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Jared Kushner, marido de Ivanka Trump, desvela que padeció un cáncer de tiroides durante su paso por la Casa Blanca

El yerno del expresidente Trump, de ahora 41 años, habla sobre la enfermedad en una autobiografía que se publicará en agosto: “Estaba en las manos de Dios y de los médicos, y cualquier cosa que ocurriera estaba fuera de mi control”

Jared Kushner cancer
Ivanka Trump y Jared Kushner, durante el funeral de Ivana Trump, el 20 de julio de 2022, en Nueva York.Julia Nikhinson (AP)
El País

Entre enero de 2017 y enero de 2021 la Casa Blanca fue el feudo de los Trump. Donald, como presidente, colocó en ella a diversos miembros de su familia, desde su hija Ivanka hasta su yerno, el marido de esta, Jared Kushner, que ocuparon puestos de responsabilidad a lo largo de la administración del líder republicano. Ahora, año y medio después de su salida, precisamente Jared Kushner ha escrito un libro de memorias en el que narra sus días en el Ala Oeste. Y en ellas ha explicado que entonces padeció un cáncer de tiroides.

El libro de Kushner, de ahora 41 años, que fue asesor de Trump y que además es un próspero empresario, se titula Breaking History: A White House Memoir y saldrá a la venta el 23 de agosto, pero el diario estadounidense The New York Times ya ha adelantado algunos párrafos del mismo donde explica la enfermedad, cómo se enteró y cómo vivió el proceso. “En la mañana en la que viajaba a Texas para inaugurar una fábrica de Louis Vuitton, el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, me llevó hasta la cabina médica del Air Force One: ‘Los resultados de tus pruebas ya han llegado desde el hospital. Parece que tienes cáncer. Tenemos que programar una operación ya”, escribe Kushner en el libro acerca de cómo supo de su enfermedad, detectada en octubre de 2019.

Entonces, el asesor le rogó a Conley que esperara y acudiera a su oficina al día siguiente: “Por favor, no se lo cuentes a nadie, sobre todo a mi mujer y a mi suegro”. De hecho, poca gente se enteró, él no quiso hacerlo público (solo se lo contó a un pequeño círculo de sus trabajadores) y la información nunca se filtró. Él explica ahora que era “un problema personal y no de consumo público, con la excepción de Ivanka, Avi, Cassidy [sus dos ayudantes] y [del jefe de personal de la Casa Blanca, Mick] Mulvaney”. Al ser una cuestión médica y personal, no tenía obligación de hacerlo público, porque no comprometía a su trabajo. En cualquier caso, una discreción poco común dentro de la poco discreta administración de Donald Trump.

El cáncer fue cogido a tiempo, cuenta Kushner, pero implicaba una cirugía para “quitar una parte sustancial del tiroides”; de hecho, le advirtieron que su voz podía quedar dañada. El marido de Ivanka Trump le operó en el NewYork-Presbyterian. Un médico del prestigioso hospital le dijo que la operación era necesaria para “eliminar un crecimiento poco habitual del tiroides”, y el quirófano se programó para “el viernes anterior a Acción de Gracias”, es decir, para el 22 de noviembre de 2019. “Ese día pretendía perder la menor cantidad de tiempo posible en la oficina. Mi ausencia pasaría incluso desapercibida. Así es como quería hacerlo”, rememora.

Cuenta Kushner en sus memorias que, antes de la operación, durante ese mes en el que supo de la misma y hasta que pasó por quirófano, trató de pensar lo menos posible en ello y en el crecimiento del tiroides. “Cuando pensaba en ello, me recordaba a mí mismo que estaba en las manos de Dios y de los médicos, y que cualquier cosa que ocurriera estaba fuera de mi control. Por momentos, me cogía a mí mismo preguntándome si llegaría a necesitar un tratamiento más exhaustivo”, reflexiona.

Pese a sus intentos porque Donald Trump no se enterara, finalmente el presidente de EE UU tuvo noticias de la enfermedad de su yerno. “El día antes de la operación, Trump me llamó al Despacho Oval y pidió a su equipo que cerrara la puerta. ‘¿Estás nervioso por la operación?’, me preguntó”. Ante la sorpresa de Kushner, que le preguntó cómo lo sabía, su suegro le contestó: “Soy el presidente. Lo sé todo. Entiendo que quieras mantener un perfil bajo con esto. A mí también me gusta guardarme cosas como estas. Vas a estar bien, no te preocupes por nada del trabajo. Tenemos todo controlado por aquí”.

Durante el mandato de Trump, Jared Kushner se convirtió en uno de los nombres más populares del país y de todo el mundo. Judío y nieto de inmigrantes polacos, su padre es un magnate inmobiliario que hizo fortuna en Nueva Jersey —donde crecieron él y sus tres hermanos— antes de acabar en la cárcel por impago de impuestos, donaciones ilegales a campañas electorales y obstrucción a la justicia. Kushner (que curiosamente compartió aulas en Harvard con Natalie Portman) se casó con Ivanka Trump en octubre de 2009 y tienen tres hijos: Arabela, Joseph y Theodore. Uno de los hermanos de Jared es Joshua, que está casado con la supermodelo Karlie Kloss.

Su carrera como asesor empezó con fuerza, aunque muy criticado por los expertos por su falta de formación y de experiencia, pero un par de años después del arranque del mandato perdió fuelle a causa de problemas legales y de imagen. Su influencia sobre Trump fue en declive poco a poco. Lo que no perdió fuerza fue su fortuna: según cálculos de la cadena CNN, en 2017 ganaron juntos casi 200 millones de euros. También entonces calculaban que las propiedades totales del matrimonio estaban valoradas en más de 600 millones de euros. Tras la marcha de Trump de la Casa Blanca se han asentado en Miami, donde viven lejos de la política y de una forma mucho más discreta que en Washington.

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