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Viaje al interior de la doble crisis de Más Madrid: del ‘caso Errejón’ al ‘caso Arenillas’

Quince días después del estallido de la polémica, que dejó en pausa la tragedia de la dana, el partido teme que la controversia se reactive este jueves en la Asamblea

Las coportavoces de Más Madrid, desde la izquierda, Manuela Bergerot, Rita Maestre y Mónica García, el 28 de octubre.
Las coportavoces de Más Madrid, desde la izquierda, Manuela Bergerot, Rita Maestre y Mónica García, el 28 de octubre.Claudio Álvarez
Juan José Mateo

—Es una compañera que ha cometido un error grave. Está conmocionada. Y se la está intentando acompañar en este paso: dimitir, para lo que nos ha pedido unos días.

Cuando al caso Íñigo Errejón se le une el caso Loreto Arenillas, una herida muy difícil de cerrar se abre en el corazón de Más Madrid. Desde hace 15 días, describe una fuente de la organización, la dirección del partido trabaja para suturarla. Por ahora, sin éxito. Al shock interno que provocó que Errejón dejara la política señalado por una denuncia anónima por acoso colgada en redes, a la que siguió luego otra registrada ante la policía por la actriz y presentadora Elisa Mouliaá, se ha unido ahora el trauma político y personal que refleja la salida interruptus de su exjefa de gabinete, acusada por la dirección de Más Madrid de “minimizar” la primera acusación contra el político.

“¿Pero esto es así?”, se pregunta, incrédulo, un segundo representante del partido ante la posibilidad de que Arenillas llegue siendo aún diputada de Más Madrid al pleno de este jueves, primero que se celebra tras el estallido de la crisis, pese a que ella misma anunció el 25 de octubre que dejaba el acta. Eso coloca a Más Madrid en una posición precaria: o Arenillas se sienta este jueves en el hemiciclo como una diputada más del partido, lo que una fuente da por descartado; o deja su escaño vacío, escenificando la controversia; o a la larga se mantiene en la Cámara como representante no adscrita, por lo que Más Madrid perdería el liderazgo de la oposición en favor del PSOE.

“Loreto se ha quedado colgada de la brocha, pero ya se soltará”, contesta indirectamente a la pregunta de su compañero un tercer político de Más Madrid. “Era honesta en su militancia y hay cosas que no va a hacer: quedarse de tránsfuga ni me lo imagino”, sigue. “Íñigo ha aceptado su salida de manera perfectamente natural. Ella, creo que no. Hay un proceso de luto que durará unos días y que luego se resolverá pacíficamente”, vaticina la resolución de un laberinto hecho de silencios, intereses contrapuestos, dolor, problemas personales y tiempo concedido para cuidados, cuya gestión se ha complicado aún más con la tragedia de la dana.

Porque Mónica García, coportavoz de Más Madrid y ministra de Sanidad, lleva desde el miércoles enfrascada en jornadas de 16 horas dedicadas única y exclusivamente a paliar la devastación en la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, según detalla una fuente del partido, en el que aseguran que tampoco las otras dos líderes, Rita Maestre y Manuela Bergerot, están en contacto con Arenillas. “Solo esperamos que cumpla su palabra”, dice sobre la aún diputada y su dimisión un portavoz de la formación. Sin embargo, pocos en Más Madrid dan por bueno que la incomunicación entre las dos partes sea total.

Imagen de archivo en la que Errejón toma notas en el bar La Tertulia de Parla minutos antes de su intervención en un coloquio sobre transporte y movilidad en la Casa de la Cultura de la ciudad del sur de Madrid. A su lado está su jefa de gabinete, Loreto Arenillas.
Imagen de archivo en la que Errejón toma notas en el bar La Tertulia de Parla minutos antes de su intervención en un coloquio sobre transporte y movilidad en la Casa de la Cultura de la ciudad del sur de Madrid. A su lado está su jefa de gabinete, Loreto Arenillas.KIKE PARA (EL PAÍS)

“Andan negociando con Loreto”, asegura una fuente de Más Madrid con conocimiento de lo que ocurre en su grupo parlamentario. “O dimite, o Más Madrid la expulsa, o se va a reactivar toda la presión de la semana anterior”, diagnostica este interlocutor sobre el escrutinio mediático del que fue objeto el partido hasta que estalló la tragedia de la dana.

“Ha pedido unos días”, amplía otro representante, que apuesta a que Arenillas no estará en el pleno de este jueves, y a que pronto dejará su acta como diputada. “Expulsarla nunca ha estado encima de la mesa”, añade. “La política es a veces muy cruel”, lamenta, recordando las dificultades de hacer la transición desde el Parlamento regional a la vida fuera de la política. “Más con la gente joven, por el estigma que supone pertenecer a formaciones como esta”.

Así completa la descripción un diputado: “Y sobre todo, si sale marcada por algo así”.

Esto apunta un dirigente de la formación, subrayando que expresa una opinión personal: “Si la tenemos que acompañar en ese camino, la acompañaremos [ayudándola], pero primero tiene que asumir su responsabilidad”.

Pero Arenillas, licenciada en filosofía, de 34 años, feminista, madre, y titular de un Renault Clío y menos de 10.000 euros ahorrados cuando comenzó la legislatura, según su declaración de bienes, entiende que asumiría una culpa que no le corresponde si dimite sin más. Por eso, tras ser destituida de sus cargos orgánicos, que incluían la cartera de coordinación, ha reclamado ante el comité de garantías de Más Madrid, pues se siente “un chivo expiatorio” y víctima de “un abuso de autoridad”. Desconectada de casi todo para evitar en lo posible el huracán informativo (”no le coge el teléfono más que a ciertas personas”), en el partido la describen como “muy afectada”. “Conmocionada”. “Cuidándose” tras el golpe.

Esa caracterización, no obstante, bien se podría aplicar al conjunto de la organización. “Han sido días muy complicados”, reconoce un político del partido, fotografiando lo obvio: esta es la primera gran crisis de una formación con apenas cinco años de vida (2019), de pequeño tamaño, y en los que los chats de Telegram han sido un hervidero de mensajes cruzados. Hubo, también, representantes rotos en lágrimas, o desconcertados por la polémica. Al fin y al cabo, han caído en desgracia uno de los dos fundadores (Errejón), quien en su momento fuera su mano derecha.

Por eso la portavoz de la Asamblea, Manuela Bergerot, se dirigió el domingo 27 a las bases del partido con un mensaje interno en el que prometía tomar medidas y pedía paciencia. Aunque la dirección ha presumido de un historial expeditivo, recordando la dimisión del concejal capitalino Pablo Soto tras ser acusado de acoso sexual por una compañera, en 2019, la crisis está muy lejos de haber terminado. Y no solo por las dudas internas sobre cómo se ha manejado el caso: el próximo martes, Errejón ha sido citado por un juez para declarar como investigado por la denuncia de agresión sexual de Mouliaá.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.
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