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Neymar vuelve a crear polémica con una gran fiesta de Nochevieja en plena pandemia

El jugador del PSG tenía previsto organizar un evento de cinco días con 500 personas en su mansión brasileña. Las críticas sobre su actitud le han obligado a rebajar las expectativas

Neymar durante un partido de la liga francesa, en julio de 2020.
Neymar durante un partido de la liga francesa, en julio de 2020.FRANCK FIFE (AFP)
El País

Neymar Jr, 28 años, no deja indiferente a nadie ni dentro ni fuera del campo de fútbol. Como jugador muchos lo quieren entre sus filas por sus aptitudes y sus ocurrencias, pero su genio, sus ganas de romper las reglas y sus fiestas por todo lo alto no dejan de crear polémicas. La última ha llegado en plena pandemia y época de restricciones sociales en todo el mundo.

El jugador del PSG había organizado una macrofiesta en su mansión de Mangaratiba en Río de Janeiro para despedir 2020 mientras Brasil, su país de origen y donde está pasando sus vacaciones de Navidad, acumula datos muy preocupantes sobre contagios por covid-19 y aumenta el número de muertos. En medio de este temor ante el virus y con duras medidas que han impedido a muchas familias reunirse al completo durante estas Navidades en muchos países del mundo, Neymar pretendía despedir el año a lo grande: 500 personas de juerga durante varios días, según informó a principios de semana el diario O’Globo.

Según la publicación no se trataba solo de una intención sino de un hecho que ya se había puesto en marcha y que contaba incluso con banda de músicos. La fiesta, según el medio brasileño, habría comenzado hace varios días y se estaría celebrando en una especie de discoteca subterránea con aislamiento acústico para no molestar a los vecinos colindantes. La única condición: que los asistentes no usaran sus teléfonos móviles.

La información provocó una ola de críticas en redes sociales por la actitud irresponsable e insolidaria que supone la decisión de Neymar y rápidamente el entorno del jugador se apresuró a puntualizar la información con una nota pública que especificaba que no han sido 500 sino 150 personas y que el evento se había realizado “cumpliendo todas las medidas sanitarias establecidas por las autoridades públicas”. La empresa organizadora de la fiesta también detallaba en un comunicado que se trata de “un evento privado, con acceso exclusivo para invitados y sin venta de entradas. Cuenta, además, con todas las licencias necesarias para su realización”.

Mientras el futbolista no se ha pronunciado ni para bien ni para mal y en sus redes sociales solo ha compartido estos días momentos navideños con sus familiares y amigos más cercanos. La vena fiestera de Neymar no es la primera vez que genera críticas y polémicas, pero en esta ocasión ni 500 ni 150 invitados parecen ser admisibles para, incluso, muchos de sus seguidores más acérrimos.

La fiesta comenzó el pasado sábado y la idea era prolongarla hasta el 1 de enero de 2021, una entrada por todo lo alto en el nuevo año. Ni siquiera las normas impuestas y que se han filtrado han rebajado las críticas. Según el medio francés L’Equipe, además de la prohibición de acceder a la mansión con teléfonos móviles o cámaras fotográficas para proteger la privacidad de la fiesta, el futbolista habría establecido otras exigencias. Entre ellas, que los asistentes presentaran una PCR negativa para poder acceder a la fiesta y el uso obligatorio de mascarilla mientras se encuentren dentro de la mansión.

Ninguna de ellas termina de convencer. Incluso algunos de los mismos invitados ha declarado a L’Equipe que “la fiesta era al principio íntima, para 50 personas, ahora se ha sobrepasado un poco”. La mayoría de los medios brasileños han mostrado su incomodidad con la decisión de su admirado jugador e incluso un reconocido comentarista deportivo del país, Neto, ha llegado a dirigirse al jugador con una recomendación: “No des la fiesta. No hagas eso. Te deja muy mal parado. Haz mejor como Messi y Cristiano Ronaldo y pásalo solo”.

No es la primera polémica protagonizada por Neymar. El año pasado el futbolista del Paris Saint German fue denunciado por violación por la modelo Najila Trindade. Faltaron pruebas de que el encuentro que tuvo con Najila en un hotel de París el 15 de mayo fuera violento y la causa fue archivada. Neymar salió entonces inocente del episodio, pero no ileso. “No digo que esté feliz, pero sí aliviado. Me queda una cicatriz para recordarme que el ser humano es capaz de hacer cosas buenas pero también cosas malas”, escribió entonces en sus redes sociales.

Dentro del campo, el pasado septiembre la liga francesa le impuso dos partidos de sanción tras ser expulsado del campo en el que su equipo perdió frente al Olympique de Marsella. El motivo: agredir al central español Álvaro González, que juega en ese equipo. Un partido polémico porque la Comisión Disciplinaria de la Liga de Fútbol Profesional Francesa también acordó abrir una investigación sobre las acusaciones de comentarios racistas que el brasileño, de 28 años, presentó contra el defensa al acabar el encuentro. Neymar publicó en sus redes sociales: “Lo único que lamento es no haberle dado en la cara”. Más tarde escribió un nuevo mensaje en Twitter en el que daba a entender que el VAR tenía que haber captado la agresión: “Ahora quiero ver la imagen del racista llamándome ‘Mono hijo de puta”.

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