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Madrid es Moda se perfila como el punto de encuentro de la mejor moda española

Es el octavo año en que se celebra esta iniciativa bianual que acerca la moda a la capital y al público. Un proyecto que gana visibilidad, un punto de encuentro para la expresión creativa, que ya reúne a lo mejor de la industria nacional, con propuestas como las de Moisés Nieto y Juan Vidal

Madrid es Moda
Desfile de Moisés Nieto en Madrid es Moda, el 13 de febrero de 2024.

Hay vida más allá de la pasarela antes conocida como Cibeles y, por fortuna, cada vez es más fácil encontrarla. Madrid es Moda, una iniciativa bianual que siempre se celebra los cuatro días anteriores a la Madrid Fashion Week, lleva ocho años intentando acercar la moda de autor nacional al público e intentando hacer converger el patrimonio madrileño con el diseño, algo apremiante en una ciudad que, para bien o para mal, se perfila actualmente como el gran punto de referencia turístico pero que, sin embargo, parece que a veces lo apuesta todo a la la oferta hostelera y hotelera y no sabe sacar partido a su oferta cultural, moda incluida.

Esta edición de Madrid es Moda, que comenzó el pasado lunes con una pasarela callejera en Conde Duque y ha terminado este miércoles 14 de febrero, está centrada en los oficios artesanos, los que sostienen la moda local, la ventaja competitiva que pone en valor el trabajo de las firmas españolas. Aquí, en un entorno donde el taller y las costureras son casi más importantes que la familia, sobra preguntar por la sostenibilidad. Se hace lo que se puede, y en Madrid es Moda se hace como se quiere: recurriendo a patrocinadores privados, a los lugares que la iniciativa cede (esta vez la ya clásica Serrería Belga y, como novedad, el Ateneo de Madrid) o, simplemente, abriendo las puertas del lugar de trabajo para que el público conozca qué estás haciendo (y cómo).

Es lógico que cada vez más diseñadores quieran salir del pabellón de Ifema para expresarse por su cuenta, porque la moda es negocio, pero también es relato y a veces importa tanto el envoltorio como el propio contenido del paquete. De hecho, la mayoría de los creativos más talentosos del panorama actual prefieren entrar en este calendario para poder hacer las cosas a su manera, algo que requiere esfuerzo pero que cada vez logra mayores recompensas.

Moisés Nieto tiene una tienda en Conde Duque, donde trabaja y atiende a las potenciales clientas que entran en su local, algo que ya es mucho decir en el contexto de la moda nacional. Hace mucho que prefirió desfilar fuera de Cibeles, y hace mucho que prefirió dejar de lado el desfile-espectáculo que manejan las marcas internacionales (recordemos, propiedad en un 80% de dos conglomerados multibillonarios, LVMH y Kering) para centrarse en presentaciones íntimas que tienen al producto en el centro. El martes por la tarde, ante poco más de 50 invitados, demostró que otra moda es posible; una en la que el realismo y la creatividad no resultan conceptos antónimos: cuatro modelos y unos 10 patrones que componían una veintena de salidas dejando ver todas las perspectivas de las prendas sobre un giratutto y, de fondo, un vídeo en el que se mostraba la adrenalina del backstage en directo. La colección está inspirada en el movimiento Ivy japonés, es decir, en el momento en que Estados Unidos ocupó Japón durante la Segunda Guerra Mundial y los japoneses descubrieron que había vida más allá del traje tradicional. Un momento que habla del poder de la moda para cambiar las rutinas en el espacio público y que el diseñador trasladó a abrigos y gabardinas de corte clásico, patrones holgados muy trabajados, punto atemporal y camisas cuyos matices marcan de algún modo la diferencia en cualquier fondo de armario. Los japoneses de los años cincuenta no necesitaron más para cambiar el curso de la estética de su país, y Moisés Nieto tampoco lo necesita. En su desfile estaba su impronta creativa, pero también su impronta de diseñador de oficio, que habla cada día con sus clientas y sabe lo que demandan. Su colección, además, está confeccionada con tejidos almacenados de stock y, como él mismo cuenta, “no se trata solo de garantizar una materia prima de calidad, que es la clave para diseñar cualquier prenda; se trata de poder acceder a unas calidades que solo maneja el lujo, y que, si fueran nuevas, no podríamos habérnoslas permitido”.

Tres de las propuestas de la colección de Moisés Nieto presentada en Madrid es Moda, el 13 de febrero de 2024.
Tres de las propuestas de la colección de Moisés Nieto presentada en Madrid es Moda, el 13 de febrero de 2024.

Juan Vidal, uno de los diseñadores españoles más aclamados hoy, también ha hecho un magistral ejercicio de honestidad. Al margen de poseer un solvente negocio digital con vestidos que reedita cada temporada a partir de la demanda, cada día recibe en su estudio en el madrileño barrio de Chueca a novias e invitadas que se hacen con él sus trajes a medida. Así que en esta ocasión ha decidido crear una colección nupcial y abrir su estudio a todo aquel que quisiera entrar a echar un vistazo: prensa, futuras novias, jóvenes aficionados a la moda o, simplemente, curiosos. Él diseñó su primer vestido de novia antes de cumplir la mayoría de edad (de hecho, la hija de aquella novia ha aparecido de sorpresa durante la presentación) y lleva más de 20 años dialogando con decenas de mujeres para confeccionarles la prenda con la que sueñan y en la que más invierten. Por eso ahora ha querido, tal y como él explica, “evolucionar dentro de los marcos de la tradición” ofreciendo una colección de prêt-à-porter nupcial en la que se reflejan distintos perfiles de clienta: de la más romántica a la más práctica, pero todas bañadas con su sello de obsesión por los tejidos, el movimiento y el detalle. Contemporaneidad en un negocio tan tradicional como el de la moda nupcial. Moda real en un terreno demasiado asociado, en ocasiones, a ciertos elementos prejuiciosos.

Varias de las propuestas de la colección cápsula para novias presentada por Juan Vidal en Madrid es Moda.
Varias de las propuestas de la colección cápsula para novias presentada por Juan Vidal en Madrid es Moda.Mamen BG. (Mamen BG.)

Carlota Barrera ha citado en esta mañana de miércoles a sus amigos en Gilda Haus, uno de los nuevos lugares de moda de Madrid, para “celebrar”. Nada más y nada menos. Una fiesta mañanera “como las que hay en Londres”, contaba la diseñadora, la ciudad en la que lleva desfilando cinco años. Ha trabajado tanto la colección que podía verse en iPads esparcidos por el local, como la playlist que sonaba, que distribuía en CDs para los más nostálgicos. Nuevamente, no hace falta más, sobre todo si se tiene una colección solvente y una marca que ya tiene una comunidad establecida.

La jornada del miércoles la cerraba, entre otros, Ernesto Naranjo, otro de los creativos más talentosos del panorama español actual, con una exposición en la Serrería Belga en la que la moda se fusionaba con la arquitectura. Naranjo, como Barrera, estudió en Londres, y ha querido mostrar públicamente las fotos de su colección de final de carrera porque hasta él mismo se sorprende, para bien, de que no haya sucumbido a referencias e inspiraciones ajenas. Antes y ahora Ernesto Naranjo es patrón, es combinación de texturas y es juego realista de volúmenes. Su colección, inspirada en Showgirls, deconstruía el imaginario de la película (las plumas, las joyas, el terciopelo) hasta convertirlo en lo contrario, en prendas llevables, muy trabajadas y poco asociadas con el oropel. Era su forma de demostrar, y demostrarse a sí mismo, que tiene una identidad como creador, al margen de la referencia que maneje. Y eso es, en definitiva, Madrid es Moda, un punto de encuentro para la expresión, que, a fin de cuentas, es lo que diferencia a un diseñador de un autor.

Detalle de uno de los diseños de Ernesto Naranjo
Detalle de uno de los diseños de Ernesto NaranjoCortesía

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