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Lindsay Lohan y sus constantes esfuerzos para volver a ser una estrella

Después de 12 años sin grabar, la cantante estrena ‘Back To Me’ con el que invita a “avanzar y dejar ir el pasado”

Lindsay Lohan, en Melbourne (Australia), el pasado noviembre.
Lindsay Lohan, en Melbourne (Australia), el pasado noviembre.Media-Mode / SplashNews.com (GTRES)
El País

Lindsay Lohan, uno de los juguetes rotos más conocidos de Hollywood, intenta una y otra vez volver a ser la estrella que fue una día. Después de 12 años sin estrenar ningún trabajo musical, prueba suerte de nuevo en una industria en la que solo aportó dos álbumes y algún que otro sencillo que le retribuyeron discos de oro y primeros puestos en listas de música de todo el mundo. Back To Me se estrena este viernes y la cantante invita con este tema a olvidar el pasado y vivir el presente.

“La canción trata sobre redescubrirse y aceptarse a sí mismo, excluir el ruido, avanzar y dejar ir el pasado”, ha escrito Lohan, de 33 años, en sus redes sociales, donde también ha publicado un breve vídeo sobre su evolución. En un pequeño televisor se vislumbra una serie de imágenes antiguas de la actriz mientras su nombre se repite constantemente hasta que la pantalla explota. En ese momento se escucha a Lohan decir: “He vuelto”.

La artista busca con estos mensajes que la gente perciba un cambio en ella y deje atrás su conflictivo y polémico pasado. Entre 2007 y 2013, desde sus 21 años, fue a rehabilitación seis veces, y entró y salió de la cárcel en repetidas ocasiones por robo, conducción en estado de embriaguez y posesión de drogas. El público dejó de valorarla como una prometedora actriz y cantante para identificarla únicamente como aquella estrella infantil, igual que muchas otras, que cayó en saco roto.

En 2013, Lohan habló públicamente y sin reparos de sus adicciones con la presentadora Oprah Winfrey. “Soy adicta al alcohol”, a lo que añadió: “En el pasado, el alcohol fue la puerta de entrada a otras cosas para mí. La cocaína era más una cuestión de las fiestas: la gente la tenía y yo la tomaba. Iba de la mano del alcohol”. Desde aquella conversación con la periodista las cosas mejoraron para la cantante. “Creo que Oprah me dio una perspectiva diferente de la vida y eso cambió realmente mi vida”, contó el año pasado. “Estaba cansada de cuidar de todos y estar presente para todos. Yo solo quería estar allí por mí y estar bien sola. Nos olvidamos de que estar solo está bien”, comentó sobre una época en la que buscaba la indulgencia por parte de Hollywood, molesta con los constantes vaivenes de la actriz.

La presión de trabajar desde los tres años y una tumultuosa historia familiar no ayudaron. Sus padres, Michael y Dina Lohan, se separaron en dos ocasiones y se divorciaron en 2007. A partir de ese momento Lohan, de 21 años entonces, dejó de hablar con su padre que, al igual que ella, ha tenido problemas con la ley. La última vez, en febrero, cuando fue arrestado por agredir a su actual esposa, Kate Major. Michael Lohan asumió su responsabilidad en los problemas de su hija durante una entrevista en 2013 con la revista Life & Style: “Ella [Lindsay] no tiene ninguna culpa de lo que le ha pasado. La culpa es mía y de Dina. Pusimos a Lindsay en el medio de nuestro divorcio y nuestro deber ahora es mejorar la situación”.

La vida de Lohan no progresó con proyectos que lejos estaban de alcanzar el éxito de antes y más escándalos. En 2016 volvió a acaparar titulares cuando el que era su prometido, el joven millonario ruso Egor Tarabasov, la agredió ante las cámaras estando, precisamente, en una playa de Mykonos. Allí la cantante abrió dos años después un club nocturno, dando su salto como empresaria y que le permitió tener más ganancias con un reality show de la cadena MTV. Sin embargo, este último proyecto televisivo no cuajó y se quedó solo en una temporada porque “no había suficiente drama”. De hecho, The Hollywood Reporter, revista especializada en cine y televisión, llegó a calificar el programa de “insípido y tedioso”.

Ahora Lohan parece querer centrarse en la música. Su primer álbum, Speak, lo publicó en 2004 y un año después llegó A Little More Personal (Raw). En 2008, ya inmersa en su crisis personal, lanzó el tema Bossy, escrita y producida por Ne-Yo, con resultados contradictorios pues en algunas listas alcanzaba los primeros puestos y en otras, ni entraba.

El pasado septiembre, Lohan publicó un vídeo musical casero, Xanax, pero no se distribuyó en plataformas como Spotify, por lo que su nuevo tema, Back To Me se, se convierte en un regreso más profesional a lo que avanzó hace unos meses. Tanto es así, que la cantante ha borrado todo su contenido de Instagram, donde tiene más de 8,3 seguidores, para dejar únicamente dos publicaciones en torno a su sencillo, como muchas otras celebridades hacen para sus estrenos. Una estrategia de marketing que refuerza la vuelta de la ex chica Disney.

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