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El ‘no’ a la tala de los árboles por la línea 11 del metro de Madrid llega al Parlamento Europeo

Los vecinos defenderán el jueves en Bruselas las alternativas en las obras de la ampliación para preservar el mayor número de ejemplares frente al proyecto de la Comunidad de Madrid

Una concentración vecinal, convocada en febrero, en contra de la tala de árboles por la la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid.
Una concentración vecinal, convocada en febrero, en contra de la tala de árboles por la la ampliación de la Línea 11 del Metro de Madrid.Santi Burgos
Mercedes Pedreño

El movimiento vecinal contra la tala de los árboles por la ampliación de la línea 11 del metro de Madrid llegará el jueves 21 al Parlamento Europeo. Los portavoces del movimiento pedirán al organismo que se posicione ante el plan de talas de la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid para realizar la obra. El Comité de peticiones del Parlamento Europeo escuchará durante cinco minutos a los vecinos, que es el tiempo que tienen para exponer la petición, a la que se han adherido ya 1.132 personas. La Comunidad de Madrid también tiene la opción de exponer su parte, pero el consejero de Transporte, Jorge Rodrigo Domínguez, ha confirmado este martes que ningún representante del Gobierno regional acudirá. En el caso de que lo hubieran hecho, los vecinos tendrían otros dos minutos de réplica. Después, intervendrán los grupos para decidir si elevan la petición a la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.

Los vecinos llegan al Parlamento Europeo antes de haberse podido reunir con el Ayuntamiento de Madrid, responsable de autorizar la tala de los árboles, con el que han solicitado una cita para tratar el tema en varias ocasiones y no han obtenido respuesta, según informan desde la plataforma Yo defiendo este árbol. En el caso de la Comunidad de Madrid, los vecinos se reunieron una vez el pasado marzo con el exconsejero de Transportes e Infraestructuras David Pérez y con el director general de Infraestructuras Miguel Núñez. En esa reunión, la Comunidad de Madrid prometió volver a estudiar el proyecto y reducir las talas: han pasado de 1.027 a 880 árboles menos entre talas y trasplantes, según los mapas proporcionados por la Consejería de Transportes. Para los vecinos sigue siendo una cifra inaceptable y defienden que hay alternativas que salvarían gran parte de los ejemplares, la mayoría árboles maduros que son motores de reducción de la contaminación del aire y del ruido. El lema principal del movimiento es “Metro sí, pero no así”.

El pasado viernes 15 de septiembre el vicepresidente de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, el socialista César Luena, se acercó a la valla que rodea la zona de obras de Madrid Río para hablar con los vecinos e informarse sobre las talas previstas en la evaluación ambiental de la Consejería de Transportes antes de que los vecinos fueran a Bruselas. Aunque fue en calidad de eurodiputado, reconoció que le había pedido que fuera Reyes Maroto, la líder socialista en Madrid. Recorrió con algunos de los portavoces algunas de las ubicaciones donde se van a producir estas talas: la arboleda de Madrid Río, el entorno de Palos de la Frontera y la estación de Atocha, donde van a caer cedros de más de 100 años del jardín de Jimena Quirós y árboles protegidos al estar dentro del territorio del paisaje de la luz, declarado en 2021 patrimonio mundial de la Unesco en la categoría de paisaje cultural. “Si comparamos Madrid con París, Berlín o Londres, vemos que estas ciudades no destrozan arboledas ni reducen jardines”, criticó Luena; a lo que añadió: “Es un negacionismo [del cambio climático] cotidiano”.

Además de ir a Bruselas, los vecinos también han denunciado a la Comunidad de Madrid ante el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que financia tres cuartas partes de los 500 millones de euros que va a costar la obra, por no cumplir con los objetivos de sostenibilidad que tiene este organismo. La queja enviada al mecanismo de reclamaciones del BEI recoge varias irregularidades que los vecinos han señalado en el proyecto. La primera, que la Comunidad modificó el proyecto sin hacer un Estudio de Impacto Ambiental correspondiente a las talas, que pasaron de ser 79 árboles, según el proyecto inicial, a 1.027. Los vecinos alegan también que la construcción de estaciones como la de Madrid Río se va a hacer en un parque que tiene un nivel de protección urbanística que no permite talar los árboles.

Según el texto de la denuncia, al que ha tenido acceso EL PAÍS, “los documentos que figuran en la web del BEI relativos al Proyecto de Ampliación de la línea 11 del Metro de Madrid, redactados y aprobados con carácter previo al préstamo concedido por dicha entidad a la Comunidad de Madrid para la financiación de la obra, no coinciden con la Modificación del Proyecto realizada, ni tampoco con el documento sometido a Evaluación de Impacto Ambiental Simplificada mediante notificaciones realizadas el 26 de julio de 2023″. El Banco Europeo de Inversiones podría bloquear la financiación del proyecto a la Comunidad de Madrid si consideran que estas modificaciones no cumplen sus objetivos de sostenibilidad, uno de los principales pilares de la entidad.

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