18 detenidos por una pelea entre miembros de los Dominican Don’t Play
La salvaje pelea con cuchillos y machetes de la banda juvenil dejó cuatro heridos la noche del sábado en Aluche
La espectacular pelea la madrugada del sábado en las calles de Madrid que terminó con 18 detenidos se debió a un enfrentamiento dentro de la banda Dominican Don’t Play (DDP) y no al enfrentamiento entre distintas pandillas juveniles, según reveló la policía a la agencia Europa Press.
Por el momento se desconoce cuál fue el detonante de los ataques entre miembros del mismo grupo, en el que hubo machetes y navajazos y que comenzó en una discoteca del barrio de Aluche, pero que obligó a la policía a intervenir hasta en tres puntos distintos de la zona.
Los médicos atendieron a cuatro heridos, el más grave de ellos a la altura del número 37 de la calle Seseña: un hombre de 27 años con heridas en el brazo y la espalda. La Policía Municipal tuvo que realizar un torniquete en el brazo y los equipos del Samur lo estabilizaron antes de trasladarlo al hospital La Paz.
En la calle Tembleque, a la altura del número 60, los facultativos atendieron a otro chico de 18 años con heridas de machete en el brazo antes de enviarlo al hospital Gregorio Marañón. Por último, en el número 89 de la calle Illescas, el Samur atendió a otros dos heridos de 18 y 19 años con cortes en diferentes partes del cuerpo y que fueron trasladados a los hospitales Clínico y 12 de Octubre. Todos ellos pertenecían a los DDP y entre los detenidos hay varias menores y mujeres todos en el barrio de Aluche, distrito Latina.
Precisamente el pasado martes la policía anunció la detención de ocho miembros de los DDP por el apuñalamiento de un menor de 16 años cometido a finales de febrero, también frente a una discoteca de Carabanchel. Sesenta y cuatro días después del homicidio se logró detener a los supuestos implicados y el suceso “está relacionado con los Ñetas” (otra banda rival), detalló una portavoz policial. El fallecido era un menor de 16 años que recibió cuatro puñaladas y entre los ocho detenidos hay cuatro menores de edad. Los mayores fueron encarcelados de forma preventiva por tentativa de homicidio y pertenencia a organización criminal.
El distrito de Carabanchel donde se han registrado la mayoría de peleas, es uno de los distritos incluidos en el plan antibandas impulsado desde la Comunidad de Madrid hace un año, tras una noche de febrero de 2022 en el que se registraron varios apuñalamientos y dos asesinatos que activaron la alerta sobre la creciente agresividad de estas organizaciones violentas. Según los últimos datos de la Delegación de Gobierno, actualmente en la Comunidad de Madrid hay 800 pandilleros. Normalmente el origen de las reyertas son ajustes de cuentas o peleas contra otras bandas como los Ñetas o Trinitarios.
Los grupos juveniles violentos, autoimpulsados en las redes, se han extendido por todo el llamado Corredor del Henares, el eje residencial, industrial y empresarial que une Madrid con Guadalajara, con la autovía A-2 y con el tren: Coslada, Torrejón de Ardoz, Alcorcón, Alcalá de Henares, Meco, Azuqueca de Henares y Alovera. Y también por zonas de Toledo muy próximas al barrio de Villaverde (Madrid), como Ocaña, La Sagra (Bargas, Olías del Rey), Magán, Illescas, y especialmente Seseña, en la urbanización de El Quiñón, uno de esos monumentos a la burbuja inmobiliaria que construyó Francisco Hernando Contreras, popularmente conocido como El Pocero.
El aumento de hechos delictivos vinculados a las bandas de origen latino es una de las preocupaciones del nuevo delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín Aguirre, quien tomó posesión hace un mes. No obstante, en su discurso, no hizo ninguna referencia al tema, lo que generó las críticas desde de la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital.
Los Trinitarios y los DDP llegaron a Madrid a principios del año 2000. Una de las estrategias es utilizar menores de edad para evitar la cárcel. En su origen, se distinguían por lucir los colores de la bandera dominicana, pero ahora ya casi nunca llevan distintivos, porque saben que es más fácil ser detenidos por la policía.
La policía ha detectado dos problemas ante el fenómeno de la violencia: su rápida expansión por el resto del país a ciudades como Sevilla, Zaragoza o Pamplona, y la posibilidad de acceder cada vez con más facilidad a las armas de fuego, lo que las ha dotado de mayor violencia en sus enfrentamientos.
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