Dos delincuentes atracan el restaurante Filandón con una pistola y huyen con la recaudación

Dos hombres han atracado a primera hora de la mañana de este lunes el restaurante Filandón de Madrid, ubicado en el norte de la ciudad, según han confirmado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. En el asalto han intimidado a una trabajadora con una pistola, de la que no se sabe si es real o simulada, a la que han exigido la entrega de la recaudación. Cuando los delincuentes han perpetrado el atraco, el restaurante no había abierto sus puertas y no había clientes. Por el momento se desconoce la cantidad de dinero que se han llevado.

Sobre las nueve de la mañana, los asaltantes han entrado en las instalaciones de este restaurante de postín ubicado en el kilómetro 1,9 de la carretera de Fuencarral a El Pardo. Según informan fuentes policiales, no han forzado ninguna de las entradas. Es muy posible que los delincuentes tuvieran el golpe estudiado, porque ha sucedido de forma muy rápida, sabían dónde acceder para obtener el botín y tenían la huida preparada. Tras robar el dinero, han escapado en coche. Nadie ha resultado herido en el asalto.

Los asaltantes han entrado a la zona de las oficinas, cuando el establecimiento hostelero aún no había abierto sus puertas y en el recinto solo se encontraban los trabajadores con las tareas matutinas. En la parte a la que han entrado había una empleada a la que han amenazado con el arma. La brigada policial de policía judicial y la científica se han desplazado al lugar para poner en marcha la investigación y recabar pruebas que conduzcan a los culpables. El establacimiento ha declinado hacer declaraciones en una conversación telefónica con EL PAÍS.

Más robos con fuerza

Como resultado de otra investigación, la policía nacional ha detenido a a cuatro hombres por robar en 23 bares y salones de juegos de la Comunidad de Madrid con el bautizado como el método del mazazo. Entraban a los establecimientos tras arrear con bates, palos y mazos los cristales y una vez dentro empleaban estas mismas herramientas para abrir cajas registradoras y máquinas tragaperras. Varios miembros de la banda tenían lazos familiares con conocidos butroneros y aluniceros, de los que habían aprendido la dedicación familiar.

Al contrario que los ladrones del Filandón, esta banda actuaba siempre de madrugada y atracaba varios locales en una misma noche, dada la poca cuantía que conseguían en los negocios que asaltaban. Después de haber dado varios golpes, siempre se deshacían de los coches que empleaban para eliminar pruebas que les unieran con los robos. Siempre acababan quemados en algún descapado a las afueras de Madrid. Ninguno de ellos tenían carnet. Se les acusa de robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y daños.

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