entrevista con el periódico británico The Times. “Me volví adicto a la sensación de estar entumecido, en lugar de la adicción química”. En esa entrevista recordaba un episodio ocurrido tras la Comic Con de San Diego de 2010, cuando llegó a tocar fondo: tiene una laguna mental de lo que pasó los cuatro días siguientes.

Una entrevista, la del año pasado, en la que se mostró tajante. Si no hubiera parado de beber en ese momento, estaría muerto: “Cien por cien, porque, y no creo que sea muy dramático decirlo, ese es el final último de esa línea de vuelo”.

Durante la entrevista para el programa de la BBC, el actor de éxitos como Paul (2011) o Star Wars: El Despertar de la Fuerza (2015) también habla —con total normalidad y comodidad, sin rastro de drama en su discurso— sobre cómo es su relación con Tom Cruise tras tantos años trabajando juntos. “Mi relación con él es muy sencilla y amable”, le dice a Laverne. “Siempre ha sido una relación muy fácil. Creo que te das cuenta, cuando conoces a la persona más allá del mito construido a su alrededor, de que es una experiencia diferente. Quiero decir, él ama [la fama] y realmente la disfruta, es todo lo que conoce. Le energiza y le estimula”. Una fama mundial que él no quiere compartir (el sitio donde es más feliz es en su casa, reconoce) y con la que bromea con la estrella de Hollywood: “Bromeamos sobre ello. Siempre me burlo de él por eso, por las cosas a las que puede acceder”. En ese sentido, recuerda un día reciente de rodaje en Sudáfrica, cuando Tom Cruise decidió tras una mañana de grabación cogerse la tarde libre. Ambos se subieron a un helicóptero y volaron hasta una bahía donde nadaron con tiburones. “Un día al estilo Tom Cruise”, bromea Pegg.

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