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Cristiano Ronaldo, el hombre que se niega a envejecer, cumple 36 años

El futbolista vive dedicado a su culto al cuerpo no solo para estar en forma como futbolista, también para ofrecer una imagen óptima

Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo.
Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo.gtresonline
Mábel Galaz

Cristiano Ronaldo es un hombre muy preocupado por su aspecto, un coqueto en grado extremo. Él no solo lo reconoce, presume de ello. Le importa su pelo, su ropa y también su cara. Son de sobra conocidos sus retoques estéticos y para seguirlos solo hay que hacer un repaso a su archivo gráfico. Pero si el futbolista portugués, que ahora triunfa en el Juventus de Turín, es perfeccionista en este aspecto de su vida, más lo es con su físico. Cristiano Ronaldo está dispuesto a hacer todo lo posible por mantenerse en forma, por tardar en envejecer para retrasar al máximo posible su retirada de los terrenos de juegos. Este viernes, el delantero cumple 36 años, una edad en la que cualquier otro futbolista estaría pensando en dejarlo, él, en cambio, lo que planea es cómo seguir activo y a un primer nivel siendo uno de los mayores goleadores de la historia.

De sus años en el Manchester, Cristiano extrajo la convicción de la necesidad de esculpir su cuerpo y mimarlo al máximo para sacar de él un máximo rendimiento. En los entrenamientos es siempre el futbolista más entregado pero también lo es en el gimnasio, tanto en el del equipo como en el suyo propio. Amante de mostrar aspectos de su vida en las redes sociales, muchas de sus publicaciones están relacionadas con el tiempo que pasa ejercitándose en las máquinas último modelo que tiene en sus diversas residencias. Por la mañana se entrena con sus compañeros pero por las tardes sigue con sus ejercicios en casa. En esos momentos cuenta en ocasiones con la compañía de su pareja, Georgina Rodríguez, que también es toda una amante del culto al cuerpo. Ambos incluso han comenzado a inculcar estos hábitos a sus cuatro hijos.

Cristiano lleva dedicado al fútbol desde niño y le cuesta pensar en una vida alejado de un balón. Con contrato en el Juventus de Turín y titular indiscutible en la selección de Portugal se da por seguro que cuando acabe esta etapa de Italia fichará por algún equipo árabe donde se puede jugar sobrepasando los límites recomendables y donde se cobra mucho dinero. De hecho, Cristiano ya mantiene una cercana relación con Dubái. Allí pasa la Navidad y recibe premios sin parar. Cristiano Ronaldo, como Luis Figo, Roberto Carlos y hasta una decena de futbolistas, disfrutan de un visado de oro de Emiratos Árabes Unidos (EAU), según reveló la prensa local. Su concesión es mucho más que un reconocimiento simbólico: les facilita un país de residencia sin impuestos sobre la renta ni sobre el capital, algo sin duda atractivo cuando muchos los países se plantean aumentar los tributos a los más adinerados para paliar el agujero fiscal de la pandemia. Cristiano ocupa el segundo lugar en la lista Forbes de los deportistas mejor pagados de la década, solo por detrás de Roger Federer. La revista le calcula unos ingresos de 720 millones de euros desde 2010, de los cuales 88 millones de euros en 2019.

Este año está siendo bueno para Cristiano en lo deportivo pero no exento de polémicas por la particular manera en que está llevando la pandemia. Se marchó a Portugal en pleno aislamiento dejando con polémica incluida a sus compañeros en Turín. Contrajo el coronavirus en octubre y también vivió la cuarentena a su aire. “No tengo miedo al virus, pero le tengo respeto”, explicó. Y relató los detalles de su confinamiento: “Estoy aquí en casa tomando un poco de sol, no hace demasiado calor, pero puedo tomar un poco de vitamina D. He dormido bien, me he alimentado bien y he tomado el sol. En Portugal estaba top, hacía 23 grados, aquí son 15 más o menos”. Y concluyó: “Me toca estar en casa en cuarentena”.

La última polémica la ha protagonizado hace solo unos días coincidiendo con el cumpleaños de Georgina Rodríguez, cuando la pareja decidió romper los límites y marcharse a un hotel en la nieve, viaje que fue recogido en las redes sociales, lo que llevó a la policía italiana a abrir una investigación. No es la primera vez que la estrella del fútbol termina en el centro de la tormenta por saltarse las restricciones impuestas para frenar la pandemia. El pasado octubre, el jugador viajó desde Italia hasta Portugal para jugar allí con la selección lusa y el traslado de regreso a Turín lo hizo ya contagiado de coronavirus. Él aseguró que había cumplido con todas las medidas de seguridad necesarias en los trayectos tanto en el avión privado primero como después en la ambulancia que lo llevó hasta su lujosa mansión. Pero el suceso levantó gran polémica y el ministro de Deportes italiano, Vincenzo Spadafora, consideró que el jugador había infringido el protocolo italiano cuando abandonó el país transalpino para concentrarse en Portugal.

Hasta ahora la afición le ha perdonado todo por su juego y sus goles. Su fútbol es su mejor tarjeta de presentación y su salvoconducto que él intentará seguir renovando.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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